🏐10 No Riyū 🏐- Sakusa Kiyoomi✔

🏐Razón 8🏐

Matrimonio.

Esa palabra que para muchas seguramente era un sueño que querían cumplir, mientras que para otras era simplemente un martirio como a mi en este caso.

Odiaba sinceramente lo que estaba pasando ahora en mi vida. Si explicará la situación sería de esta manera.

Mis padres eran empresarios por lo que arreglaron como benefició, un matrimonio de mi con el hijo de otros empresarios. Parece un chiste pero era verdad.

Aún me acuerdo perfectamente el día que me lo dijeron, ese enserio había creído que sería el mejor de mi vida pero dio un giro infernal el cual lo arruinó.

Ese día, justo catorce de febrero, había tomado el valor para confesarme ante Sakusa, vaya grande había sido mi sorpresa cuando el me correspondió.

Estaba tan feliz que habíamos arreglado para decirle a mis padres de aquello y luego ir con los de él, sabía perfectamente que mis padres lo aceptarían, pero al llegar a casa todo se derrumbó.

Habían dos personas adultas y un chico de mi edad. Ambos vimos a todos los presentes quienes dirigieron su mirada a mi y al rizado.

Cuando me explicaron contigo a mi lado que sucedía, hice todo el esfuerzo por no llorar, simplemente vi como sonreía y me felicitabas. Era buen o que llevarás un tapa bocas para no ver tu gesto.

Te fuiste de mi casa y prometiste que me mandaría un mensaje luego. No lo hiciste hasta después de un mes, un mes en el cual no nos dirigimos palabra alguna hasta que nos rendimos y prácticamente fuimos corriendo al otro.

Ahora miraba todo a mi alrededor, empacando en diferentes cajas, sería mi último día de escuela en esta preparatoria y sería raro no hablarle.

Cuando llegue a la escuela Anna me molestó prácticamente todo el día, preguntando el porque estaba tan decaida y queriendo saber como me había ido en la cita con Sakusa.

¿cómo le decía que había sido la más feliz y triste que tuve en mi vida?

- Sigo sin saber por qué no pueden estar juntos. Vas a explicarme, ya que las razones parecen más bien excusas- dijo la rubia mirándome desde el otro lado de la mesa.

- Voy a casarme- dije con desgana, prácticamente a los segundos escupió el agua que iba a tomar y me miro con los ojos abiertos como platos.

- ¿¡Qué?!- pregunto impresionada.

- Si, es un matrimonio arreglado por mis padres- dije encogiendome de hombros. No dijo nada, y tampoco tocó el tema lo cual agradecí.

Fue inusual el ver a Sakusa el cual pasaba de mi como si no existiera, sólo me lo crucé una vez lo cual agradecía fervientemente.

El camino a casa fue más largo de lo usual, caminaba sola mientras el sol oscurecia, podía recordar fácilmente aquella vez luego de reconciliarnos.

Habíamos planeado el escapar para poder estar juntos, fue una idea ingenua luego de que nos acordaremos el hecho de que ambas familias, la mía y la de mi prometido tenían dinero para buscarme por tierra, agua y aire.

Nos dimos por vencidos.

Fue, creo que la primera vez que nuestras almas competitivas se rendían antes una prueba.

Y fue...algo doloroso cuando aceptamos el destino que teníamos ambos, tal vez no éramos almas predestinadas por el hilo rojo...solo...nos confundimos.