6|Kate Hossler Backer

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Jaden Hossler

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Jaden Hossler

Una vez en casa, me saco las zapatillas y subo hacía mi habitación.

Antes de abrir la puerta tomo aire y me preparo para ver a mi hija, la personita que ava y yo creamos.
Giro el picaporte y empujo la puerta encontrandome con mads sentada en la cama.

—¿Estás bien? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Estás sobrio? –mads se levanta preocupada–

Camina a pasos rápidos y una vez que esta a centímetros mío acaricia mi mejilla.

—Estas sobrio –murmura con una pequeña sonrisa–

La última vez que fui a ver a ava fue el día en que la cepultaron, me quedé toda la tarde y volví borracho.

—A ava no le gusta que rechaze a la bebé, ella está triste porque no acepto a nuestra hija –murmuro mientras una lágrima recorre mi mejilla–

Mads me mira confundida pero enseguida dice; —Claro que está triste, ella te veía tan feliz cuando estaba en la panza.

Sonrio y alejo su mano lentamente para acercarme a la cuna, un pequeño cuerpo envuelto en una manta se hace presente en mi campo de visión.

Paso una mano por abajo de su cabeza y la otra por sus piernitas.
Cargandola.

La luz del sol ya se hace presente, el sol comienza a salir iluminando mi habitación.

Es igual a ava.
Una sonrisa se espande por mi cara y lágrimas salen de mis ojos.
Su piel es morena igual que la de ava, sus pequeños ojitos están levemente cerrados y sus labios son carnosos y pequeños, iguales que los míos.
Su nariz es igual a la mía.

Acaricio su pequeña cabeza, es tan chiquita y bonita, como dije que iba a ser.

Su piel es tan suave y delicada, sus brazos son carnosos y muy pequeños, sus manitos son muy chiquitas igual que sus deditos.
La bebé se mueve y una pequeña sonrisa aparece por sus labios.

—Ella siente el calor de tu cuerpo –murmura mads–

Levanto mi mirada hacía la suya, sus ojos están húmedos y sus labios forman una sonrisa.

—Hablale –suelta de repente, la miro confundido– ella puede escucharte, como cuando estaba en la panza –sonrio como bobo ante la mención–

Mi mirada vuelve a la bebé y comienzo a hablarle, —Hola pequeña –murmuro– soy yo, tu papá –comienzo a caminar hacía la ventana– perdón por ser tan idiota. soy muy terco, lo sé. Pido perdón por haberte rechazado, lo siento tanto –susurro acariciando su bello rostro–

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐊𝐀𝐓𝐄| Jaden HosslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora