Capítulo 6: La Reina

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En la habitación real estaban presentes Eliaf, Yoav y Gamaliel de los ancianos, discutiendo y analizando el estado de la reina Felicia, quien permanecía inconsciente sobre su cama

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En la habitación real estaban presentes Eliaf, Yoav y Gamaliel de los ancianos, discutiendo y analizando el estado de la reina Felicia, quien permanecía inconsciente sobre su cama. El rey, sentado en una silla al lado de su esposa, le miraba con dolor, mientras sujetaba su mano con delicadeza. Una lágrima brotaba de su ojo izquierdo, y en pequeños susurros decía "Mi amor, mi reina, resiste un poco más, puedes hacerlo pues eres fuerte y admirable".

Hay un problema – Dijo Gamaliel casi susurrando – Su ritmo cardíaco aumenta drásticamente.

Debe ser el cambio de temperatura – Dijo Yoav mientras tocaba la frente de Felicia – llamen a la sierva, necesitamos toallas y agua fría.

Una servidora llegó de inmediato, y puso las toallas frías sobre la cabeza y el vientre de su alteza.

El rey, mientras acomodaba el cuerpo de su esposa para contrarrestar la fiebre se decía: "Por favor, no te vayas, no te vayas. Quédate conmigo. ¿Qué puedo hacer para que te quedes conmigo?"

Orar, su alteza – Dijo Eliaf con una sonrisa cálida y empática – Sus oraciones nunca están de más en el proceso de búsqueda por una solución. Tarde o temprano, Acbor tendrá que abrir la boca.

Creo yo que no hay una respuesta más lógica – Dijo Gamaliel – El hombre está aliado con los celtas, puede que todo éste tiempo haya sido un espía.

Dudo que el hombre sea un espía – Interrumpió Yoav – estuvo en el reino desde su niñez, criado por una de las familias descendientes de los fundadores.

-Nos hemos descuidado mucho, Yoav. Hay que reconocer que en ésta tierra no somos los mismos seres vestidos de gloria como en las alturas, ahora somos frágiles e ingenuos como cualquier ser humano. En algún descuido nuestro pudo haber dejado su casa para hablar con seres de profunda maldad.

-Hablas con mucha lógica – Dijo Eliaf.

Aun así –Interrumpió Yoav -¿Por qué el hombre querría apartarse del paraíso que ha sido este reino durante generaciones? No tiene sentido alguno.

El mal es atractivo – Dijo Eliaf – Nosotros no podemos verlo así, pero los seres humanos son curiosos y corruptibles. Viven en paraísos pensando que son apartados de mejores cosas. Se salen de las fronteras y las leyes que fueron hechas para cuidarlos creyendo erróneamente que son cadenas que los retienen del descubrimiento o la diversión. Pero me parece curioso que todas éstas verdades sobre los hombres te asombren cómo si fuera la primera vez que sucede algo similar.

Todos se quedaron callados por un instante, los tres sabían a qué se refería Eliaf con ése comentario, y Gamaliel susurró como para sí mismo diciendo "Edén".

El rey sintió un poco de presión en su mano, motivándolo a levantar su mirada. Era su esposa que estaba recuperando el conocimiento. Samuel, extremadamente aliviado, no pudo evitar preguntar mientras su mujer abría muy despacio sus ojos:

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