Eres mío. [Hyunin]

43.

[Maratón 5/5]

—Parece que alguien no durmió ayer. —Dijo Félix burlón guardando sus libros en su casillero.

—Cállate, fue tu culpa. Todo gracias a tu mensaje.

Estaba empezando a sentirme bien, o eso creo. Pero tuvo Félix que arruinarlo todo recordándome de que Hyunjin volvía hoy. No dormí nada y me levanté de malas, mal humor.

¿Es acaso posible esconderme en mi casa todo el tiempo para no verlo? Porque no estoy listo. No quiero verlo.

—Sólo quería recordarte que Hyunjin viene hoy, Innie. —Dijo sonriéndome.

—Félix, ¿Hyunjin es mi novio? —Pregunté frio.

—No.

—Entonces, ¿qué mierda me importa si viene o no? Había dejado de hacer el conteo regresivo, porque me di cuenta que era estúpido, porque así vuelva no va a pasar nada entre nosotros, ¡nada! empezaba a sacarlo de mi cabeza y tú me tienes que mandar ese maldito mensaje de que hoy vuelve. ¡Gracias, Félix!

—Eh, Jeongin, no tienes que hacer un drama por esto... —Dijo Félix intentando calmarme.

—¿No? ¡¿No?! Oh, lo siento, se me olvidaba que tu tienes el novio perfecto y no necesitas estar en esto de intentar olvidar a alguien y que tu mejor amigo no te ayude.

—Cálmate, Jeongin.

—Sólo tengo que decir, ¡gracias! Eres el mejor. —Dije y me alejé de el.

Todos estaban mirándonos. Sé que había gritado un poco, pero es que en serio estaba de mal humor. A veces no podemos andar con una sonrisa todo el tiempo.

Empecé a caminar y Jimin se acercaba con su grupo amigos.

¿Acaso este día se puede poner peor?

Jimin venía con una camisa blanca y pantalones muy apretados. Muy apretados. Dios, ¿Cómo puede caminar con esos pantalones?

Lo detesto.

—Parece que alguien está teniendo un mal día. —Dijo Jimin burlón y sus amigos empezaron a reir.

—No tendría ningún problema en hacer tu día mucho peor, puta.

No puedo creer que esas palabras salieron de mi boca.

Cómo me arrepentiré de esto.

Pero estaba tan enojado que no me importaba descargar toda mi furia en Jimin no me importa para nada.

Toda la escuela estaba mirándonos. Esto es lo peor.

—¿Cómo me llamaste?

Ser sincero es algo bueno, ¿no? Me acerqué a el y lo miré fijamente.

—Puta. —Repetí.

Pierdo la cuenta de cuantas veces he deseado decirle esto.

El abrió los ojos como platos y estampó su mano en mi rostro.

—¡Nunca vuelvas a llamarme así! —Gritó, llamando la atención de muchas personas más.

Yo era bastante tranquilo y callado, pero el me sacaba de mis casillas. Y hacía que tirase mis buenos modales a la basura.

Esta escuela está a punto de ver un lado de mi jamás antes visto.

Y sin pensarlo más, me tiré encima de el, tirandolo contra el suelo. Jimin dejó escapar un grito cuando cayó conmigo encima. Estaba sentado a horcajadas encima de el y le di un
puñetazo en su perfecta nariz. Luego intenté tirar de su cabello pero el fue mucho más rápido y me agarró de la muñeca. Intenté pegarle con la otra mano libre, pero como el era un poco más alto y más fuerte, me aprisionó las dos muñecas con sus manos y me giró, golpeándome con fuerza la espalda contra el suelo.