Capítulo 12

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Harry

La estancia en casa siempre es agradable y reconfortante, me hace recordar de dónde soy y a dónde pertenezco, y pasar las fiestas navideñas con mi familia siempre me hacen sentir cobijado y nostálgico; este año ha sido diferente al resto, muy sorpresivo de hecho, y no me quejo en la absoluto, al contrario. Que Amanda haya invitado a una amiga, de la cual no sabíamos nada más que el nombre, ha sido un acierto absoluto. Ava, qué tropical, pensé cuando la vi por primera vez, un poco distraída, pero siempre elocuente y acertada con sus palabras, un humor liviano y energía de paz, era reconfortante saber que las personas que la rodeaban se sentían cómodas con su presencia.

En mi caso, me sentí cobijado por su tranquilidad de forma inmediata en la primera cena, parecía reír con todos y contestar siempre con amabilidad, la sorpresa en su rostro no desaparecía mientras contábamos cosas de nuestra familia, tan atenta a las bochornosas anécdotas de navidades pasadas, tan autentica en su mirada, en su risa que me resultaba ser música que nunca había oído.

Me gustaba Ava, eso lo supe de inmediato, y me sentía correspondido, no tenía por qué ir mal, no teníamos por qué complicar las cosas, estar con ella se sentía siempre natural y correcto.

—Hemos llegado Harold— escucho decir a Michael una vez estaciona el auto frente a la casa que hemos alquilado en Italia para pasar la próxima semana.

—¡Es preciosa! —dice Gemma mientras baja de la parte del copiloto del auto.

Por mi parte, comienzo a guardar el desorden de libretas y libros que traía en la parte trasera mientras llegábamos a nuestro destino. Una vez estoy abajo puedo observar como van llegando Jeff, Glenne, Amanda y Ava en el otro auto, el resto de la familia ha decidido quedarse en casa a pasar el año nuevo, ya que una vez empezando enero tienen que cumplir con sus compromisos, y no voy a mentir, estoy contento de pensar que esto me dará más tiempo con Ava antes de que ambos tengamos que partir.

—Qué bien se siente el calor después de estar mucho tiempo en un lugar que es un completo congelador— dice Glenne mientras baja del auto.

—Creo que lo disfrutaré más cuando pueda quitarme toda esta ropa de invierno que traje durante el vuelo— dice Amanda mientras todos empiezan a sacar sus cosas de los maleteros de los autos, para empezar a dirigirnos a la casa.

La casa es preciosa, grande, de dos pisos, con un aspecto bastante Italiano, el piso de la entrada un poco rocoso, y los muros del lugar parecen estar hechos de adobe, rustico, muy agradable y tiene una piscina de buen tamaño. Es un pueblo pequeño y solitario de Italia, tanto, que no logramos al menos a tres kilómetros a nuestro alrededor otra casa. Era justo lo que necesitaba, un lugar para poder dar orden a mi cabeza antes de continuar mi vida frente a miles de personas, y sobre todo, para tener nuevas ideas para esa vida.

Sabía que tenía que escribir canciones, que mi primer disco cumpliría pronto un año de haber salido, pero antes de venir a casa me había encontrado en un bache de creatividad, sentía y vivía cosas, pero ninguna tan memorable o entrañable que pudiera convertir en música, pero a decir verdad, Ava y su soltura me habían hecho volar la cabeza, el ritmo que tiene su vida, su cuerpo y sus palabras me habían hecho ver un nuevo ritmo mí.

—Podríamos nada un poco antes de empezar a preparar la comida, ¿Qué les parece? —dice Ava mientras todos llegamos a la sala de la casa.

—A mí me encanta el plan —le digo mientras le sonrío ampliamente.

—Bien— me dice con una sonrisa que tiene todo de coquetería.

—Nosotros pasaremos, estamos un poco cansados por el viaje y queremos dormir un poco antes de la cena— dice Gemma mientras ve a Michael para que él afirme sus palabras.

—Chicos, pueden decir que quieren coger, ¿lo saben, ¿verdad? —dice fin mientras se quita sus gafas de sol todos empezamos a reír ante su broma.

—No seas tan envidioso, Finn— continúa Gemma para molestarlo.

—Dejemos las bromas para más tarde. Creo que es obvia la repartición de habitaciones, Gemma y Michael, Glenne y Finn, Ava y yo, y por último y muy solo Harry —dice Amanda con diversión y todos comienzan a correr para tener la mejor habitación.

Ava se queda a mí lado mientras reímos sobre la conducta del resto. Tomamos nuestras cosas y comenzamos a dirigirnos a la planta alta con un paso mucho más lento.

—Tal vez puedas venir a visitarme a mi habitación, Ava— le digo y veo como ella gira su rostro para encontrarse con el mío. Sonriendo ampliamente. Tan linda.

*

Carajo, qué bien se veía Ava en ese traje de baño blanco, su piel resaltaba tan linda, lucia suave, delicada, dorada...

—Me adelantaré a preparar algunas cosas de la cena, chicos —dice Ava para todos mientras se levanta de la silla en la que se encontraba tomando el sol (o al menos, el poco que quedaba) mientras leía. Y he de confesar que me hace sentir un poco molesto perder la vista que tenía hace unos segundos.

Habíamos estado nadando y charlando por un buen rato, después Ava, Amanda y yo salimos para tomar un poco el sol y hacer distintas cosas, yo, por ejemplo, me encontraba escribiendo, o al menos lo intentaba, pues la chica con el traje de baño blanco me estaba robando toda la concentración.

—Bien, puedo ayudar— me levanto de inmediato de mi lugar y comienzo a caminar con Ava.

—¿Qué te parece si preparamos pasta? —dice Ava mientras llegamos a la cocina.

—Me encanta— le digo como afirmación a su propuesta.

No suelo cocinar mucho por el poco tiempo que tengo para esta actividad, pero realmente en estas vacaciones, es una de las cosas que más he disfrutado alado de Ava.

—Harry, ¿podrías pasarme el vestido blanco que olvide en mi lugar? —dice mientras empieza a buscar los ingredientes para la pasta.

—Claro —le digo mientras giño mi ojo derecho. La veo reír como respuesta a mi acto. Siento que no podría casarme de su risa.

En cuanto encuentro el vestido blanco puedo ver como Amanda se ha quedado dormida y Glenne y Finn parecen no querer salir nunca de la alberca, me dirijo hacia Ava, también he tomado una playera para mí.

—Muchas gracias, Harry— dice Ava una vez estoy cerca de ella y extiende su mano para recibir el vestido, pero no quiero que sea así.

—¿Puedo? — pregunto mientras hago una señal de poner su vestido sobre tu cuerpo, y ella asiente con una sonrisa tierna.

Es un vestido veraniego largo de color blanco, lo coloco sobre su cabeza y ella empieza a reír por mi torpeza en el acto, una vez pasando este paso dejo caer el vestido sobre su cuerpo... Tan lento y sutil, mis ojos se encuentran en su piel y acerco mi mano para acariciar su clavícula.

You're so golden— susurro.  

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Tuve un bloqueó sobre la historia, y tenía miedo de que los capítulos no estuvieran siendo buenos, perdón por tardar. 

Me encontré muy feliz y alegre al ver los votos y comentarios, en serio fueron una motivación enorme para este capítulo. 

Espero que se encuentren bien en estos días difíciles. 

TPWK

UNA NAVIDAD EN HOLMES CHAPEL (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora