Maddie
Anna la mató. Realmente la mató.
No lo podía creer.
Lloré... lloré como nunca antes había llorado, pero pensando en por qué Anna se puso así cuando Ashley la llamó "Annie".
No comprendí su reacción. ¿Le quitó la vida a nuestra prima por eso?... bueno de todas maneras iba a hacerlo, ¿cierto?
- ¿Tanto la querías? - dijo Anna, Annie, como sea... y se sentó a un lado de mí en el suelo.
Me había arrastrado hasta quedar recostada de la pared para sentarme en posición fetal y así poder llorar a gusto como lo hacía cuando supe que mi padre nos abandonó.
- Aléjate de mí... - murmuré lo suficientemente fuerte como para que me escuchara.
Aún sostenía mi mano envuelta en el dobladillo de mi suéter azul celeste manchado de sangre, el dolor todavía era punzante y me mordía el labio con fuerza para no largarme a gritar hasta que se me desgarre la garganta.
- Contesta - dijo en un hilo de voz, pero con firmeza. Levanté el rostro lentamente para ver el de ella a través de las lágrimas.
Su cara estaba llena de rasguños, sangre, golpes... y lágrimas también.
No me importó lo demacrada que se veía, ella mató a mi prima. No tendría compasión ni un atisbo de lástima.
Ya no era mi hermana... no más.
- La amaba... fue la hermana que tú no pudiste ser. — la fulminé con la mirada — Y no, yo no la quería por lo que tenía, sino por lo que era, porque ahora está muerta y tú también... — frunció el ceño en confusión — para mí lo estás — aclaré con la voz ronca, pero manteniendo el tono helado.
La odiaba.
- Comprendo... — dijo despacio y notándose pensativa; la miré incrédula. Ella sí que está loca.
- ¿Por qué lo hiciste? — pregunté sintiéndome más molesta que antes. Anna alejó su mirada de la mía y la posó en el cuerpo inmóvil y sin vida de nuestra prima que yacía en el tapete de la sala a unos metros de nosotras.
- Existe un sentimiento llamado envidia... que crece con el tiempo. Se fusiona con sentimientos similares y devastadores: celos, odio... obsesión. — hizo una pausa para mirarme un momento a los ojos — Supe desde un principio que lo descubrirías... aunque nunca traté de ocultarlo, pero... no siempre fue así, ¿sabes? — otra pausa y volvió a apartar la vista. Parecía estar recordando años atrás... años con Ashley, de los que yo no fui parte. Pude notar que su vista se cristalizó. — Siempre venía a casa con su padre, casi nunca con su madre. Pretendía ser amable conmigo delante de él y mamá... pero cuando él o ella no estaban cerca, ella era la psicópata.
- ¿Y tú pretendes que yo te crea? — dije irritada y alzando la voz.
- Tienes que hacerlo... — la miré de reojo. Su perfil se veía ensombrecido por la penumbra de la sala. Se había hecho de noche... — Ella me llamaba "Annie", decía que "Anna" era demasiado formal para nuestra edad... — ellas tenían la misma edad — pero, de todas maneras, se burlaba de mí por no tener padre y por tener solo conmigo a una madre embarazada, hecha un mar de lágrimas y devastada. Porque ambas estábamos iguales. — Dejó caer lágrimas de sus ojos importándole un bledo que eso le nublara la vista — Odiaba que viniera de visita... siempre me comparaban con ella, decían que yo debería ser como ella porque ella era "perfecta"... le daban lo que pedía y a mí me daban deberes. Su padre la llamaba "princesita"... — así fue como ella la llamó minutos antes de matarla — mientras que ella me miraba de reojo y me sonreía con suficiencia, triunfante... ella siempre tenía toda la atención... ella tenía un padre y yo no... yo siempre perdía y... ella siempre ganaba — alejó la vista del cuerpo tirado en el ensangrentado tapete y me miró a los ojos — Meses después llegaste tú y sus visitas y las de tía Cecilia eran más a menudo, mucho más frecuentes... y más tormentosas. Su presencia en esta casa era una pesadilla para mí. Me hacía la vida imposible.
» Ella me saboteaba. Me echaba la culpa de sus travesuras y enamoró a mamá para que esta nunca dudara de su "inocencia"... pero de inocente no tenía nada. Fingía todo el tiempo y también lo hizo contigo — fruncí el ceño dudando. Ella notó mi reacción y continuó — creí que algún día te darías cuenta, por eso nunca me entrometí entre ustedes, pero ella fue más hábil... siempre iba un paso a delante y te enamoró justo como lo hizo con mamá. — rio sin humor — te alejó de mí... Dices que ella fue la hermana que yo no fui, pero piensa, ¿alguna vez me diste oportunidad de serlo? ... No. — contestó ella misma la pregunta — Siempre estabas con Ashley y ella disfrutaba el quitarme lo poco que tenía, no le bastaba con tener todo lo que yo quería. Su plan era dejarme siempre con las manos vacías y sola. — su mirada volvió a ensombrecerse — Lo del accidente que ella tuvo... fui yo. — ya me lo veía venir, eso explica el que no se sorprendiera cuando se lo conté aquel día en esa misma sala... ella se vio curiosa pero nunca sorprendida. Es más, podría jurar que la vi satisfecha al "enterarse" — Los ruidos en la casa, la sangre del baño... ¿nunca te preguntaste de dónde salieron? ¿O pensaste que fue tu imaginación? — la sombra de una sonrisa surcó su rostro un instante.
- Estaba demasiado asustada para siquiera pensar en mi imaginación, tenía la mente en blanco del miedo, creí que moriría... tú lo hiciste, ¿cierto?
- Quería asustarte... preparar la casa para que ni se te ocurriera entrometerte y aun cuando te "amenacé" no cediste... resultaste ser muy insolente, hermanita... — hubo un brillo extraño que recorrió su iris y sus pozos negros parecieron irradiar luz propia — fuiste valiente y... yo sentí admiración.
- ¿Me admiras? — no le creía nada.
- Eres fuerte, pero no debiste entrometerte, porque ahora tendrás que morir sabiendo lo que sabes. — la seriedad de sus palabras hizo que me estremeciera por dentro.
- "No quieras ser la heroína de esta trágica historia" — cité sus palabras — Tenías razón. — asintió con la cabeza y se levantó rápidamente justo cuando escuchó la puerta de la cocina cerrarse y el cuerpo de nuestra madre aparecía en la sala. No moví un músculo.
Anna empezó a llorar y todo se volvió muy extraño, parecía estar pasando todo en cámara lenta, parecía de película.
Yo solo me limitaba a ver a mi madre romper en lágrimas y a Anna abrazándola. Solo lograba ver la espalda de mamá, pero veía con claridad el rostro de Anna.
Mi madre preguntaba: "¿qué ocurrió?, ¿por qué está Ashley muerta y nosotras heridas?".
Yo quedé en puro shock por la mentira que le contó Anna... y enmudecí. Ya no había nada que yo pudiera hacer.
Anna sacó su mano ensangrentada de la espalda de mi mamá y simplemente colocó su dedo índice sobre sus labios como señal de que no hablara. Con el semblante inescrutable, sin dar lugar a objeciones. Mamá no vio el gesto porque estaba de espaldas y yo simplemente asentí.
Agaché la mirada un momento y un dolor profundo me inundó. Desvié la mirada al rostro desfigurado de Ashley, sus ojos verdes abiertos parecían más oscuros por la penumbra, un viento frío me hizo temblar de repente, cerré los ojos y me dejé arropar por la inconsciencia.
Anna mató a Ashley.
Si yo hablaba, Anna me mataría a mí.
Anna le mintió a nuestra madre.
Anna es una asesina.
Anna es mi hermana.
Mi hermana es una psicópata.
Nunca había sentido tanto miedo hasta ahora.
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Mi hermana es una psicópata ©
Horror| Libro I de la trilogía "Ojos Oscuros" 🔪| El odio, la envidia y el rencor son la fórmula perfecta para el desastre. Estos oscuros sentimientos transformaron a una adolescente en una asesina sedienta de venganza hacia quién menos te lo imaginas. Y...