Tras su renconciliacion debieron hablar de muchas cosas, antes de continuar su relación donde la habían dejado.Cuando David se enteró de su regreso se emocionó demasiado, aunque también Joaquín habló con él aparte de todos, diciéndole que no podía enojarse con su hermano por lo que pasara en su relación.
El día de hoy Joaquín había invitado a los hermanos a su casa para pasar un rato, ya que sus padres se habían ido a un fin de semana solo para ellos, lo cual no le molestaba, pero se podría decir que tenía miedo, ya que siempre que estaba solo escuchaba ruidos raros y quería evitar todo eso.
Se escuchó el sonido del timbre por toda la casa, por lo que el castaño camino con gran emoción hasta la puerta, sonriendo ampliamente al ver a su novio y a David, dándoles el paso de inmediato.
— Hola, bebé —susurró el rizado dejando un corto beso en los labios abultados de su pareja.
— No soy bebé —reprochó Joaquín como era costumbre desde que el mayor comenzó a decirle ese apodo hace un par de días.
— Si lo eres —musitó Emilio sonriendo ampliamente, caminando a sentarse junto a su hermano.
El castaño soltó un suspiro, remarcando su puchero inconscientemente, él no era un bebé. Justo cuando estaba por irse a sentar con los demás, el timbre volvió a sonar.
— ¿Esperas a alguien? —intrigó Emilio, al ver la sonrisa de su hermano y pareja.
Joaquín abrió la puerta, dejando pasar de inmediato a Marcó mirando, como el rizado fruncía el ceño de inmediato, causándole bastante gracia por su papel de hermano celoso.
— ¿Emi? ¿Puedes venir? —pidió el castaño al ver como el mencionado iba a decir cuando Marco se acercó a David.
Emilio caminó hasta la cocina acompañado del castaño, mientras fruncía su ceño.
— Yo sé que te molesta, pero no puedes evitar que ellos se quieran o intenten algo —susurró Joaquín acariciando la nuca de su pareja intentando relajarlo— Además mira el lado bueno, Marco es alguien increíble y le pide permiso para todo, ya que no quiere incomodarlo —dijo señalando a los jóvenes.
El rizado miró encontrándose con su hermano sonriendo ampliamente, mientras que Marco le acariciaba la mejilla y como le pidió permiso para darle un beso en la frente.
— Son muy lindos, David merece a alguien que entienda su trastorno y sobre todo lo cuide —susurró el castaño— Piénsalo de esta manera, ellos merecen vivir un amor y ambos sabemos que Marco es la persona ideal, aunque claro eso solo les corresponde a ellos.
— Está bien, pero aun así hablaré con Marco y los tendré vigilados —murmuró Emilio.
— Eres imposible —comentó riendo Joaquín.
El rizado solo sonrió antes de tomar de la cintura a su pareja, para unir sus labios, sonriendo ampliamente mientras movía sus labios con suavidad.
— Te amo —comentó Emilio al separarse.
— Yo más —susurró el castaño, sonrojándose un poco— Anda vamos a ver una película— de inmediato lo detuvieron para evitar que saliera de la cocina.
— Antes de que te vayas, quiero que me digas por fin ¿qué te dijeron tus padres, cuando terminamos y después regresamos? —preguntó el rizado, ya que tenía demasiada curiosidad.
— Emi —mencionó Joaquín, para dejar el tema ahí, pero al ver la expresión de su novio, decidió ceder un poco— En realidad nada, solo me dieron su apoyo cuando me sentía muy triste, se podría decir que de alguna manera te entendían, pero aun así no les gustó verme así. Y cuando les dije que regresamos, solo me desearon suerte y que hablara contigo de que no se iba a poder estar terminando y regresando cada vez que quisieras —contestó.
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La Oportunidad De Amar Con Margaritas
FanfictionUn amor y tranquilidad por las margaritas, provoca que Emilio conozca por primera vez a una persona que quiera y acepte de quien que ha cuidado, procurado desde siempre. Logrando que quizá se dé una oportunidad.