Jimin alguien de 21 años que antes era un chico delicado, dulce, amable, y cariñoso, ahora es alguien que no tiene estabilidad financiera, ni familia, ni felicidad, frío, y solo, lo único que todovía conserva es su amabilidad y inocencia. ¿Como? p...
Jimin ya le habían dado de alta del hospital, ahora se dirigían a la casa de éste para, como había dicho Jungkook, recoger sus pertenencias, el menor insistió en caminar, y Jungkook sin protesta hizo caso, pues no quería que la situación volviera a ocurrir.
El hospital no quedaba tan lejos de la dichosa casa de Jimin, por lo que no tardaron en llegar a su destino, al llegar, Jungkook se sorprendió de cómo lucía donde vivía Jimin, parecía una pocilga, se calmó al tener la idea de que Jimin ya no tendría que vivir ahí y tendría una mejor vida con él.
Al parecer Jungkook tuvo que pedir uno de sus trabajadores -así les llamaba a los que trabajaban en su casa para limpiar y ordenar- para que les trajera una maleta, por que Jimin parecía no tener una. Cuando la habían traído, el mayor ayudó a Jimin sus pertenencias, que sorprendentemente eran pocas, ya que todo lo que Jungkook vio fueron, cinco pares de pantalones, pero estaban o manchados o desgastados, unas que otras camisas, y un traje que era lo único que estaba en un estado maravilloso, mientras ayudaba a Jimin guardar sus cosas, hizo una lista mental de lo que debía comprar para él, como ropa, zapatos y cosas así.
Pasaron unas cuantas horas en ese lugar, para después ir hacia la mansión de Jungkook, que era el trabajo más difícil, ya que tenía que caminar, y el hogar donde el mayor vivía no era considerablemente cerca de donde se encontraban, y haciendo mini descansos llegaron donde vivía el mayor, Jimin al llegar se sorprendió por cómo lucía la casa, nunca había imaginado, él viviendo en este tipo de lugar, de hecho ni si quiera había imaginado este tipo de lugar.
Ambos estaba exhaustos por caminar, así que ambos se adentraron a la mansión color madera, mientras Jimin entraba fijaba sus tiernos orbes en todo lo que pasaba su camino, se ve como un pequeño cachorro con curiosidad fueron los pensamientos de Jungkook, que veía con una sonrisa plantada en sus labios mirando las expresiones de Jimin.
-Bien, fue un día largo, deberías darte un baño, te mostraré el baño, ven- dijo el mayor para seguidamente subir las escaleras con Jimin persiguiéndolo, recorrieron un pasillo, hasta llegar a una puerta color negra.
-Bien desde ahora en adelante esta será tu habitación- dijo mientras abría la puerta, el menor pudo ver la cama tamaño rey circular, dos mesitas de noche ubicadas a cada lado de la cama, un almario color celeste se ubicaba contra la pared a un lado de la habitación, y ni hablar del ventanal, era grande y sus bordes estaban pintados de dorado, al lado de la cama había otra puerta que era del igual color de la de entrada.
-Bien esa puerta que ves- apuntó con la mano la puerta negra -es el baño, puedes usar todo lo que esta ahí, tárdate lo que quieras, fuera de esta habitación, en frente está mi habitación, el color de puerta es igual al tuyo, negro ¿bien?- Jimin asintió con la cabeza, el mayor salió de la habitación, pero volvió a entrar unos segundos después. -Ah, me olvidé de decirte que en el en tercer cajón hay ropa, es de mi talla, pero te dejaron lo más pequeño que tengo, bien cualquier cosa que necesites estaré en frente- dicho eso salió.
Jimin se adentro al baño, éste era de color madera y negro con detalles grises, empezó con sacar sus prendas, para después llenar la bañera; en su casa tenía que esperar unos minutos para que el agua calentara, pero en esta no tenía que perder tanto tiempo, una vez llena, cogió uno de los muchos jabones que se ubicaban a un costado de la bañera, vertió el líquido en la tina, para luego adentra sus manos y remover el agua para crear espuma, una vez listo, se adentró relajando sus músculos, estuvo así unos minutos, después lavó su cabello con shampoo con olor a limón y vainilla, terminó de lavarse, salió y se secó, se colocó las prendas que le habían dejado, y efectivamente le quedaban grandes, pues la camisa le llegaba casi hasta los muslos y los shorts eran un poco más bajos que la camisa negra con las letras "ℋ𝒶𝓅𝓅𝓎" en el centro.
Jimin salió del baño ya relajado, iba a ir a buscar a Jungkook, pero éste apareció en la puerta como si el castaño leyera sus pensamientos.
-Bien, vamos a comer- dijo éste mientras se dirigía hacia Jimin lamiendo los labios por la imagen del pequeño con su camisa.
-No... tengo hambre- dijo el menor, pues era cierto y Jungkook lo sabía, pero Yoongi le había dicho que si quería que Jimin mejorara, tenía que comer, por lo menos un poco.
-Lo sé, pero tienes que comer, vamos- dijo, pero Jimin no se movió del lugar, no quería vomitar, se sentía muy mal cuando lo hacía.
-No, vamos- Jungkook le tomó del brazo a Jimin para bajar las mismas escaleras que habían subido, recorrer unas partes de la casa hasta llegar a la cocina, donde las cocineras los esperaban cerca de la mesa, que estaba llena de comida, Jimin pudo ver estofado, algunas verduras y kimchi.
Jungkook llevó a regañadientes a Jimin a la mesa, los dos se sentaron, Jungkook empezó a servirse, observó de reojo a Jimin, él sólo observaba la comida con una mueca en los labios, Jungkook esperó pero Jimin nunca se sirvió, así que sacó un pco de carne del estofado y kimchi, lo puso en el plato de Jimin, éste sólo se quedó observando, no había señal de que Jimin agarre comida para comérsela.
-Tienes que comer, después te sentirás mucho mejor, de verdad- Jimin, quien no muy convencido agarro con los palillos un poco de carne, le gustó, así que se terminó el plato entero.
Los dos terminaron de comer, todavía era temprano así que Jungkook fue a solucionar algo de su compañía, mientras Jimin se encerró en su cuarto.
Cuarto de Jimin:
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Cuarto de Jungkook:
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