-Katana-

290 21 1
                                    

Damian estaba recostado en una cama hecha de varias sábanas dobladas una sobre otra.
El dormía, pero el ruido exterior lo mantenían un tanto despierto, y con el dolor muy latente en su ojo.

El escuchaba las espadas, los gritos, sentía la sangre correr como lágrimas, siendo esta lo bastante espesa cómo para dar comezón.
Cómo un susurro en una tormenta de lluvia destructiva podía escuchar la voz de su madre.
Alguna vez en su niñez, el escuchó cantar a Talia, pero en un lugar apartado de Ra's, ya que a este no le gustaba que sus hijas cantaran.

Afuera de la cabaña.
Una mujer de facciones orientales sostenía una espada, una katana, con la hoja brillante cómo el sol mismo.
Raven esperaba afuera de la cabaña, exactamente en la puerta mientras la mujer con ropas para el frío veía al horizonte, nieve cayendo en las montañas y un poderoso rugido de hielo que gritaba una súplica, obligando a los hombres y mujeres mantenerse cerca de una fogata.
La mujer de la espada, de nombre Tatsu Yamashiro portaba una hombrera de una armadura samurái, sobre su abrigo color gris de tela gruesa, debajo portaba una pechera color rojo, con placas de color amarillo protegiendo su busto, cuello y abdomen.
En su pantalón tenía una espada más pequeña atada a su cinturón y pierna derecha, más la funda de la espada que sostenía.
Ella con la mirada fija en las montañas y lamiendo sus labios susurraba a espada...

__Watashi no salai no Maseo. Kono keshiki wa, watashitachi ga gogo ni barukonī de kokonattsuu~ōtā o nonda hōhō o takusan omoidasa semasu.
Unmei ga watashi kara betsu no hi o kakete, saishūteketini anata to issho ni iru koto o negatte imasuga, watashi kara anata o tsurete itta monsutā o owaraseru maede wa arimasen.

"Mi amado Maseo. Esta vista me recuerda mucho a como pasábamos la tarde bebiendo agua de coco en nuestro balcón, ojalá el destino me quite otro día de los que me quedan para finalmente estar contigo, no sin antes acabar con el monstruo que te arrebato de mí"

Tatsu guardo la espada y se dirigió a Raven.
A un costado de dónde Raven estaba sentada había un caldero sobre una fogata, estaba lleno de té de hiervas el cual sirvió en dos tazas, una se la dió a Raven y la otra se la quedó.
Ella se sentó al otro extremo de la puerta, frente a Raven.
La joven no dejaba de ver a Damian a través de la puerta emparejada.
Tatsu solo veía a Raven, la cual toleraba muy bien el calor del té al beberlo.

__¿Qué pasó?__ Preguntó Tatsu viendo la gema de Raven, además de verse cansada.

__Fue atacado.

__¿Un animal?

__Un hombre.

__No hay diferencia... Esa armadura, la que llevaba puesta, es del regente de estas tierras, uno que acaba de ser derrotado.

__No soy de por aquí... Apenas llegué hace un par de días.

__Pues llegaste en mal momento... Por tu gema, supongo que eres a la que hacen llamar Raven.

__Si ¿Cómo sabes eso?

__Estuve en occidente por años, aunque me crié en este continente, años más sencillos.

__¿Quién eres tú?

__Me conocían como Katana... Pero dejé ese nombre atrás, soy solo Tatsu Yamashiro... ¿Tu nombre en serio es Raven? ¿Cómo el ave?

__Tenia otro nombre... El y yo lo inventamos un día cuando éramos jóvenes, tenía que inventar un nombre y un apellido... Era Rachel Roth.

__Parece que se conocen desde hace mucho... Se de éso... Alguna vez miré a alguien cómo tú lo miras a él, pero creo que por sus heridas y cosas que se de por ahí, debo de decirte que agradezcas a tu dios de que ese animal no lo haya acabado.

Long Live The BatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora