Capítulo Veinte

38 10 2
                                    

-NamJooniee - YoonGi canturreo a su oreja tratando de despertarle, atrapando entre sus labios su mejilla.

-Mmh.. Zorrito... - el moreno abre lentamente los ojos sonriendo de lado al ver las intenciones del zorrito - ¿Tan temprano y despiertas juguetón? - le sonrió coqueto, esa sonrisa que YoonGi tanto amaba y la misma que le brindó tantas veces.

- ¿Está mal? - Se alejó un momento mirándole divertido, NamJoon le tomó de la mejilla besándole para girarse sobre él sin romper el beso.

-Me encanta - besó su frente y estando sobre el zorrito volvió a besarle suavemente para abrazarle, y quedarse encima de él - ah.. No quiero levantarme Yoonie - y como un niño pequeño se acurrucó en el pecho del pálido cerrando sus ojitos.

-No lo hagas si no quieres Joonie - le acarició el cabello, viendo como sus dedos se entrelazaban en sus mechones oscuros.

-Pero se me había ocurrido algo para hoy - dijo con voz de un niño apunto de hacer un berrinche, YoonGi río bajito ante la reacción del moreno que le encantaba.

-¿Enserio? - la tranquilidad como siempre reinaba en la voz del pálido, pero también mostraba interés por lo que acababa de decir.

-Por supuesto - se levantó nuevamente, mirándole a los ojos - ¿Qué te parece ir a tomar fotos? - YoonGi le miró recordando momentos del pasado al que seguía encadenado y le sonrió tocando su mejilla.

-Claro, ¿Me enseñaras? - en su vida había tocado una cámara fotográfica y ni sabía como aquello funcionaba, NamJoon le miró alzando una ceja.

-Pero, claro, soy muy bueno en la fotografía - sonrió confiado- además, podrías ser mi modelo, tienes unas facciones muy bonitas y pareces de otro mundo zorrito - el pálido le miraba incrédulo y divertido.

-Bien, bien, basta de adulaciones Namie, ya me tenias con lo de ser tu modelo - NamJoon rió, hoy parecía ser un buen día y eso le encantaba.

...

Era cierto que NamJoon sabía mucho de fotografía, todo lo aprendió de su madre y hace mucho que tenía su cámara guardada con sumo cariño, esperaba ocuparla para una ocasión especial y este era el día.

El viento corría frío aún, con las hojas amarillas y castañas que caían de los árboles, y de apoco comenzaban aparecer pequeños brotes nuevos. Sin duda era un día precioso y NamJoon sabía apreciar todo tipo de lugares y climas; porque la belleza puede estar hasta en lo más mínimo, su madre era muy sabia.

YoonGi caminaba de la mano con NamJoon, el moreno tomó una rápida foto del pálido con las mejillas rosadas por el frío cuando se distrajo, viéndole cuando escuchó el click de la cámara. Quería un recuerdo más allá de las memorias de ese chico, algo donde plasmar que él fue y es real, y por sobretodo por que quería seguir teniéndolo con él, recordarle hasta el último de sus días.

Habian llegado al mismo bosque donde se encontraron por primera vez y YoonGi sintió que no pertenecía ahí como un animal y que a pesar de que ese bosque era precioso, no lo extrañaba para nada.

-¿Te gusta mucho aquí Namie? - YoonGi le miró.

-Aquí te conocí, por supuesto que me gusta - sonrió mirando el cielo tapado de ramas con brotes salientes y pocas hojas. - Además, venía aquí con mi madre, así que es aún más especial - la melancolía se apoderó de su voz, si que la extrañaba. - Ha pasado tanto desde entonces... Así que decidí hacer lo que ella hacía, tomar fotos de su lugar favorito con mi chico favorito - tocó su preciada cámara y YoonGi sintió la urgente necesidad de abrazarle, y así hizo.

-Tu madre está orgullosa de ti NamJoon, no sabes lo grandioso que eres - el moreno le acarició la cabeza un poco perdido con sus palabras, ¿su madre se habría extrañado de un chico que le hablaba como si conociese todo de él? No lo sabía, pero, se alegraba de ya no estar solo.

...

Si YoonGi hubiese sabido la existencia de ese aparato mágico que guardaba fotos cuando conoció a NamJoon, habría tenido un montón de fotos de él, muchas fotos de sus memorias que parecían cada vez más borrosas pero que volvían lentamente.

Alzó la cámara de nuevo frente a un NamJoon distraído viendo unos brotes en en árbol, la imagen era preciosa según la vista de YoonGi y realmente se sentía como si nada hubiese cambiado, como si todo lo malo se hubiese esfumado. Todo parecía ser como en los viejos tiempos, la sonrisa del pálido desapareció.

No, él quería que todo fuese como siempre; su corazón dio un vuelco cuando NamJoon le volvió a mirar sonriendole y no dudó ni un segundo en captar esa imagen.

-Se supone que yo quería tomarte fotos, Yoonie - NamJoon se acercó y tomó las manos del pálido que sostenía la cámara con cuidado - ¿Pasa algo? - el rostro del zorrito se veía perdido, pero al verle fijamente a los ojos a NamJoon un escalofrío le recorrió la espalda.

YoonGi inclinó un poco sus pies en puntillas para alcanzarle y besarle, ambos cerraron sus ojos disfrutando el contacto. NamJoon puso sus manos en su cintura llevándolo al árbol detrás de él.

Era como si hubiese ya tenido ese sueño pero ahora lo recordaba, un deja vu que se sentía tan real ahora y tan necesitado. YoonGi lo necesito por tanto tiempo y sin darse cuenta, NamJoon también le necesitaba de la misma forma, ambos se sentían completos cuando estaban juntos y el moreno no había sido tan consciente de ello como ahora.

Los besos seguían con más intensidad con sus cuerpos buscando acomodarse sobre las hojas, dejando a la cámara de lado, mientras NamJoon buscaba deshacerse de la bufanda del pálido para besar su cuello dejando unas pequeñas marcas escuchando al zorrito respirar rápido y jadear. Se alejó un momento para besar su mejilla y verle.

Los ojitos tristes del zorrito estaban brillantes observándolo, sonrojado. NamJoon quedó perplejo cuando al pestañear lo vio nuevamente, pero está vez con un cabello más largo y una ropa más reveladora, hasta que al volver a pestañear regresó a la realidad. Estaba respirando agitadamente mientras YoonGi le mantenía la mirada, el moreno posó su cabeza en el pecho del pálido, sintiendole respirar más calmado, pero escuchaba su corazón latir como loco.

Esas alucinaciones lo tenían mal, no sabía si YoonGi era ese chico a quien veía o al chico que estaba debajo de él en medio de unas hojas. No quería pensar en eso.

De pronto vio su cámara a un lado de ellos, la tomó y se lavanto mirando al zorrito. Sin dudas, YoonGi era una persona bellísima y no sólo físicamente él tenía ese no sé qué, que le era tan atrayente y tan familiar a la vez. YoonGi le miró avergonzado mientras él click sonaba, hasta que se cubrió el rostro.

-No te tapes - le dijo suavemente tomando una de sus manos - quiero verte - el último click sonó y NamJoon parecía perdido en los ojos del zorrito.

-¿Sucede algo Namie? - El chico aún seguía sobre él, con la cámara en sus manos mirándole sin hacer nada más, hasta que movió la cabeza en señal de negación.

-Volvamos a casa, Yoonie - su tono de voz era más ronco de lo normal y YoonGi supo a que se debía, rogaba a los cielos, a las deidades que le recordara.

-----------------------------------------------------------

Hola hola
Espero que estén muy bien <3
Perdonen por estar desaparecida:(
Aunque solo importa avanzar este fic al que le tengo mucho cariño;A;
Bueno, aún quedan varios capítulos para que termine y se aclaren las cositas, ¿tienen alguna teoría de que va a pasar?  Son libres de comentar, los leo <3
Byebye~

& Lt; & lt; Our History & gt; & gt; NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora