Capitulo Trece

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Cuando NamJoon llegó a su casa se encontró con YoonGi en su habitación leyendo un libro que tenía en la mesita de noche, parecía ser que su dormitorio era su lugar favorito de la casa y quizás no sería mala idea dar un paseo con él. Estaba tan concentrado leyendo que no quiso molestarle y estaba dispuesto a irse a la cocina, pero la voz grave del zorrito le detuvo.

- Namie... - YoonGi dejó el libro a un lado y rápidamente se acercó a NamJoon para abrazarlo. El moreno sonrió con ternura.

- No quise molestarte - No sabía que decirle, con lo que pasó en la mañana, no sabía como se lo había tomado YoonGi y quizás ya había metido la pata.

- Hey, tú nunca molestas - Lo miró frunciendo el ceño y lo volvió abrazar, restregándose en el pecho del moreno, llenándose de su olor - Quería decirte... Que lo que pasó esta mañana está bien, estuvo bien ¿Sí? - Y como si le estuviese leyendo la mente soltó esas palabras que NamJoon jamás pensó necesitar para estar seguro de no estar metiendo la pata - No es necesario que me ignores como si no hubiese pasado nada Namie - Su voz salió ligeramente triste y el chico que le oía atentamente lo abrazó, y lo llevó a la habitación quedando en la misma posición que en la mañana.

- Gracias - Susurró en su oído y YoonGi se estremeció - Necesitaba oír eso, ya pensé que lo había arruinado todo - Namjoon se refugió en el cuello del pálido y él le acarició el cabello. Una risita salió de sus labios al pensar en lo tonto que sonaba todo lo que dijo y le miró a los ojos - Te quiero Yoonie - NamJoon le sonrió y a YoonGi se le llenaron los ojos de lágrimas; "No ha cambiado nada" pensó y le sonrió igualmente para luego unir sus labios en un beso cargado de cariño y amor.

Algunas lágrimas de YoonGi escaparon de sus ojitos cerrados y NamJoon se encargó de limpiarlas con las yemas de sus dedos.

- Todo está bien Yoonie, tranquilo - Besó su frente. No sabía exactamente el porqué de esas palabras, solo sabía que en ese momento todo estaba bien y YoonGi debía saberlo y no estar triste por que sin duda... - Yo estoy contigo, tranquilo, no me voy a ir - Y sin quererlo YoonGi rompió en llanto aferrándose a NamJoon.

- Namie... T-Te extrañé tan-to... -Decía YoonGi entre hipidos del llanto y el moreno le hacía cariño sin comprender bien sus palabras - Te quiero NamJoon... - Estando aferrado a él lo besó mientras lloraba, porque lo necesitaba, necesitaba sentir que realmente estaba ahí con él, que era NamJoon que no era una ilusión o un sueño y para la suerte de YoonGi, no lo era. Él estaba ahí consolando sus lágrimas y besándolo hasta que se calmara.

Todo quedó en silencio, un silencio tranquilizador; YoonGi ya estaba dormido en los brazos de NamJoon y éste le acariciaba el cabello mientras miraba por la ventana. Se volvió a mirar al zorrito con los ojos cerrados, más tranquilo que hace un rato atrás.

"¿Debería preguntarle?".

Se le pasaron miles de dudas por la cabeza, después de todo ¿Quién era ese chico dormido a su lado y por qué él mismo había dicho que no lo iba a dejar? Siendo realistas, NamJoon no conocía nada a YoonGi y lo tenía más que claro, pero sentía algo tan distinto desde que le vio por primera vez, y siempre se recordaba a sí mismo que ya lo conocía desde siempre; aunque, por otra parte, estaba esa duda, esos llantos descontrolados por parte del chico que era un zorro, esas crisis que no eran menos y siempre le preocupaban más de la cuenta, aunque nunca lo dijese.

Y otra vez se repetía así mismo, "Tiempo al tiempo".

¿Pero cuánto más duraría diciéndose eso?

...

NamJoon iba un poco atrasado al restaurante, se entretuvo haciéndole cariño a YoonGi en su forma de zorro y no se arrepentía para nada, siempre creyó que su forma animal era muy adorable.

& Lt; & lt; Our History & gt; & gt; NamGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora