Jimin alguien de 21 años que antes era un chico delicado, dulce, amable, y cariñoso, ahora es alguien que no tiene estabilidad financiera, ni familia, ni felicidad, frío, y solo, lo único que todovía conserva es su amabilidad y inocencia. ¿Como? p...
Ya había pasado una semana, Jimin parecía estar mejor, su ánimo estaba mejor que la semana pasada, antes solo de dedicaba a encerrarse en su cuarto y solo salir para comer, Yoongi dijo que era normal que haga eso, pues toda su vida estuvo viviendo solo, y quizás con este cambio drástico se tardaría en acostumbrar, pero todo parecía yendo muy bien esta semana, su alimentación también estaba bastante estable, si bien algunas veces vomitaba no siempre ocurría, y noté que ahora hablaba cómodamente cuando me dirigía la palabra, pero eso solo pasaba conmigo, cuando algunos inversores llegaban en casa, él la pasaba en su cuarto y no salía hasta que las personas desconocidas se hayan ido, de hecho tenía que mandar a las mucamas para que deje el almuerzo y cena en su cuarto.
Me encontraba revisando unos documentos de la empresa, estaban recién hechos, por lo que no podían tener información errónea, estuve así unos minutos, hasta que recordé que tenía que llamar a Nam para acordar cuando tendríamos nuestra pequeña junta, por lo que cogí mi celular y marqué el numero correspondiente, a los dos pitidos contestó.
-Jungkooook, estaba por llamarte, creo que me llamaste por la misma razón por la que pienso- dijo al otro lado de la línea, no sabía cual era su razón por casi llamar y no me importaba.
-No se cual es tu razón, pero necesitamos acordar el día en el juntamos el equipo-
-Esa era mi razón igual idiota, hoy y mañana estoy ocupado con Jin y la empresa, ¿que tal pasado mañana?-
- Bien, me parece bien, te encargas de avisar a los otros, y si se oponen delies que los voy a dejar en bancarrota, nos vemos en mi hogar a las....¿ te parece a las diez de la mañana, y se quedan para almorzar?- dije
-Sip, bueno... te veo pasado mañana, y si avisaré SI YAA VOOOY, oye me tengo que ir, me atrasé en el trabajo por estar con Jinie, avisaré a los otros, cuelgo- segundos después colgó, y yo me dispuse a completar mi trabajo anterior.
Pasaron las horas estaba concentrado en hacer un informe para corregir los documento recién entregados, nada me podía sacar de la burbuja de concentración en la que estaba, hasta que un fuerte grito resonó en mis oídos, me paré tan rápido que sentí un pequeño mareo, pero eso no importaba porque el grito venía de la habitación de Jimin, corrí, corrí como nunca lo hice en mi corta vida, azoté la puerta de la habitación del pequeño, lo vi parado sobre la cama, con uno de los libro que le compre para pasar el tiempo en sus manos, lo apretaba bien fuerte.
-¿Q-que pasó?- pregunté entre jadeos, lo vi voltear en mi dirección, en su mirada había miedo.
-E-es que... ¡hay un insecto en la habitación!, estaba leyendo, cuando la cosa asquerosa vino volando hacia mí y se poso en mi hermoso libroooo- dijo desesperado, que alivio que no le había pasado nada, pero debía admitir que en esa posición se veía como un pollito asustado, se veía tierno.
-¿puedes sacar al insecto?, esta en el marco de la ventana- continuó, aparté mi mirada para ver a aquel insecto, y como mencionó Jimin estaba en el marco de la ventana, no era tan grande, creo que era una pequeña avispa, me acerqué al insecto, agarrando uno de los libros de Jimin en camino, y silenciosamente me posicioné a su lado, y con fuerza azoté al insecto, voltee mi mirada para ver a Jimin, que parecía perturbado. Se acercó a mi con pasos firmes y me dio un golpecito en el hombro, parecía enojado, seguramente no quería matar al insecto, sólo liberarlo.
-¿Te das cuanta de lo que hiciste?- yo negué con la cabeza- arruinaste mi hermoso, valioso libro- dijo para volver a la cama y sentarse en ésta, solté una risita por su actitud, hace una semana me dejaba tomar todas las decisiones y ahora hasta parecía que me mandaba.
Y como el diablillo que era, saqué el libro, viendo la avispa aplastada, la cogí por los extremos de su pata, y la acerqué a Jimin. Este al verla chilló agudo, con ese grito podría romper mis tímpanos.
-AAAAHHH JUNGKOOK SACA ESA COSA ASQUEROSA- entre risitas tiré al insectos fuera de la ventana, y estallé en carcajadas, vi de reojo a Jimin y estaba con el ceño fruncido lo que me dio más risa, unos minutos después lo vi sonreír para después también soltar una carcajada. Nos calmamos y nos dirigimos al comedor para cenar, hoy era un día para celebrar el cambio de Jimin, por lo que pedí a la cocinera que prepare Sopa de Pollo al Ginseng y Ramen casero, observé a Jimin, que tenía una mueca de sorpresa, si no cierra la boca puede que le caiga baba, pero me alegro que le haya gusta mi sorpresita.
-¿Porque tanta comida?- me preguntó sin despegar su vista de la comida.
-Vamos a celebrar tu cambio- me vio con confusión, por lo que le decidí explicar -pues ahora tu actitud ha cambiado, fue difícil pero lo conseguiste- dije con una gran sonrisa plantada en mi rostro.
Me devolvió la sonrisa y nos dirigimos a la mesa y empezando a comer y charlar. Terminamos de comer, y lo que más me preocupó fue que creo que Jimin haya comido en exceso, y mis dudas salieron, puesto que tarde en la noche escuché arcadas, era fácil escuchar, porque en la casa siempre era silencioso, y sólo mi habitación era aprueba sonido, yo quise que Jimin tenga lo mismo que mi habitación por este tipo de situaciones, me paré de la cama y preocupado me dirigí a la habitación, y luego a su baño, y ahí estaba tirado en el suelo con unos rastros pequeños de lágrimas y ojos cerrados.
-Te había dicho que comieras lo que pudieras- dije con cariño acercándome a el para seguidamente ayudarle a que se parara.
-No pude evitarlo... la comida fue una delicia- dijo con una sonrisa sincera pero cansada.
Suspiré por su actitud, no me molestaba, pero tenía que aprender a controlarse, le ayudé a cepillarse, y luego lo dejé en la cama, hablamos un rato, para traer de vuelta el sueño interrumpido de Jimin, un rato después se quedó dormido, acomodé las mantas sobre su cuerpo, le di un besito en su frente y me retiré, llegué a mi cuarto y me dispuse a dormir al igual que Jimin.
Hoy fue otro de los muchos días increíbles que he tenido al lado de ese pequeño y tierno ser.
Buenas noches pequeño.
Comida de la cena:
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