𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐊𝐀𝐓𝐄| Jaden Hossler

Epílogo

*2 años después*

JADEN HOSSLER

Miro a kate con una sonrisa para terminar de peinarla y ella me sonrie a mi, con sus dientes ya crecidos.

—Tardaste mucho –comenta con pena y la miro indignado– pero valió la pena –pone su pequeña mano en mi hombro para sonreírme otra vez–

Le doy un beso en la frente para que ella bajara de la silla y salga corriendo a dónde están las chicas, quienes al notar a kate la alagan por lo linda que se ve en su pequeño vestido blanco y dos trencitas que se las hice yo al lado de la cara.

Ya pasaron dos años desde que volví a Manhattan con kate.
Apenas llegamos todo estaba tan distinto, la casa que compramos con ava y viví un año con ella, y desde que nos fuimos Josh y Nessa se quedaron durante seis años en ella y la cambiaron bastante.
Pintaron las paredes de color crema, exepto las habitaciones que las dejaron en su color blanco natural.

Kate, bueno kate al principio hacia berrinches y se enojaba conmigo por no conseguir amigos y por estar lejos de los abuelos.
Pero después de unos meses, la cambie de colegio y consiguió mucho amiguitos y cuando dejamos la casa impecable y ordenamos todas nuestras cosas, íbamos a visitar a los abuelos todos los fines de semanas y en las festividades ellos venían.

Bueno, para mí estos dos años fueron los mejores criando a la pequeña kate con ayuda de los chicos, los padres de ava y con mis padres.
Estar sin ella, criando a nuestra hija sin ella, me dolía en el fondo pero pude soportarlo. Soportar estar en la casa donde viví muchas cosas con ella, en la ciudad donde nos conocimos, dónde tuvimos nuestra primera cita, cuando le pregunté si quería ser mi novia, el primer te amo y el último.
Pero aunque me decaiga algunos días vuelvo a levantarme con una sonrisa para seguir adelante por y para Kate, quien me necesita.

También tengo que admitir que intenté salir y conocer a otras mujeres pero nadie era como Ava. Conocí cuálquier tipo de mujer, la que habla solamente de su maquillaje y como se ve, la obsesionada en ir a la cama, la madre de tres hijos, la parlanchina, la de una vida deprimente, una joven amargada, la de ojos claros y pelirroja con pechos grandes. Pero ninguna me gustó un poquito como me gustaba ava, porque ella era y es la mujer de mi vida y por más que intente cambiarla no va a ser nada igual.

Ah y me olvidaba, me volví el gerente de la empresa en donde trabajo, algo que nunca imaginé pero me da mucho gusto serlo aunque esté horas en la oficina, es algo que quería hacer si en la música me iba mal.

—¡Jaden! –chilla nessa sacándome de mis pensamientos–

La miro con mala cara por haberme gritado.
Y lo que consigo es que me fulmine con la mirada y sé que tengo que irme.

Quinton me necesita y no puedo estar acá, solo me dejaron entrar para preparar a kate y para poder felicitar a charli.

—Esta bien, me voy –digo levantando las manos con inosencia– pero kate vine conmigo –digo y la pequeña bufa–

Las chicas se quejan pero me acerco hacia ellas para poder agarrar a kate y alzarla en brazos.
Aunque tenga ocho años, para mí sigue siendo mi pequeña, aparte de que no pesa nada, es muy flaquita y mira que come de todo.

Cuando salgo de la habitación, me dirijo hacia abajo con kate en brazos.

Encontrandome con quinton, josh, cooper, mi mejor amigo bryce, griffin y kio, tratando de calmar al pecoso.
Bryce, griffin y kio son mis amigos desde que eramos adolecentes, vinieron especialmente para poder ver la razón de que la pequeña Kate este de blanco igual que charli y quinton en un traje negro muy elegante.