Capítulo 3 - Inesperados acontecimientos

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–¿Bi-bienvenida? –pregunto algo intranquila.

Si el chico matón de la escuela te sonríe luego de haberle dado una reta frente y junto al profesor, obviamente pensarás que algo anda mal.

–Ya sabes, nuestra forma de dar nuestros respetos y honores a los nuevitos –dice él acercándose más, su grupo hace lo mismo.

–¡N-no se a-atrevan! –voy dando pasos torpes y apresurados hacia atrás, hasta que termino chocando contra la pared, quedando totalmente vulnerable frente al grupo.

Ellos siguen avanzando hasta al punto de formar un semicírculo entorno mío. Lucas en medio.

–Sujétenlo.

En ese instante dos chicos me toman de los brazos con mucha fuerza y presionándolos contra la pared.

¡S-son muy fuertes!

–Desde el momento en el que me distes esa reta, supe que eras el típico estudiante ejemplar que trata a los profesores como sus dioses –sus ojos me atraviesan como los de un halcón–. Igualito a tu hermana, Caroline.

¡Pues claro! ¡Soy ella en persona niño bonito! pensé.

–¿Sabes? –Lucas continúa su discurso–. Siempre quise lanzarme a tu hermanita. ¡Ella es tan hermosa y tiene un cuerpazo que me vuelve loco!

No es novedad, tú comportamiento te delata basura.

–Lastima que ella sea tan fría con los chicos y su única preocupación sea la escuela, tarea y estar del lado de los profesores –Lucas pone una mano contra la pared para verme directo a los ojos a una distancia en la que viola mi espacio personal–. Y su hermano es igual.

–¿Pues qué esperabas? –finalmente empiezo a hablar–. ¡Ni que fuera un chico punk rebelde de pandilla! ¡Los estudios lo son todo!

–¡Agg! ¡No digas eso que me sangras los oídos! –dice éste poniendo ambas manos en sus orejas exageradamente tipo drama.

Qué descarado...

–¡Vas a aprender una lección, chico nerd!

–¡Oye Lucas! –surge una voz desde el extremo del salón, junto a la puerta.

Todos terminamos volteando a ver quién era el ser que se acoló a la discusión.

Por fortuna, se trataba de él.

–¡No te metas con el chico nuevo! –dice Ben–. ¿Qué te he dicho acerca de espantar a los estudiantes?

–¡Pero si me cae de la patada! –protesta Lucas–. Tú sabes mejor que nadie acerca de mi forma de tratar a la gente nefasta como....éste –el chico hace cierto énfasis en aquella última palabra dirigiéndome una mirada desagradable.

–¡Pues disculpa que no pueda cumplir tus expectativas niño de mami!

–¡¿Cómo te atreviste a llamarme?! –Lucas se gira y me grita esta oración.

–¡Ya! ¡Calmados los dos! –dice Ben harto de nuestros gritos.

–Perdón....–digo un poco arrepentida de mis actos.

–Tsk–mientras que Lucas solo chasquea la lengua símbolo de rebeldía.

Ben se nos acerca desde la puerta y cambia su compostura anterior, de enfado a amigable.

–¡Oh vamos Lucas! –dice éste con más suavidad–. No te enfades por este pequeño incidente.

–Cállate idiota.

¡No soy un chico! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora