Sha Po Lang - El Díos De La Guerra y El Príncipe

126:Final (Parte 3)

"El primer día de marzo del décimo año de Long An, Li Feng, el emperador de Long An había muerto".

El pequeño príncipe heredero estaba muerto de miedo en el caos de la batalla. Sin saber qué hacer, solo podía sujetar la mano de Chang Geng con fuerza.

Cuando los dos ejércitos estaban en desorden, todos los oficiales civiles y militares huyeron y el carro del emperador cayó al suelo en completo desorden. Pero cuando la gente se dispersó, el objetivo se concentró: los asesinos que habían agitado deliberadamente el agua corrieron hacia Chang Geng y el príncipe heredero juntos.

Antes de venir aquí, Lord Fang les había instruido, "Yan Wang debe ser asesinado sin importar qué. Si tienes la oportunidad, tampoco dejes ir al príncipe heredero".

Los asesinos vieron que dos de sus objetivos estaban todos juntos en el mismo lugar, ¡especialmente conveniente para ellos!

Una flecha rozó la cabeza del príncipe heredero. El príncipe heredero fue llevado por Chang Geng como un cachorro. Ni siquiera podía gritar. Estaba tan asustado que solo pudo ahogarse en silencio.

De repente, alguien extendió la mano y secó las lágrimas de su rostro. El príncipe heredero vio a su cuarto tío enjuagarse las lágrimas a través de sus ojos nublados, su brazo levantado expuso una pulsera de hierro negro. Un xiu zhong si apareció en un instante, rompiendo la muñeca de un asesino. Yan Wang arrebató la espada del asesino y giró la empuñadura rápidamente lanzó un corte.

"Cuando tenía tu edad, un grupo de lobos hambrientos me asedió fuera de la Puerta Norte". La voz de Chang Geng era muy estable, "En ese momento, no había gente en ningún lado. Solo tenía un cuchillo pequeño conmigo, del tipo con el que juegan los niños del campo, no era el lobo común que me perseguía, sino los que los bárbaros Criado con su propio método, especialmente utilizado para matar gente. Eran muy grandes, más altos que yo cuando estaban de pie ".

Yan Wang siempre había sido famoso por su comportamiento excepcional. Ya fuera su enemigo o sus amigos, todos tenían que admitirlo. A diferencia de la mayoría de los preciosos hijos de los altos funcionarios que crecieron en la capital, él no era llamativo, sino diferente de los pobres hijos o soldados de Han Lin con antecedentes militares. No fue despojado ni feroz. Parecía muy tranquilo, pero no el tipo de calma del Maestro Liao Ran. Se parecía a una estatua de piedra de un dios feroz colocada en un templo, impresionante e intimidante,solitario y cubierto de cenizas. Muchas personas habían imitado en secreto la conducta tranquila y elegante de Yan Wang. Era difícil para otros asociarlo con lobos hambrientos fuera del paso.

El pequeño príncipe heredero se quedó atónito.

En este momento, dos asesinos se apresuraron hacia adelante uno por uno, uno de ellos cortó al pequeño príncipe heredero en el brazo de Chang Geng, con la intención de obligarlo a retroceder, el otro bloqueando su retirada por detrás.

Chang Geng hizo una mueca de desprecio.

¿Cómo podría un niño que creció jugando a espadas con los títeres de hierro de la mansión del Marqués retirarse frente a un oponente de este calibre?

Chang Geng levantó su espada horizontalmente para bloquear la espada del asesino. En un momento de susto, el asesino no pudo retraer su espada, el arma afilada en su mano voló. Se protegió descuidadamente con ambos brazos, pero Yan Wang lo 'cortó en dos'.

Chang Geng siguió volando hacia adelante tres pasos, aprovechando el impulso, se dio la vuelta y arrojó la hoja, asustó al perseguidor para que retrocediera y se lanzara a la punta de una lanza de un soldado del ejército imperial que se apresuraba hacia arriba.

¿El pequeño príncipe heredero ni siquiera había visto la matanza de pollos, y mucho menos la matanza de personas? Inmediatamente, cerró los ojos por el miedo. Pero incluso entonces, todavía lo golpeó el nauseabundo olor a sangre, llamó débilmente, "Cuarto tío ..."