🏐Razón 10🏐

3.9K 490 98
                                    

Nueve años después

Miraba atentamente el partido que se transmitía por la pantalla de la televisión. Se jugaba la final de Voley de los juegos Olímpicos.

Japón vs Estados Unidos.

Siempre que miraba estos partidos me ponía sentimental, sólo verlo a él jugando luego de seguir su carrera como deportista profesional me alegraba.

No nos habíamos comunicado o visto luego de que me fui de Japón hacia nueve años atrás, perdí los contactos de Komori y de Anna también por lo que no sabía nada de sus vidas.

Ahora sola tirada en el sillón de aquella casa me sentía sola. La puerta sino indicando que alguien entraba y la voz conocida de un hombre se escuchó.

- Ya estoy en casa- dijo Nate. Dejó su maletín y abrigo y fue directo a la cocina- ¿quien va ganado?- pregunto mientras se servía un vaso de jugo.

- Japón con diferencia de cinco- conteste, me hice a un lado y permití que se sentará a mi lado en el sillón mientras seguíamos con los ojos en la pantalla.

- Son buenos- alago. Sólo asenti ante lo dicho.

- Quiero el divorcio- hable para luego mirarlo, este se quedó medio petrificado en su lugar cuando lo dije.

- ¿Qué? - pregunto.

- Ya lo escuchaste, además, no puede dejar a Emily esperando tanto tiempo por ti...¿o Si?- dije con algo de diversión.

- Yo...

- Es una buena chica, además de que es muy hermosa- mencioné con diversión, saque de una pequeña maleta que tenía los papeles para que firmará- sólo debes firmar, iremos al jurado y listo, estas libre para casarte con ella- explique con simpleza.

- Enserio, te aprecio mucho- susurro con una sonrisa, tomó el bolígrafo que tenía en su bolsillo y firmó.

- Espero que me inviten a su boda- dije mientras lo miraba levantarse para salir con una sonrisa en su rostro.

- obvio, serás a la primera que invitemos- se notaba la felicidad que irradiaban sus ojos- ¿y tu que harás?- pregunto colocándose su abrigo.

- Volveré a Japón- respondí sonriendo- quiero volver a contactarme con unos amigos- respondí con simpleza, me levanté del sofá y fui hasta la puerta para verlo a punto de irse.

- Quieres contactar a tus amigos...¿o encontrarlo a él?- dijo divertido señalando el televisor, mire con duda y se veía perfectamente cuando le entregaban las medallas de oro a los jugadores de Japón, y en ese momento se la estaban entregando a Sakusa.

Sonreí y asenti.

- Si, tienes razón- dije.

Pasaron varios días en los cuales fueron algunos trámites por el divorcio. Por fin ya me había separado y me encontraba esperando a que mi vuelo a Japón saliera.

Cuando llegue a Tokyo, fue muy nostálgico y sinceramente habían muy pocas posibilidades de que me cruzará con alguno de mi vieja preparatoria.

Caminaba tranquila cuando escuche el leve llanto de un bebé, gire a la dirección de la que provenía el llanto, y me encontré con una cabellera rubia la cual reconocí de inmediato.

Me acerqué y le toque el hombro, ella se dio vuelta y abrió sus ojos como platos al verme. Sus ojos se cristalizaron al igual que los míos, dejó al pequeño que ya no lloraba en su carrito.

- No puede ser- dijo feliz para abrazarme, le correspondía con una sonrisa, se separó y me miro de arriba abajo- no puedo creer que estés aquí-dijo susurro.

- Yo tampoco- conteste sonriendo.

- Ven, debemos ponernos al día- dijo para luego tomar el carrito con el bebé y empezar a caminar, la seguí y entramos a una cafetería.

Hablamos de muchas cosas que habían pasado en estos nueve años, me fui a los diecisiete y volví a los veinti seis, y sinceramente muchas cosas sucedieron.

- Entonces se casaron- dije con diversión, la vi sonrojarse y asentir- y ahora tienes a esta criatura preciosa- dije alzando al pequeño bebé en mis brazos.

- Si, cuando Komori me lo pregunto casi me desmallo de la emoción- contó, sonreí y miraba al pequeño al cual le había empezado a crecer el cabello- Por cierto, nunca pude terminarlo...

La mire extrañada y ella de su bolso saco un pequeño papel viejo y arrugado en el cual habían diez números, todos estaban llenos exceptuando el décimo.

- Yo...nunca encontré la décima razón- susurro con la cabeza gacha, le sonreí y negué, tome el papel y lo mire leyendo todo lo que había escrito.

- Nunca hubo diez razones, como verás son más excusas que otra cosa, eso me dijiste hace nueve años atrás- hable divertida- la única que podría contarse como válida sería la ocho, que yo me casaría con alguien más- explique.

-¿Entonces por que? No encontré en todo caso la excusa número diez- dijo divertida.

- Dije diez por no decir nueve, además es un número más bonito- excuse, era cierto.

- Entonces me mate buscando por años para nada-dijo un tanto enojada. Me reí.

- perdón- me disculpe, luego levanté la mirada y ella me miraba expectante, como esperando que le preguntará algo, cuando la pregunta salió de mis labios sin mi consentimiento- ¿Sabes algo de Sakusa?

- ¡Ya te estabas tardando mujer!- se quejó y tomó al pequeño bebé en sus brazos- se muchas cosas de él, pero creo que deberías de preguntárselo tu misma- hablo para luego pasarme el papel con las diez cosas escritas, atrás había anotada una dirección- ve y pregúntale.

- ¿Qué? Yo...yo no estoy lista- susurre dejando el papel en la mesa. Me tomo de las manos y me miro a los ojos.

- Si lo estás, ahora ve, antes de que te lleve yo misma- mando como si fuera mi madre, me levanté y tone el pequeño papel.

Mi corazón latía demasiado y más sabiendo que la dirección no era muy lejos de aquí, mordi mi labio inferior nerviosa.

- ¿Y si no quiere verme?- pregunté con miedo.

- Amiga, lo que más quiere en el mundo es verte- no lo pensé más y asenti.

- Gracias- susurre con los ojos cristalinos.

- Ya, ve a buscar a tu jugador de Voley- hablo prácticamente echándome. Asenti y salí de la cafetería, mire la dirección y comencé a correr hacia donde era.

Pase varias cuadras y choque con muchas personas, pero no me importó sinceramente, seguí corriendo hasta que doble en una esquina demasiado rápido que no me Di cuenta que una persona iba a doblar chocandomela.

Ambos caímos al suelo con el o ella arriba mío.

- Yo lo siento, iba demasiado apurada y ...- frene de hablar cuando lo mire, sus ojos chocaron con los míos mientras que parte de su cabello medio largo tocaba levemente mi frente- Saku...

No termine de hablar ya que se quito el tapa bocas y unió sus labios con los míos. Un beso desesperado y lleno de necesidad se desató entre ambos.

No nos importó que estuviéramos en el suelo o en medio de una zona pública, eso fue lo de menos cuando nos separamos por la falta de aire. No me acordaba cuando había empezado a llorar y sentí que el también lo hacia cuando escondió su rostro en mi cuello.

- Te extrañe- susurro.

- Y yo a ti- dije con una sonrisa.

******
Habrá un epílogo, seguramente lo publiqué mañana:v

🏐10 No Riyū 🏐- Sakusa Kiyoomi✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora