🌹🌹15 장🌹🌹

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Maratón 3/3

Narra Jungkook 

Desperté por los rayos de sol que se reflejaban contra mi cara, maldije mentalmente por no haberlos cerrados, intenté moverme un poco, pero algo o mejor dicho alguien no me lo permitía, me giré un poco y vi el cuerpo de Jimin recostado sobre mi hombro, los dos estábamos desnudos, por lo que pude las marcas y chupetones que le había dejado, veía todo su torso recordando lo que la noche anterior acabamos haciendo, sonreí por ello. Escuché a Jimin soltar unos quejidos por los rayos de sol, se removió, se volteó y terminó abrazándome, le acaricié la cabellera rubia que poseía, por aquella acción Jimin se acercó más a mi mano, como si estuviera pidiendo que lo acaricie más.

-Mmmh~- se quejó y de a poco fue abriendo sus ojitos.

-Buenos días algodón de azúcar- dije con una sonrisa de oreja a oreja.

Soltó un risita, -¿cuantos apodos piensas ponerme?- preguntó apegándose más a mi.

-Oh, no te preocupes que tengo millones sólo para ti bebé- 

-Ojalá los utilices, buenos días- un notable sonrojo se instaló en sus mejillas.

-Vamos, tenemos que ducharnos, después de lo que hicimos la noche anterior dudo que no te quieras bañar-

Vi a Jimin bajar su cabeza, unos segundos después la levantó bruscamente, me reí un poco por la acción, Jimin había recordado lo de anoche, y eso quería decir que recordó todas las cosas que hizo por su cuenta.

-Aayy, mira tu carita rojita- dije en modo divertida, él escondió sus mejillas con las manos, me reí ante la acción, él igual lo hizo.

Cuando se calmó retiró sus manitas de su cara, me levanté de la cama, él me siguió, me di vuelta para dirigirme con él hasta el baño, pero paré toda acción, cuando escuché un golpe seco, y un chillido, me volteé bastante preocupado, vi a Jimin en el piso tirado con la espalda apoyada en la cama, me acerqué rápidamente y lo ayudé a sentarse en la cama.

-Aish, no sabía que era verdad que dolía tanto después, o sea antes se sintió muy bien y ahora duele a horrores- lo último lo dijo en un susurro avergonzado.

-Espérame aquí, ya vengo, voy a traerte algo para ese dolor- dicho eso, me puse unos pantalones y una bata que la conseguí en el baño y me dirigí casi corriendo a la cocina.

Le pregunté a una de las mucamas s podían darme unas pastillas para el dolor, ellas asintieron, fueron por ella, una vez me la dieron me apresuré en llegar a la habitación, Jimin estaba en el mismo lugar, como si no se hubiera movido ni un centímetro, probablemente tratando de asemillar el dolor que sufría, me acerqué y le extendí la pastilla, él la tomó, me dirigí a una pequeña mesa situada a un costado del armario, ahí es donde las mucamas siempre me dejaban agua o leche, vertí un poco de agua de un vaso que saqué de un cajón y volví a Jimin, el metió la pasilla en la boca y con la ayuda del agua se tragó la pastilla haciendo una mueca.

-De verdad no quise ser rudo, lo siento- dije avergonzado.

-No es tu culpa, recuerda que yo era el que pedía por mas- dijo con una sonrisa y mejillas rosadas.

Asentí y cargué a Jimin, lo deposité cuidadosamente en el pequeño sillón que había, abrí el grifo para que la bañera se llenara con agua caliente, una vez listo metía una de las muchas bombas que se encontraban ahí, ésta era especialmente para relajar los músculos, y dejé que su espuma se esparciera en todo el espacio. 

Una vez lista coloqué a Jimin dentro de la bañera, vi que sus tensos músculos se fueron relajando al tocar el agua, éste cerró los ojos, por lo que aproveché en quitarme la ropa igual. Una vez desnudo me fui adentrando a la bañera, apenas Jimin sintió el agua mover, abrió sus ojos de golpe.

--E-espera, ¿que haces?-- preguntó avergonzado.

-¿Que no es obvio?, voy a bañarme contigo mochi- 

Me adentré completamente, la bañera era bastante grande, como para cuatro personas diría yo, por lo que no hubo problema alguno para que quepa, Jimin estaba en una punta y yo en la otra, por lo que lo tomé delicadamente del brazo y lo atraje hacia mi, así quedando yo atrás de mi pequeño y Jimin en mi pecho, que de a poco fue recostando su cabeza en mi hombro.

Así duramos unos minutos, después nos aseamos y luego salimos, nos pusimos bata y nos recostamos en la amplia cama, yo decidí trabar ahí, por lo que cogí mi laptop y me dispuse a hacer lo que me correspondía, en cambio Jimin se fue a su habitación y volvió con un libro, se recostó junto a mi y empezó a leer

Unas horas pasaron, y recordé que Jimin no había comido nada, ni la cena, yo estaba en la mismo situación, pero Jimin no estaba en estado como para que se saltara las comidas, me paré, instantemente recibiendo la mirada de Jimin hacia mí-

-Voy a traer algo para comer, no has cenado- dije dirigiendo hacia la puerta mientras lo veía.

-Bien, no te tardes Kookie~-

Bajé las escaleras, me dirigí hacia la cocina y me preparé un sándwich de Nutella y bananas, y para Jimin, también le hice uno, pero con queso, jamón y lechuga, cogí dos leches de banana y me dirigí nuevamente a la habitación, traté de abrir la puerta pero me era imposible, porque mis dos manos estaban ocupadas sosteniendo la bandejas con los alimentos, suerte mente unas mucamas pasaron por mi camino y me ayudaron a abrir la puerta, les di las gracias y me adentré, cerré la puerta tras mío, y me dirigí a la cama, me senté depositando la bandeja, le di el plato correspondiente y la leche a Jimin, él bajo su libro después de marcar donde había quedado, agarro el plato y la leche la dejó en la bandeja.

-Gracias por la comida- dijo, él había aprendido a agradecer, pues me había dicho que había notado la mucha diferencia existida entre cuando vivía solo y ahora conmigo.

-De nada- dije con una sonrisa.

Empezamos a comer, al terminar Jimin se ofreció en devolver los cubiertos en la cocina, yo acepté a regañadientes, se retiró de la habitación y volvió unos minutos después, se sentó nuevamente junto a mi y empezó a leer su libro y yo volví a trabar. Y así pasamos el día entre besos, caricias, lecturas y trabajos, el almuerzo y la cena la comimos en mi habitación, esta noche dormimos juntos nuevamente, pero nada más que eso, porque notaba que a Jimin le seguía doliendo la cadera, puesto que se movía lentamente mientras se quería acomodar. Puede ser que para algunas personas este tipo de día pareciera aburrido, pero Jimin y yo la pasamos increíblemente increíble.

Tus imperfecciones te convierten en el hombre perfecto.


안녕
Annyeong

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🌹 ↫S̷u̷e̷ñ̷o̷s̷ R̷o̷t̷o̷s̷↬🌹 (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora