Eres mío. [Hyunin]

10.

Suspiré. Minho y Félix no dejaban de ser extremadamente cariñosos.

-Lo que Jeongin tiene que hacer es ponerse jodidamente sexy para esa fiesta y conseguir un chico. -Dijo Minho.

-Sí y lo que probablemente consiga es un chico diciéndome que si en su casa o en la mía o en el baño. ¡Vamos Minho!

-Oh, tienes razón. Igual mueres por Hyunjin y no te fijarás en otro chico. Cuando te digo que esta chico está enamorado, es porque está enamorado. -Le dijo Félix a Minho señalándome.

-¿Él ira a la fiesta con tu hermano? -Dijo Minho.

-No, por eso no estoy preocupado. Ellos odian a Kai, no irían a esa fiesta jamás.

-¿Pero ellos no estarán en casa? Digo sabes como se pondría tu hermano si te ve salir. -Dijo Félix preocupado.

-No lo creo... Él nunca está en casa un viernes por la noche.

-¿Irás conmigo a la fiesta? -Le dijo el pecoso a Minho mientras le hacía carita de perrito.

-Claro que sí, hermoso. -Y le dió un beso en los labios.

-Pero sigo aquí, eh. -Dije y ellos empezaron a reir.

Seguimos hablando y alguien entró a el café. Voltee a ver quien era y ahí se encontraba Kai. Nos miramos fijamente y ¡mierda! Venía a saludarme.

-Hola. -Les dijo a Félix y Minho, a lo que ellos respondieron igual. -¿Me lo pueden prestar un momento? -Ugh. Ahora qué me iba a decir. Él me llevó afuera y empezó a hablar.

-¿Si irás? Muero porque estés ahí y bailemos toda la noche.

-Sí, supongo.

-Bueno entonces, te veo ahí precioso. -Dijo dandóme un beso muy cerca de los labios y se fue. Me dirigí donde mis amigos y ellos me empezaron a molestar por lo sucedido, al parecer, lo vieron todo.

-¿Entonces a qué hora los paso a buscar hoy? -Dijo Minho mientras pagaba.

-A las nueve está bien. -Dije y nos subimos en su auto, él nos dejaría en el centro comercial para elegir lo que nos pondremos hoy.

Félix se despidió de Minho con un beso y entramos.

-Vaya y después el enamorado soy yo. -Dije y el empezó a reír.

Después de ir a casi todas las tiendas, Félix ya había encontrado lo que quería y yo me estaba probando el último pantalón.

-¡Vamos, sal! Sé que te quedará perfecto.

Salí y sí. Me quedaba perfecto. La cara de Félix lo decía todo.

Era un pantalón negro ajustado, y una camiseta de botones negra.

-¿No te parece que está muy... ajustado Félix? Podríamos elegir otro...

-¡No, no y no! Ese está perfecto.

Lo pagamos y nos dirijimos a mi casa. Allá Félix me maquillaría, ya que el es un experto en eso.

Cuando llegamos nos metimos en mi habitación y nos empezamos a arreglar. Pusimos la música a todo volumen, al fin y al cabo estábamos solos en la casa.

El ya estaba terminando con mi maquillaje y no dejaba de decir lo perfecto que me veía.

-¡Si me pudiera ver todo sería mejor!

-Ya estoy terminando. Cálmate.

Cuando terminó, me dijo que me pusiera mis zapatos, que a todo esto eran muy casuales, para estar listo. Me los puse y me vi en el espejo. Me veía... ¿Ese soy yo? Dios estaba muy... ¿Sexy?

-¿No te parece mucho, Félix? Digo es que..

-¡Cállate Jeongin! Te ves provocativo y sexy -Dijo mientras empezaba a maquillarse él.

-Esta es la última vez que voy a una fiesta contigo.

-Jeongin -se da la vuelta para mirarme -siempre me dices eso y siempre vas conmigo.

-Te odio.

-Me amas. -Dijo y empezó a reír.

Minutos después ya estábamos listos y Minho le envió un mensaje a Lix diciendo que en cinco minutos estaría ahí. Apagué la música y ordené mi cuarto.

Empezamos a bajar las escaleras y cuando iba a salir, sentí la voz de mi hermano. ¿Cómo? Mierda, mierda y más mierda.

-¿Innie? -Dijo Changbin. Yo voltee y me dirigí donde estaba él y sus amigos. Ahí estaba mi Hyunjin. Bueno, Hyunjin y no dejaba de mirarme. Bueno, al igual que Johnny y Taemin.

-¿A dónde crees que vas Jeongin?

-¿Pues a dónde crees que voy, Changbin? -Genial, otra pelea con mi hermano. Sabía que no duraríamos mucho tiempo bien.

-¿A la casa de ese imbécil? ¿No te dije que no te acercaras a él? Ademas, mírate, ¿sabes cuántos chicos van a desearte? No vas a ir a ningún lado.

-¿Perdón? Kai me invitó. Fue algo así como "Vas a bailar toda la noche conmigo precioso". Y yo también tengo derecho a divertirme. -Sentí el auto afuera, Minho había llegado. -Y ya llegaron por mí. Adiós. -Dije y me fui con mi amigo. No me quedaría en casa. No y no.