La relación de los jóvenes iba demasiado bien, en su relación. Se veían diario, ya que Emilio había tomado la costumbre de pasar a la hora de almorzar para estar con el castaño en la florería y por supuesto que también con su hermano, de hecho justo hoy cumplieron tres meses de relación.En realidad no habían planeado nada en específico solo quedaron de verse en el departamento, para decidir que harían ahí, porque no solían salir del departamento pues el rizado no quería dejar solo a su hermano, a Joaquín no le molestaba en lo absoluto, pero a veces quería hacer algo diferente.
El castaño tocó el timbre del departamento y casi de inmediato la puerta fue abierta por Emilio, quien de inmediato le sonrió ampliamente, dejando un beso en su mejilla cuando pasó a su lado.
— ¿Cómo estás, lindo? —intrigó el rizado, cerrando la puerta cuando ya entró su novio.
— Estoy muy bien —contestó Joaquín, abrazado por la cintura a su pareja antes de darle un pequeño beso en los labios.
— Sabes que pude pasar por ti lindo —comentó Emilio.
— Y yo te dije que no era necesario, tome el trasporte para llegar, mi madre me ofreció el auto, pero sabes que no me gusta conducir —musitó el castaño, sonriendo tímidamente.
— Aún más razón para pasar por ti lindo —susurró el rizado.
— Ambos sabemos que era mejor que no, tú mismo me dijiste que David está más ansioso que de costumbre. Por cierto tú me dijiste que me dirías la razón —mencionó Joaquín, mirando a su novio directamente esperando la respuesta.
— No creas que no me di cuenta, que solo me dices para que me olvide de que no me dejaste pasar por ti —musitó Emilio, viendo una pequeña sonrisa de parte del castaño, dándole la confirmación de lo que dijo— Regresó un idiota que le hizo la infancia un infierno a David, por eso está así.
— No lo sabía, lamento que haya regresado —susurró Joaquín abrazando a su pareja intentando reconfortarlo un poco.
— Son cosas que no podemos controlar, pensamos que la terapia había ayudado y quizá si, pero el daño de alguna manera sigue ahí —musitó el rizado, soltando un pequeño suspiro— Pero aún no se me quita el que no me dejaste pasar por ti —recordó.
El castaño sonrió ampliamente, antes de tomar de la nuca a su novio uniendo sus labios, moviéndolos suavemente.
— Tramposo —susurró el rizado al separarse, escuchando la risita de su pareja.
— Felices tres meses cariño —comentó Joaquín con una gran sonrisa, recibiendo una mala mirada del contrario, por seguir evitando que siguiera diciéndole de por qué no le dejó pasar por él.
Honestamente el castaño, prefería dejar ese tema aún lado, no vivían nada lejos, así que no había ningún problema de venirse en trasporte o incluso caminando como lo ha hecho en varias ocasiones.
— Gracias, también feliz tres meses lindo. ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Ver una película? ¿Preparar algo para comer? ¿O qué? —intrigó Emilio con una gran sonrisa, olvidando por completo el tema, al final lo serviría de nada, además que tampoco era algo muy importante.
Justo en el momento que iba a hablar el castaño, se escuchó como alguien bajaba las escaleras por lo que volteó a ver, saludando a David.
— ¿Por qué no lo llevas a la exposición de astronomía que hay? Esta a un lado de la plaza comercial, sé que hay diferentes actividades—dijo David para su hermano.
— No, últimamente has estado más ansioso de lo normal, puede darte una crisis en cualquier momento y ambos sabemos que solo yo te puedo tranquilizar y no quiero correr ese riesgo —reprochó Emilio rápidamente.
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La Oportunidad De Amar Con Margaritas
FanfictionUn amor y tranquilidad por las margaritas, provoca que Emilio conozca por primera vez a una persona que quiera y acepte de quien que ha cuidado, procurado desde siempre. Logrando que quizá se dé una oportunidad.