-*Pasajeros con destino a Cancún, les informamos que estamos a punto de aterrizar, a sí que les pedimos porfavor que apaguen todos sus aparatos electrónicos; abróchense los cinturones y sosténganse a los lados de sus asiento. Por su comprensión y atención, gracias*.-
Ya estaba empezando a odiar el *Pasajeros con destino a Cancún, les informamos que...*.
-Bien, creo que ya es hora de comenzar las mejores vacaciones juntos- Dijo Sebas, mirándome con esos ojos que tanto me enamoran.
Comenzamos a aterrizar, lo cual hizo que se me volvieran a poner los pelos de punta, causándome más escalofríos de los que ya tenía.
Cuando por fín aterrizamos, lo único que quería hacer era bajar de ese avión y besar el piso y a Sebas, obviamente. Nótese mi amor.
Una vez que bajamos el avión exclamé emocionada, saltando a los brazos de Sebas mientras le daba mil besos al rededor de toda su bella y hermosa cara.
-¡Llegamos! ¡Llegamos! ¡Llegamos! ¡Llegamos! ¡Llegamos! ... -Grité como 100 veces, pero estaba emocionada, es lo único que puedo decir en mi defensa.
-¡Tranquila, princesa! ¡Lo único que lograrás besando toda mi cara, será que yo te bese en los labios por un largo tiempo!- Me gritó divertido.
-En ese caso, lo seguiré haciendo- Dije retadora.
-¿Ah si? Pues ahora no obtendrás nada de mí hasta que lleguemos al hotel ¿Oíste, princesa? ¿Te quedó claro?-
-Cómo tu digas, príncipe- Respondí y luego le dí un abrazo y un rápido beso en los labios como por dos segundos.
Cuando entramos al aeropuerto de Cancún esperamos que nuestras maletas salieran de aquella máquina extraña que se encarga de hacer giar a todas las maletas. Nótese mi idiotez e inoscencia.
Ya teniendo nuestras maletas cargando, pedimos un taxi para que nos llevara al hotel en el que Sebas nos había hospedado, que según él, no estaba lejos del aeropuerto.
El taxi llegó 5 minutos después de que llamamos por teléfono, así que subimos nuestras maletas en la cajuela y Sebas le indicó al taxista la dirección dle hotel, y éste nos llevó a nuestro querido hotel.
Cuando llegamos, Sebas le pagó al taxista, bajamos nuestras maletas, le dimos las gracias al taxista y nos adentramos al hotel.
-Y aquí estamos-Suspiró Sebas- El Hotel BeachCamp-
-Se vé muy lindo-
-Lo es, pero no tanto como tú-
-No sabes cuanto odio amarte- Dije mientras le plantaba otro beso en los labios. Me quedaré sin saliva por su culpa.
-Lo mismo digo, bebé- Me dió un beso en la cabeza.
Nos adentramos al hotel, y la verdad es que me quedé con la boca, pues el hotel era realmente hermoso, la sala de estar, la recepción... '¡Todo! Simplemente con verlo, me había enamorado de él.
-Ésperame aquí un momento, iré a hablar con la recepcionista sobre el hospedaje- Dijo Sebas.
-Okey, aquí esperaré sentada- Respondí y luego sonreí un poco con la boca cerrada.
¡Casi lo olvido! Debo llamar a mamá.
Busqué a mi mamá en mis contactos y cuando la encontré, la llamé. ¿Por qué siempre olvido las cosas importantes?
*Inicio de la llamada*
Yo: ¿Hola? ¿Mamá?
Mamá: ¡Emma! ¡Estaba muy preocupada por tí! ¿Por qué no me llamaste?
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Secreto Sorpresa (PAUSADA TEMPORALMENTE)
Teen FictionEmma es una adolescente que quiere enamorarse y encontrar el amor mientras que vive con su mamá, que es madre soltera. Pero en vez de encontrarse con su amor, se encuentra con algo más... ¨¿Como es posible, que después de tantos años contigo, no me...