-Lo... lo siento mucho Sebas, en verdad lo siento... pero...- Suspiré profundamente y trague saliva- Pero tendrás que esperar a ser papá.
-¡Dios, Emma! ¡Jamás en tu puta vida vuelvas a asustarme así! ¿¡Okay!?- Me gritó histerico, con una mano en el pecho.
Yo solo reí ante su acto y me dirijí a la cocina, pues yo seguía con un poco de hambre, y la verdad es que yo para llenarme tardo un poco, así que decidií preparme un rico cereal.
Me terminé mi cereal y le pedí a Sebas que lavara los platos, el solo gruñó y los comenzó a lavar de mala gana, así que le puse música para que se relajara un rato y lo hizo. Soy muy bueno en estas cosas.
Ya era de noche, nuestras maletas estaban listas y habiamos dejado el hotel tan impecable, que nisiquiera se notaba que estábamos aquí.
Cuando ambos terminamos nuestros deberes nos fuimos a dormir, porque ya mañana nos íbamos y tengo que admitir que estas dos semanas pasaron tan pero tan rapido, que me cansé más de lo normal.
-¡Wuaaa! ¡Wuaaa! ¡wuuwuwaaaaaa! ¡Waaaaa...!- Se escuchan los llantos de un bebé.
¿Pero qué...? Agg, ¿Donde estoy? ¿Porqué hay un bebé llorando? Y... ¿¡Por qué estoy en un hospital!?
Lentamente termino de abrir los ojos y me doy cuenta que estoy en una camilla, en un hospital. Sebas está sentado junto a mí, sosteniéndome de la mano con nuestros dedos entrelazados. Yo solo sonrío y el repite mi acto.
-Sebas... ¿Que pasó? ¿Por qué estoy aquí?- Pregunté confundida.
-Emma, estamos en el hospital, acabas de tener un bebé, o mejor dicho, una bebé- Hace énfasis en ¨Bebé¨.
-Espera.. ¿¡Qué!? ¡N-no estoy lista para ser mamá!- Le dije histérica.
Entre gritos y confusiones, comienzo a sacudirme en forma de berrinche, hasta que...
-¡AAAAAAAAAAAH!- Grité desesperada.
-¡EMMA, TRANQUILA! Ya... tranquila, respira hondo.. ¿Ya? Ahora cuéntame porque estabas girando y quejándote como loca- Preguntó confundido.
-Esque yo... -Dejé salir un suspiro y me calmé- Soñé que estaba en el hospital, tu estabas a un lado mío, y yo tenía un bebé, mejor dicho, una bebé... Fué muy extraño, yo gritaba histérica y me sacudía y daba vueltas- Le expliqué ya calmada.
-Eso explica tu locura y que hayas agitado. Recuerda que nos tenemos que ir, así que ve a ducharte o qué se yo, yo ya me bañé y todo, solo faltas tú.
-Okay.
Me duché rápidamente porque no tenía ganas de quedarme ahí más de lo usual.
Sesayuné con Sebas unos ricos waffles que habíamos comprado la semana pasada y decidimos acabarnos de plano ya toda la caja. Es por eso que no bajo de peso.
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Ya estábamos en el aeropuerto, ya teníamos todo pagado, ya estábamos listos, pero el vuelo aún no salía, asi que mientras esperábamos, decidimos ir a la cafeteria que estaba frente a nosotros por un café, frappé, qué se yo.
Media hora después de que salimos de la cafetería, nos avisaron que ya podíamos comenzar a abordar el avión, y eso fué lo que hicimos.
El vuelo fué un poco aburrido, no tanto por los chistes malos de Sebas, que eran tan malos que nos hacían reír aún más.
-¡Aleluya!- Exclamé cuando porfín llegamos a casa -Hogar, dulce hogar...-
-¡Emma!- Gritó mi mamá, para luego correr a abrazarme -¿Qué tal su viaje? ¿Emocionante?
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Secreto Sorpresa (PAUSADA TEMPORALMENTE)
Teen FictionEmma es una adolescente que quiere enamorarse y encontrar el amor mientras que vive con su mamá, que es madre soltera. Pero en vez de encontrarse con su amor, se encuentra con algo más... ¨¿Como es posible, que después de tantos años contigo, no me...