Secreto Sorpresa (PAUSADA TEMPORALMENTE)

Capítulo 4: NO - LO - PUEDO - CREER .

Ya estaba en camino al salón de Artes, cuando de repente, accidentalmente chocamos una persona y yo. Se me habían caido mi libro, mi cuaderno y mi pluma, entonces esa persona me ayuda a levantarnos, doy las gracias y levanto la vista para ver quien es esa persona.

NO - PUEDE - SER.

Es...

-Ho-hola- Dije con una voz un poco temblorosa.

-Hola, lamento haber tirados tus libros, no me dí cuenta- Dice el chico mientras sonríe.

-Tranquilo... N-no hay d-de queee-e....- Dije tartamudeando. 

¿¡Enserio!? ¿!Tartamudeando le respondes a un chico!? Es por eso y otras mil razones que no tengo novio u.u

-Amm.. okay? Jaja, espero que nos volvamos a encontrar... Bye, ¡Cuídate!- Me dice mientras se despide.

-¡Claro! Bye...-

¡No lo puedo creer! ¡ES EL MISMO CHICO QUE APARECIÓ EN MI SUEÑO! Esto no puede estar pasando, no... no aquí... Lo más probable es que yo esté soñando... sí, eso debe ser.

Me doy cuenta que no estoy soñando, que estoy en la vida real, ¿Por qué? Por que a un imbécil skater no se le ocurrió mejor idea que intentar hacer un truco en medio del pasillo, y como era un skater medio principiante, falló el maldito truco, dejandose caer junto con su skate que por cierto, salió volando, y haciendo que la orilla de su skate rasposa me raspara una parte de la pierna. Dolió como el infierno.

-¡Auch! ¡Ten más cuidado la próxima vez, imbécil!- Le grité molesta.

No tuvo ningún tipo de reacción ese chico, simplemente tomó su skate y se lo levó junto con él fuera de la escuela. MALDITOS SKATERS Y SUS FALLAS.

Justo después de ver mi pierna, recordé que Carlos y Lola me estaban esperando en el salón de Artes. Por qué tengo que ser tan olvidadisa, ¿Por qué?.

-¡Lamento la tardanza! Pasa que un maldito skater falló un truco y su skate me raspó la pierna. Fué horrible- Les dije algo bofeada... Ejercicio + Herida = Dolor más fuerte. De hecho es la peor suma que he hecho en toda mi vida... Claro, sin contar la vez que comí carne y luego tomé leche. Fué asqueroso. Maldita diarrea.

-Tranquila linda, no pasa nada, siempre tengo una venda en mi mochila, y a veces tengo pomada- Me dijo Lola acercándose a su mochila a buscar dichos objetos. Que amable es.

-¡Gracias! Pero... ¿Por qué cargas esas cosas en tu mochila?- Pregunté algu curiosa.

-Nunca se sabe que podría pasar... como hoy, por ejemplo- Me sonríe y me guiña el ojo. Que lista es.

-¡Cierto! Además, no fué nada grave. Lola tiene razón, siempre hay que andar prevenid@s en cualquier parte- Dijo Carlos asintiendo con la cabeza.

-Si ustedes dicen...- Dije entre risitas. Odio reírme de todo.

Pasaron las horas y las clases pasaban y pasaban casi volando. Me impresionó el video de la clase de Biología; trataba de los grillos y todo eso... Se reproducen mega raro y, además, el video era extremadamente largo: Duró toda la clase.

¡POR FÍN! El timbre tocó, dándonos a entender que ya erahora de irse, lo cual fué exactamente lo que hicimos todos, a excepción de mí, tenía unos asuntos pendiente que arreglar...

-Chicos, váyanse sin mí, necesito hablar con alguien... Espero verlos más tarde, ¿Si?- Les dije un poco apresurada- Te llamo alrato, Lola.

-Emmm.. ¿Adiós?- Dijeron los dos casi al mismo tiempo. Que miedo.

Claramente ellos notaron algo extraño en mí, pero ambos saben que no es común en mí dejarlos así como si nada solamente porque iba a hablar con nadie, pero enserio tenía que hacerlo.

¿Recuerdan al chico con el que tropezé en la mañana? Pues es a él a quien estoy buscando, y, para mi suerte, lo encontré sacando algunos cuadernos que supongo eran de él.

Tengo miedo, estoy algo nerviosa... Simplemente lo saludaré, me presentaré, le daré las grracias por lo de la mañana y trataré de hacerme amiga de él.

-Ammm Hola- Dije sin más preámbulos ni distracciones.

-Oh, hola- Dijo cerrando su casillero.

-Yo ammm, quería saludarte y presentarme- Hice una leve pausa - Me llamo Emma, Emma Johnson.-

-Soy Sebastián, Sebastián Villalobos, un placer conocerte Emma- Dijo con una sonrisa en un su cara. Enserio, si sigo viendo esa sonrisa, me voy a derretir.

-Un placer, Sebastián- Dije tomando su mano y sonriendo un poco.

-Dime Sebas, es más corto que Sebastián-

-Como digas, Sebas- Le dije mientras le guiñaba el ojo. Oh, ¿ahora le guiñas el ojo a un chico, Emma? Algo te está pasando.

-Jeje, y... ¿que te trae a saludarme?- Me dice algo curioso. Dios, como hay gente tan curiosa en este planeta... Yo no soy la excepción.

-Pueees, simplemente quería conocerte y darte las gracias otra vez por ayudarme con mis libros- 

-No tienes por qué agradecerme, no podía pasar a tu lado sin antes recojer lo que tiré- Dijo con una mueca y una sonrisita en ella. Muero.

-Oh, pero yo andaba distraída, no tu, además, ya pasó... igual, me caes bien, Sebas, hay que volver a vernos- Le dije con una pequeña sonrisa.

-¡Eso es exactamente lo que te iba a decir! Pero al parecer me ganaste así que... Cuando quieras salir o estés aburrida, sólo llámame- Dijo guiñándome el ojo. Se vé tan sexy cuando hace eso. ¡Emma, contrólate!

-¡Claro! Pero pasa que no tengo tu número- Le dije mientras hacía un puchero en forma de broma, el respondió con una sonrisa acompañada de una risa. Que lindo es.

- No te preocupes, por eso estoy yo aquí: Para darte mi número.- Dijo mientras lo anotaba en un papel. Que ingenioso.- Llámame cuando quieras, y créeme... Será un verdadero placer volver a verte.- Dijo con la misma sonrisa que jamás me cansaba.

-Gracias Sebas... Puees, me tengo que ir, mamá me está esperando en casa...- Me acerco un poco a él y me despido de un beso en la mejilla y un abrazo. Estoy Happy.

-Adiós, cuídate- Dijo Sebas.

-¡Emma, espera!- Grito cuando yo estaba a punto de salir.- ¿Tienes Facebook?-

Yo asentí con la cabeza y me acerqué a él. Trataba te contener la emoción pero no lo lograba mucho. Tenía que hacer el mejor esfuerzo de mi vida. Que horror, pero hermoso al mismo tiempo.

-¿Cuál es tu nombre? Quisiera poder hablarte todos los días, sin necesidad de esperar llamadas uno del otro, ¿no?.- Soltó una pequeña risa.. Esas que enamoran, claro.

-Emma Johnson, buscame en Facebook así.. supongo que tu.. Sebastián Villalobos, ¿no?.-

El sólo asintió y se despidió. Repetí lo que él y me fuí a mi casa.

Ya estaba saliendo del estacionamiento, cuando alguien posó su mano en mi hombro derecho, me dí cuenta que era...