Cap. 8 Ojos que no ven, corazón que no siente

78 45 73
                                    

Entro a casa y cierro rápido, me aseguro de ponerla bajo llave

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entro a casa y cierro rápido, me aseguro de ponerla bajo llave. Dejo las bolsas en el suelo y camino hacia la habitación de Ellie, al parecer se quedó dormida de verdad. Regreso a la sala y veo aquel sobre amarillo, quiero saber su contenido. Lo tomo entre mis manos temblorosas, abro con cuidado y saco su contenido; es una carta por lo que empiezo a leerla.

30 de agosto de 2019.

Querida Rocío:

Si estas leyendo esto, es porque ya no me encuentro con ustedes. He sido tan cobarde que no he podido decirte todo lo que ha pasado conmigo estos últimos meses, de verdad me arrepiento del daño que te haré una vez sepas el motivo de mi partida.

Cuando me has dicho esta mañana lo de tu sueño, he quedado perplejo. Sé lo de tu habilidad extrasensorial, sin embargo, no te diste cuenta del trasfondo de ese suceso. ¿Te acuerdas por qué llegaba tan tarde todos los días a casa? No era por ninguna junta del trabajo, ni por casos que demandara quedarme hasta altas horas de la noche en la oficina. Debo confesar que te he sido infiel, lo siento mucho. Esto se me salió de las manos y culpar a la rutina de nuestro matrimonio es de poco hombre. Mi debilidad fue más fuerte que el amor que siento por ti.

Si tomé la decisión de ya no estar para ustedes, es por el bien de ambas. Por favor perdóname, Rocío, siempre te amaré así me queme en el infierno; y dile a mi pequeña Ellie que papá la querrá más allá del sol.

Con cariño,

Maximiliano Smith

Dejo caer aquel papel y lágrimas salen a cántaros de mis ojos. ¿Cómo es posible que se haya suicidado? ¿Por qué hacerlo, si pudimos haber hablado y solucionado esto? ¡Yo lo amaba! ¡Tenemos una hija! ¡Siete años de matrimonio tirados a la borda! Contener mi llanto se está volviendo un calvario, el dolor que siento por su traición no es nada comparado con su cobardía. Ni siquiera pensó en Ellie, que va a crecer sin su padre. Caigo de rodillas sintiendo un dolor en mi pecho demasiado agonizante. Esto simplemente no puede ser cierto, porque entonces su autopsia estaría errónea.

Mi estado de ánimo está por los suelos, pero estoy consciente que debo mantenerme fuerte. Mi hija es más importante que toda esta mierda de lo que acabo de enterarme. Me limpio las lágrimas y mi nariz con un poco de agua, me miro en el espejo del baño viendo la hinchazón que ha provocado mi llanto. Simplemente no puedo odiar a Max, porque lo amo; no obstante, esto ha sido la estupidez más grande que ha cometido alguien para suicidarse. Seco mi cara y respiro hondo, debo limpiar la casa para entretenerme en algo y olvidar esto que siento.

El resto de la tarde se me pasa volando. Para cuando Ellie se despierta ya tengo la cena lista, por lo que unos minutos después nos sentamos a la mesa a comer.

—Mami, ¿por qué te ves triste?, ¿te pasó algo? —pregunta mi niña sacándome de mi letargo.

Lo único que cruza por mi mente es que se ha dado cuenta, trato de sonreír para aminorar la incertidumbre de ella.

A través de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora