48.

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—Te deseo, Jeongin. Te quiero solo para mí. —Sus labios se movieron temerosos sobre los míos, como si esperara que yo lo apartara de mí, pero estaba tan necesitado de sus labios como él parecía estarlo de los míos. Enlacé mis manos detrás de su cuello y me acerqué mucho más a el. Necesito sentirlo cerca de mí, necesito de él. Pronto sus labios se volvieron más hambrientos, igual que los míos.

Entonces recuerdo ese 17 de Junio, la vez que me besó por primera vez. Donde no sabíamos muchas cosas el uno del otro, donde no lo quería tanto como lo quiero ahora.

Lo deseo. Lo deseo tanto. Ferozmente me tomó de la cintura y me alzó en sus brazos. Entrelacé mis piernas agilmente en su cintura.

Nos separamos dos segundos de aquel cálido beso y caímos en su cama.

Totalmente descontrolado y desesperado tomé el extremo de su camisa y se la saqué rapidamente.

Gemí en su boca y de sus labios salió un gruñido. Sí, lo necesito terriblemente.

Acaricié su espalda mientras besaba mi cuello, tiré mi cabeza hacia atrás, disfrutando su toque y sus besos.

— Jeongin.. —Levanté mi cabeza y lo miré fijamente.

Una sonrisa se dibujó en su rostro.

— Te amo. —Susurró.

Sonreí. Hyunjin me dijo que me amaba por primera vez. Sentía tantas cosas, quería entregarme completamente a él. Estampé mis labios contra los suyos, pasando mi lengua por su labio inferior.

Nuestras bocas se conectan mientras sus manos se cierran alrededor de mi cintura. Me atrae más cerca de él, separando sus labios y succionando mi lengua en su boca. Suelto un gemido mientras que las poderosas emociones rompen a través de mí y me poseen, borrando el dolor interno.

Empecé a bajar mis dedos por su pecho y, sin romper nuestro beso, comencé a desabrochar su pantalón. Él me ayudó a sacárselo cuando sus botones estuvieron fuera.

Luego él empezó a jugar con el broche de mi pantalón y comprendiendo lo que haría, levanté las piernas.

Estaba semi-desnudo ante su mirada.

Él acarició todo mi plano abdomen, haciendo que se me erizaran los pelos.

Él lamía mi pecho de una manera sumamente placentera, luego bajaba por mi abdomen haciendo todo mi cuerpo temblar.

Hyunjin levantó la mirada y me miró fijamente, uniendo nuestras frentes y rozando nuestras narices.

— ¿Estás seguro de esto? —Pregunta.

— Nunca he estado más seguro en mi vida. —Digo y él sonríe.

— Estás temblando, pequeño.

Me sentía completo cuando me llamaba así.

— Te amo, Hyunjin. Confío en ti. —Y era verdad. Me sentía seguro y protegido.

Posó sus manos en mi cintura y bajo las manos por mis piernas sacando la última prenda que me quedaba.

—No sabes cuánto he deseado esto. —Me derretí al escuchar su profunda voz.

— Y-yo también. —Sus ojos se abren, grandes y brillosos, y muerde mi labio inferior.

Hyunjin besaba cada centímetro de mi piel con sus sensuales labios.

Luego me deshice de su bóxer y él sacó un condón.

Se acuesta sobre mí, piel desnuda contra piel desnuda, y me besa con pasión, deseo, todo, mientras enreda nuestros brazos juntos sobre mi cabeza. Mis nervios se mezclan con anticipación y siento cada aspecto del momento. La aspereza de la piel de sus palmas, la suavidad de su pecho cuando toca el mío, la humedad de su lengua en mi boca, el hormigueo en todo mi cuerpo.

— Te voy a cuidar, Innie. Lo prometo.

Con un movimiento lento pero directo me penetró. No del todo, era mi primera vez.

Grité, moviendo un poco las piernas cuando sentí que Hyunjin derribaba en mi interior con una fuerte presión.

Ay.

Mi espalda formaba un arco perfecto y mis ojos vidriosos luchaban por enfocar.

Mi cuerpo temblaba mientras en mi interior lo sujetaba con fuerza. Hyunjin se inclinó y me besó. Me estremecí con la punzada de dolor.

— Te amo, Innie. Sólo relajate. Estoy aquí.

Apretando mis muslos los levantó más hacia él mientras empezaba a penetrarme con ritmo, moviéndose de dentro hacia fuera más rápido.

Mi mano agarraba la sábana con desesperación, mientras con la otra clavaba mis uñas en su espalda. Apreté los labios intentando reprimir los gemidos, pero era absurdo.

Arquee la espalda por completo levantándome más hacia él. Sin poder evitarlo no dejaba de gemir descontroladamente mientras pronunciaba su nombre.

— Hyunjin.. —Gimo entre sus labios. Hyunjin me besó tan fieramente que apenas podía respirar. Abandonó mi boca y descendió con su lengua por la barbilla hasta llegar a mi cuello.

Mientras los temblores del orgasmo duraban, mordí su hombro.

Era suyo. En este preciso instante era sólo de él. Hyunjin se fundió en mí, disfrutando hasta la última gota de placer.

Hyunjin se recostó a mi lado y recostó su cabeza en mi pecho como un niño pequeño. Cerré los ojos dejando que mis manos jugaran con su cabello.

Lo único que se escuchaba eran las agitadas respiraciones de ambos.

— Tu corazón late muy rápido —Dice él.

No dejaba de pensar en lo que acabó de suceder. Le entregué mi primera vez a Hyunjin y me encantaba la idea.

Solía pensar que jamás tendría la suficiente confianza en estar desnudo ante un chico. Quiero que Hyunjin sea el primero y el último. Lo quiero sólo a él.

Pero esta no era su primera vez y me aterraba la idea de que no fui el mejor. De que me estuviera juzgando o algo así.

— Sé que no es la primera vez que lo haces per...

— Sabía que dirías eso. Sabía que te estabas matando pensando si lo disfruté o no. Lo disfruté mucho, amor. Incluso no tienes idea de lo feliz que estoy. —Sonrío. Él me conoce tanto. —Pueda que no sea mi primera vez, pero Innie, es la primera vez que lo hago con alguien que quiero y significa algo para mí.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2022 ⏰

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