𝐿𝑖𝑡𝑡𝑙𝑒 𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝐷𝑟𝑒𝑎𝑚𝑠♡ ❘❘ ℬ𝓇𝒾𝓰𝒽𝓉𝒲𝒾𝓃 ☁

dream #13☁

Yo te confieso que no me arrepiento

Y aunque estoy sufriendo podría estar peor

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Nos encontrábamos con Win en una cafetería cerca al parque donde siempre estábamos juntos. El parque que vio nuestra historia de amor nacer.

Historia que estoy dispuesto a vivir lo máximo que se pueda. Aún me sentía triste por el hecho de que todo seguía siendo un sueño, pero quería vivirlo al máximo.

...

Win tenía un antojo de algo dulce.

Aunque yo me pregunto, ¿Habrá algo más dulce que él?

Por supuesto que no, ni todos los pasteles juntos se comparan con la dulzura de mi amorcito, de mi bebé, de mi chico de sonrisa de conejito.

Podía sentir que la tarde estaba llegando, algo extraño para mí, ya que siempre aunque sueñe de noche, en mis sueños siempre todo se ve de día, como si estuviera en la mañana, aproximadamente, entre las 9:00am y las 12:00pm si es que mi intuición no me falla.

Le resté importancia y solo me dediqué a contemplar a mi pequeño.

Él estaba mirando muy atentamente la carta de la cafetería mirando que iba a pedir. Yo decidí tomar solo un café helado, pues sentía aún todo el sol ardiendo.

— Uhmmm... Voy a ordenar un Té helado y una tarta de fresas con crema... ¿Qué más?.. Uhmmm... P'Baiii... una pregunta... — dijo Win mirándome —

— Dime mi amor — respondí —

— Si me pongo gordito o cachetoncito, me seguirás queriendo igual? — preguntó —

— Oww por supuesto que si conejito, ¿Por qué la pregunta?

— Es que me antojan varias cosas de la carta, pero si pido mucho podré engordar y no quiero eso... — dijo algo triste — además tu solo pediste un café helado — hizo un puchero —

— ¿Tenías algo en mente? — pregunté —

— Pues si Brillitos, que tú también pidieras algo y que compartamos entre los dos... — dijo con un puchero inocentemente —

— Oh bebé, está bien, ordenaré algo más, ¿ok? — asintió feliz — pero tú elije por mí, lo que quieras amor — dije —

— Gracias Brillitos te amo — dijo lanzando un beso volado — Uhmmm... ¿Qué te parece un Tiramisú, ¿Te gusta? — preguntó —

— Si bebé, me gusta mucho, aunque más me gustas tú — le guiñé un ojo —

— Adulador, jajajajaja tu también me gustas Brillitos — dijo guiñándome un ojo también —

Llamé enseguida al mesero para pedir nuestra orden, pero noté que este no le podía quitar la mirada a mi conejito. Mi instinto me hizo acercarme más a él y depositarle un beso en los labios, dejando en claro que ya tenía a alguien como su pareja.

Cuando llegó con nuestros pedidos, se le notó incómodo, creo que lo asusté jejejejee, pido perdón. Mis celos actuaron por si solos.

Entre risas y mimos, comimos lo que habíamos ordenado, casi jugamos un poco con la crema de la tarta de fresas cuando manché a mi bebé su nariz con un poco de esta.