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Jaden Hossler
—¿Por qué no? –pregunta kate–
—Por que los tíos vienen cada dos días –explico cargandola–
Ella se agarra de mi cuello.
—Pero podemos visitarlos nosotros –insiste–
Suspiro cansado.
—Hoy empezas el colegio y ya querés irte? –pregunto divertido, tratando de cambiar el tema–
Ella ríe, —No papá, la tía nessa me invitó a su casa –explica con su dulce voz–
Kate ya tiene seis años y habla como una nena de ocho. Hoy empieza primer año del colegio, pero va a la tarde ya que yo busco empleo a la mañana. D
igamos que me despidieron hace unos meses por errores míos. Y me quedé sin empleo.
Ahora mismo estamos llendo al supermercado para comprar comida, kate quizo acompañarme así que acá estamos.
—Le voy a decir a la tía nessa que deje de llamarte para que no sobornes más –digo mientras bajo a kate–
Ella agarra mi mano y entramos al supermercado.
—Me compras caramelos –sonríe con inosencia–
Niego y ella bufa mientras se cruza de brazos haciendo que deje mi mano.
—Te hacen mal a los dientes –digo agarrando un carrito–
Ella se agarra del carrito y camina conmigo.
—La abuela me deja comer caramelos –murmura–
—Yo no soy la abuela, soy tu papá y te digo que no –digo mientras agarro cereales–
Estamos en el pasillo de los cereales y de las galletas.
—Me compras estos –corre hacía delante y paro de caminar para no chocarla–
Miro qué me está señalando y son los cereales de bolitas, pero son de chocolate.
Niego, ella me mira enojada y se cruza de brazos.
—¡Quiero a mamá! –grita molesta–
Me quedo atónito al escuchar sus palabras, desde que tenía cinco años no pregunta de ava, y las veces que quiere hacerlo lo evito. Tan solo escuchar su nombre algo en mi se apaga.
