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◌⸛ Bright empezó a soñar de la nada con un chico de linda y peculiar sonrisa como de un conejito, la completa hermosura de aquel chico, y su peculiar personalidad hará que crezca un sentimiento esperado en el gran...
Por fin durante dos días seguidos me encontraba otra vez en este parque, solo esperaba al chico de sonrisa de conejito. Moría por verlo.
Se me aceleraba el corazón cada vez que nos encontrábamos, era imposible apartarle la mirada, era tan bonito y sexy. Justo mi tipo. Tenía que aceptarlo
Pero... ¿Esto era un sueño? , lo sentía todo todo tan real... ¿El conejito existiría en la vida real?
Otra vez un montón de preguntas y ni una sola respuesta.
— ¡¡Bright!! — apareció de repente por detrás mío el pequeño — Uy perdón te asusté — dijo una manito en su boca como disculpas, <<muy tierno>>, pensé —
— ¡Hola conejito! Jajajajaja no te preocupes, no me asustaste, te esperaba.
— Yo también — respondió y noté un leve sonrojo en sus mejillas —
— Sabes... ahora que somos amigos, quiero saber más de ti , no se nada de tu historia, ni de tu filosofía...
— ¿Me vas a escribir sin pensar y sin ortografía? — me preguntó con una leve risilla, cuando entendí su respuesta —
— ¿También escuchas a Morat? — pregunté ahora yo con una sonrisa —
Como buen fanático de Morat, aquello me hizo muy feliz, teníamos ahora algo en común, sentía una compatibilidad entre ambos, demasiado alta.
— Sí, me gustan mucho sus canciones, y sonaste como la canción de <<Aprender a quererte>> — "aprender a quererte" -
Aquella canción, significa tanto lo que unas letras de una canción pueden llegar a transmitir...
— Así es conejito — dije con mis ojos iluminados y dirigí mi mirada hacia él — Quiero aprender a quererte.
Por supuesto que como decía aquella hermosa canción, quería aprender a querer a Win, y que el aprendiera a quererme a mí, sentía esta necesidad en mí. Quería conocerlo lo más que pudiera, algo me decía que sería la mejor y más hermosa experiencia de mi vida.
Ambos nos mirábamos, repasábamos lentamente cada parte, cada facción de nuestros rostros, apreciábamos al otro como si fuéramos una de las mejores pinturas en una galería de arte. Aquella que te cautica desde el principio, que evalúas a detalle.
— Win — dijo cerca a mí tomando con su mano derecha mi mejilla — mi nombre es Win, Bright Vachirawit — dijo y depositó un beso cerca de la comisura de mis labios — Dulces sueños, Vachi
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Despertó de su sueño, nervioso, sentía su corazón latir rápidamente, como si hubiera corrido miles, cientos de kilómetros de ida y vuelta. Su respiración la sintió entrecortada.
Dirigió su mano cerca de la comisura de sus labios. Sintió un ligero cosquilleo en su estómago, como mariposas revoloteando dentro de él.
Se sintió tan real.
Fue solo un ligero toque cerca de sus labios y no podía olvidarlo. No podía, no quería, simplemente le resultaba imposible.
Win
Por fin supo su nombre, o su apodo, ya que era corto, pensó que no era su nombre real.
El chico de sonrisa de conejito se llama... Win.
Bright y Win, pensó, sonaba tan hermoso, tan mágico, como si fueran destinados.
¿Sería eso posible?... BrightWin
Le gustaba. No, le encantaba, estaba cayendo lentamente por él, por aquel pequeño de ojos color miel, y estaba seguro que no quería deshacerse de lo que sentía en ese momento. Sentía que por fin esta sintiendo aquel sentimiento que anhelaba.
"Amor"
Con una sonrisa en los labios y un poco atontado después de toda esa aventura se dirigió a cambiarse, y realizar su rutina de siempre.
Sin duda estaba feliz, y solo deseaba que esto no acabara nunca. Pues creía que no lo soportaría.
