–Como somos ocho en total –empieza liderando Ben–. Haremos dos equipos de cuatro. Lucas y yo seremos capitanes.
–¡Te ganaré Benito! –dice orgulloso y burlón Lucas.
–No me llames Benito, Luquitas –dice Ben con una sonrisa "muy" forzada.
–¿Haremos los equipos sí o no? –pregunta el malhumorado de Joss.
–Bien bien –continúa Ben–. Elijo a Diego.
–¡Tú si sabes hermano! –le dice Diego al mismo tiempo que camina hacia él y le da una palmada en el hombro.
¿Hoy es el día de las palmas en los hombros o qué?
Martes 21 de Noviembre: día mundial de la palmada hombral.
–Quiero al ahuizote –dice Lucas.
–¡Dime por mi nombre! –le grita el ahui- digo Íker.
–Quiero a Íker entonces.
Él va a un lado suyo y así sucesivamente van escogiendo los dos.
–Joss
–Gio
–Tyle
–Carlos
Y ahí dicen mi nombre, me tocó Lucas...
Doy pasos al frente para encontrarme con mi equipo para el partido: Lucas, Íker, Gio y yo. El "capitán" del equipo me mira con cierta desaprobación, es obvio que con esa mirada dice que no me quería parte de su grupito.
–Más te vale que juegues bien, nerd –me dice.
–Daré mi mayor esfuerzo –le respondo con energía ocultando mi tono de enfado.
–¡Bien chicos! –nos grita Ben a todos con un silbato en el cuello, que por cierto, ¿de dónde lo saco?– ¡Vamos a comenzar!
Pe-pero.... ¿Y las reglas?
–Carlos, tú se la defensa –dice Gio.
–¿Eh?
–¡Al sonido del silbato empezamos!
–¡E-esperen! Todavía no estoy–termino siendo interrumpida por el silbato de Ben e inmediatamente todos toman sus posiciones.
Con que soy defensa... Por lógica parece que debo evitar que se acerquen a la portería.
Al menos debería ser capaz de hacer eso.
La bola ahora está en posesión de nuestro equipo, Lucas es el quien la lleva.
Debo admitirlo, es muy ágil al momento de que alguien se le acerca a robarle el balón. Rápido también, veloz.
Íker le sigue de un lado.
Por lo que parece, Ben y Diego son los delanteros. Joss defensa y Tyle el portero.
Pero con semejante portero dudo que pueda entrar algo ahí.
–¡Mierda!
Escucho a Lucas gritar. Parece que Diego le acaba de quitar la pelota y se dirige a toda velocidad a mi ubicación. Parece un chita.
–¡No dejes que pase Carlos! –me grita Íker.
Lo intentaré.
A unos 2 metros de donde estoy, ya está Diego lado mío directo a la portería y marcar gol. Yo me muevo lo más rápido que puedo a la derecha y le meto el pie justo tocandole la suela del zapato.
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¡No soy un chico!
DiversosCaroline Fernández es una chica de 15 años muy orgullosa de quien es: hermosa, inteligente, educada y fuerte. Feliz de todo lo que ha logrado, ahora todo se ha vuelto patas arriba cuando una mañana despierta... ¡en el cuerpo de un hombre! N/A: Esta...