Capitulo Siete

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NamJoon despertó con el bello rostro de YoonGi a centímetros del suyo, éste lo estaba abrazando y una parte de él se veía feliz y se llenó con un sentimiento tan pleno, lleno de paz y felicidad. Hasta que su alarma resonó por toda la habitación y el chico a su lado se removió acercándose más mientras él se sonrojaba, le acarició el cabello, estando así no quería moverse, pero debía ir a trabajar.

Recordó cuando se quedaron dormidos, no hablaban solo se miraban y con ello parecían decirlo todo. Aunque NamJoon aún tenía un montón de dudas que no podía decirle a viva voz, en cierto modo tenía un poco de miedo de oír todo eso y la paz que había en el cuarto esa noche era reflejo de eso, pero también de lo a gusto que se sentían uno con el otro hasta que se durmieron.

- Mmh... ¿Qué es ese ruido...? - Su rostro se puso contra el hombro de NamJoon tratando de ahuyentar el sonido.

- Es la alarma, lo siento - Salió con cuidado siendo levemente tironeado por YoonGi para que no se levantara, hasta que terminó abrazando una almohada.

NamJoon apagó la alarma de su móvil y fue al baño para ir al trabajo. Si no, tal vez SeokJin lo mataría y razones no le faltaban la verdad.

Una vez YoonGi escuchó el agua correr se sentó lentamente, adormilado, fregando sus ojos con la almohada entre sus brazos. Bostezo y miró por la ventana, estaba un poco nublado.

Pensó en NamJoon, él era todo lo que llenaba su mente, siempre fue así, pero ¿Por qué el día parecía tan triste? ¿Por qué de pronto sentía tantas ganas de llorar? Y por instinto tocó la pelotita de cristal de su arete.

- Ah, sí, olvidé preguntarte ¿Siempre has tenido ese aro tan peculiar? - La voz de NamJoon resonó en lo más profundo de YoonGi volviéndolo a la realidad, pestañeo un par de veces para alejar las irrefutables ganas de llorar y fijarse en el chico que estaba secando su cabello con una toalla y vestido de camisa y pantalón.

- Oh... Esto, no siempre lo he tenido. Aunque no puedo recordar el tiempo exacto que lo llevo puesto - YoonGi sonrió con melancolía mirando sus manos. NamJoon que algo estaba sucediendo con el zorrito humano, era evidente, pero no quería presionarle todo debía ir paso a paso, tiempo al tiempo.

Tomó las delgadas manos de YoonGi y las besó, el pálido estaba sorprendido e inesperadamente alegre con ese pequeño gesto. - Tranquilo, sea lo que sea que te haya pasado, está bien. No pido que me cuentes que sucedió aún, pero está bien. Algo me dice que estas conmigo por alguna razón y no puedo dejarte ir así de fácil, puedo notar que me conoces, así que si conoces algo de mi te pido que estés tranquilo, estás a salvo conmigo - Dicho esto NamJoon besó la frente de YoonGi, mientras éste lloraba con una sonrisa en sus labios, "Realmente es él". Realmente es el chico por el que estuvo esperando tanto tiempo volver a ver.

YoonGi lo abrazó y no quería soltarle, sabía que si lo hacía él se iría lejos y no volvería.

...

"Tengo que irme, puedes ver la televisión o leer algún libro si quieres, hay comida, sírvete lo que quieras, ¿Sí? Por favor, no salgas. Sería terrible si al volver no te encuentro en casa...". YoonGi recordó las palabras de NamJoon antes de irse al trabajo. Conocía muy poco las cosas de la casa y le daba un poco de miedo averiguar como funcionaban algunas, por lo que se tumbó de nuevo en la cama y se tapó hasta la cabeza olfateando el aroma de la almohada junto las sábanas que parecía tener en cada rincón el olor de NamJoon, después de todo, eran suyas. Y simplemente le encantaba, era una forma de desviar sus preocupaciones.

Antes de volver a dormirse miró la foto en la mesita de noche de NamJoon, él y su madre aparecían en la foto, ambos felice. YoonGi sonrió, sin duda la madre de NamJoon seguía siendo tan bella como recordaba.

Cerró sus ojitos hasta ver la sonrisa del dueño de sus pensamientos y se quedó profundamente dormido.

...

¿Porqué el tacto de las manos de YoonGi se le hacía tan familiar? Volvió a pensar en ello mientras iba camino al trabajo. Las manos de YoonGi eran únicas, hermosas.

De un momento a otro su cabeza comenzó a doler de una manera horrible, tanto que lo hizo caer al suelo con sus manos tratando de sostener su frente que sentía que se partía. Cerró sus ojos con fuerza y vio las manos de YoonGi nuevamente, las podía reconocer, pero él ocupaba una especie de ropa antigua que no pudo distinguir bien. Incluso pudo ver el rostro del chico, feliz, sonriendo como nunca recordaba haberlo visto antes.

- Ah... - Abrió sus ojos de golpe con lágrimas en ellos, su cabeza seguía doliendo como los mil demonios, pero la imagen de YoonGi no se iba.

- ¿Eh? Disculpa, ¿Estás bien? - Alguien tocó su hombre y NamJoon lo miró con rápidez sin saber que ocurría, totalmente desorientado - ¡Ah! ¡¿NamJoon?! - JiMin solía toparse con él los días de trabajo, así que éste lo llevó a cuestas al restaurante para que se calmara.

Normalmente el local abría a las nueve y media de la mañana por temas de turnos, asía que cuando llegó JiMin con NamJoon apenas, SeokJin repasaba los cubiertos para los clientes, pero dejó todo con rapidez al ver el estado de su amigo.

- Nam, ¿Qué sucedió? - Él simplemente negó con la cabeza mientras lo sentaban y JiMin iba por un vaso de agua.

Cuando estuvo más tranquilo y el color volvió a su rostro miró a SeokJin - No sé que está pasando contigo últimamente, todo es tan extraño... - NamJoon pasó sus manos por su cabello, frustrado.

- Toma esto cariño, te hará mejor - SeokJin, como una madre le había hecho un té de hierbas para relajarlo, mientras lo miraba con preocupación, pero le seguía sonriendo.

- ¡Buenos días! - La puerta del local se abrió de golpe dejando ver a TaeHyung con una sonrisa deslumbrante - ¡Oh! ¡Es NamJoon! Ha vuelto, ¡Ha vuelto! - La emoción se podía sentir en su voz, pero esta rápidamente desapareció cuando vio el rostro de su mayor - Un momento... ¿Sucedió algo? - TaeHyung se acercó de inmediato al moreno y tomó sus manos, estaban frías, por lo que procedió a tomar su temperatura poniendo sus labios en la frente de NamJoon.

- ¡TaeTae!, ¿Qué haces? Nam acaba de tener un ataque de nervios - SeokJin lo golpeó levemente con un diario enrollado como si de un perro de tratase.

- ¡Auch! Sólo confirmaba si tenía fiebre... - Hizo un puchero mientras se acariciaba la cabeza y se sonrojaba.

NamJoon sonrió de lado, aún cuando sus amigos estaban en la misma habitación él se sentía realmente solo y vacío. Algo faltaba y en su mente apareció nuevamente YoonGi. ¿Porqué estaba pensando de más? Nuevamente pensó en él, en lo bello de sus ojos, su sonrisa y sus manitos delgadas. Negó suavemente para disipar sus pensamientos, debía calmarse, estaba con sus amigos y en el trabajo, no debía permitir que sus emociones fuesen más fuertes que él. Por mucho que deseara tener a YoonGi en ese preciso instante en sus brazos.

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Holaa~ sé que mis dibujos no son los mejores pero los hago con mucho amor<3 Espero les guste<3
Dato curioso, le tengo mucho aprecio a este dibujo, porque fue uno de los primeros que dibuje para el fic<3

& Lt; & lt; Our History & gt; & gt; NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora