La coronación

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Tras la batalla de Zelda y Link contra Ganon el cataclismo, el reino volvió a ser el de antes, un lugar de luz y de esperanza. Ahora que Ganon no resurgirá hasta dentro de unos diez mil años aproximadamente, el reino podría mejorar en su protección gracias a las bestias divinas, las cuales las almas de los elegidos siguen pilotando las, a parte de sus ayudantes, (Riju, Teba, Sidon y Yunobo). Y podría mejorar en la investigación, ya que vieron el problema de los guardianes y de las bestias, Rotver y Prunia accedieron a ser de nuevo investigadores a parte de algunos aprendices que ellos mismos les enseñarán los misterios de la tecnología sheikah.

Tras la muerte del rey Rhoam, Zelda, como heredera al trono, se preparaba para su coronación. Ella no parecía muy contenta, pues antes del cataclismo el reino la juzgaba a sus espaldas diciendo que no era una digna heredera. Su preocupación aumentaba cada vez que pensaba en su coronación, aunque no tuvo mucho tiempo en pensar en aquello, ya que en una caja que había en su cuarto de investigación, (por así decirlo), se encontró con un pequeño guardián de color blanco, con una forma similar a un huevo. Le resultaba familiar pero no conseguía saber dónde lo había visto.
Ella quiso encenderlo pero por más vueltas que le daba no conseguía encenderse. También le preguntó a Prunia y a Rotver, aunque después de hacer varias pruebas, ellos tampoco consiguieron encenderlo.

Impa, la antigua consejera de Hyrule, le preguntó a Zelda si podía Pay ser la nueva consejera de Hyrule, ya que Impa era bastante mayor para soportar ese tipo de cargo.

A Link, lo nombraron guarda personal de la futura reina, y como antes del cataclismo, Link seguía a Zelda por todo el reino.

Pronto, el reino se convirtió en un lugar diferente al que era.
Zelda, que intentaba que la princesa de la calma pudiera florecer en Hyrule y que al principio no lo conseguía, al final, un montón de sirvientes fueron los encargados a estudiar sobre aquellas flores y finalmente ahora, la mayoría de las flores que florecen en Hyrule son princesas de la calma.

Hoy, Zelda estaba en su cuarto de investigación viendo el misterioso guardián. Lo miraba y seguía preguntándose sobre el origen del pequeño y dulce guardián.
De repente, alguien llamó a la puerta y Zelda se miró que la puerta estaba abierta y a su lado estaba Link para avisar la de que ya era la hora de la coronación.

Después de la ceremonia que se celebró por todo lo alto, al atardecer, Zelda miraba el horizonte que marcaba la última luz del día preocupada. Tras ella apareció Link, callado cómo siempre. Pero él no estaba sólo, tras él se encontraba Sidon, Riju, Teba y Yunobo.

– Alteza, ¿está usted bien? Eh- eh quiero decir su majestad– preguntó Riju.

Zelda se dió la vuelta y vio al equipo que la miraban tristes.

– Sí, gracias– dijo Zelda.

– Me gustaría creerte, pero, sé que usted oculta su preocupación– dijo Teba mientras que se acercaba a ella.

– Es que....– dijo Zelda– mi padre me decía que debía cumplir con mi deber para ser una gran reina–.

– Y eres una gran reina– dijo Riju.

– Pero, ¿y si pasa lo que pasó la última vez? Yo no cumplí mi deber y el reino casi cae en las garras de Ganon– dijo Zelda.

– Pero sabes que no fue culpa tuya y al fin y al cabo gracias a Link y a tí el reino está ahora a salvo– dijo Riju.

– Es verdad princesa– dijo Sidon con una gran sonrisa.

– No debes preocuparte por eso princesa– dijo Yunobo.

– Seguro que el reino agradecerá lo que estás haciendo por él– dijo Teba.

Zelda se sonrojó y miró a Link. Link, se dió cuenta de que la reina le miraba y él también le sonrió.

– Gracias chicos– dijo la princesa.

– Vaya, ¿No es aquí donde los elegidos os hicisteis un foto todos juntos?– preguntó Sidon.

– Sí, así es– contestó Zelda.

– ¿Podemos hacer una todos juntos?– preguntó Riju.

– Claro– contestó Zelda.

Todos juntos se hicieron una foto en el mismo lugar donde los elegidos se la hicieron gracias a la piedra sheikah.

The Legend of Zelda y el retorno de un nuevo cataclismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora