8. Solas

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Maddie

Volví a subir las escaleras camino al segundo piso decidida a buscar a mamá en su habitación, pero cuando llegué a esta me encontré con la horrible sorpresa de que ella no estaba.

Bajé a la cocina y había una nota adhesiva pegada en la puerta de la heladera. La tomé y la leí:

"Acompañé a Cecilia a su casa y pasaré la noche con ella. Cuiden a Ashley y no se metan en problemas.

Las quiere, mamá."

Solté un gran suspiro que terminó siendo un bostezo. Estaba más que cansada. Cansada de no ser tomada en serio por ser joven, estoy cansada de pelear con Anna. Estoy cansada de todo.

Subí a mi habitación, me recosté a un lado de Ashley y después de unos minutos quedé profundamente dormida.

~*~

Cerré la heladera y tomé un vaso para llenarlo con jugo. Saqué la tostada lista y subí a mi cuarto con todo en una bandeja para Ashley.

Anna se había ido temprano a caminar. Mamá llamó diciendo que ayudaría a tía Cecilia en lo que necesitara ya que hoy saldría de la ciudad con Mario -su esposo- por negocios.

Lo que significa que estaremos solas todo el día.

Solas... Y sé que Anna querrá aprovechar eso.

A veces siento que está en todos lados, aunque ella no esté aquí...

¿O sí lo está?

~*~

- ¿Hiciste lo que te pedí? – miré a Anna entrecerrando los ojos.

- ¿Hacer qué? – ésta solo rodó los ojos... se veía pacífica y eso me preocupaba, era mejor verla alterada. Pacífica eran malas noticias. podría estar planeando el fin del mundo.

- Sacar a esa niñita sobrevalorada de aquí... –dijo chasqueando la lengua y notándose un tanto fastidiada.

- No... Y no lo haré. - ya no iba a tolerar su actitud, en serio que me estaba cansando. Ya no parecía ser una broma como creí al principio.

- ¿Estás segura? - replicó conteniendo una risa burlona.

- Sí.

- Bien. Anoche me dijiste que querías jugar. Bueno, pues el juego inicia ahora. Tienes una hora para deshacerte de ella, o si no, jugaremos a cazar al ratón, y adivina quién es... -su sonrisa cínica se ensanchó.

Ya sabía que se refería a Ashley.

- No lo haré -sentencié.

- Muy bien, su perdición caerá sobre tu conciencia. Estamos solas... y esta vez, mamá no vendrá al rescate. -parecía estar muy segura de ello, de realmente estar hablando en serio. No era ningún juego.

Ella tenía razón. Estábamos solas y nadie vendría al rescate si de verdad lastima a nuestra prima.

Hoy es el día. O muere Ashley o muero yo.

¡Pero qué absurdo! ¿Qué tonterías estoy pensando?

Anna no me haría daño, ¿cierto?




Mi hermana es una psicópata ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora