Armando representaba lo peor del ser humano, asaltante, asesino, violador, y nunca se arrepentía de las acciones que realizaba, siempre lo festejaba reunido con personas tan perversas como él. Sin embargo los años no pasaban en vano y viendo que su edad ya no le permitiría vivir de sus crímenes. Se casó con una mujer de buen estatus económico a quien termino matando y quedándose con su dinero.
Estableció una cantina en la entrada de la ciudad donde se reunían todos los malandrines, Hombres y mujeres de mal vivir, a coordinar sus asaltos o celebrar sus fechorías y a quienes atendía como cantinero haciendo que las personas que Vivian alrededor vivieran un verdadero infierno pues perturbaban la paz y no daban tranquilidad. La policía temía intervenir el sitio pues por temor a salir heridos ya que una gran cantidad de delincuentes acudían a ese lugar.Una noche, mientras todos estaban reunidos celebrando sus maldades vieron con curiosidad, una silueta oscura que se presentaba en la puerta del establecimiento y grande fue su sorpresa pues cuando el sujeto ingreso a la cantina se dieron cuenta que esa persona estaba vestida con el atuendo de un sacerdote. Mientras este sacerdote se dirigía a la barra de la cantina todos empezaron a burlarse en voz alta, sin embargo el sacerdote , con rostro tranquilo y apacible se sentó en la barra donde armando al verlo le dijo: "disculpe Padre pero creo que se equivocó de lugar, por respeto, y porque hoy estoy de buen humor le pido que se largue de mi establecimiento, no sea que mis clientes se molesten con su presencia y espero que no este acá para darme una predica de salvación y arrepentimiento porque yo no creo en Dios ni en el diablo. Yo solo vivo de mis ganancias me oyó bien"
El Padre tranquilamente le contesto: "tranquilo Hijo mío no te preocupes, estaba de camino por aquí y me dio algo de sed, eso es todo, ¿podrías servirme un vaso de cerveza?". Armando se sorprendió por el pedido del Padre y sonriendo le dijo: "¿Por qué no? Siempre que no se ponga a predicar esas estupideces bíblicas no tengo ningún problema". Todos volvieron a sus asuntos mientras el Padre disfrutaba de tomar su cerveza, luego de un rato el Padre lo miro fijamente y le pregunto a Armando: "¿sabías que Dios le da la oportunidad a los hombres de redimirse de sus pecados? Aun no es tarde hijo mío la biblia dice que los malvados serán castigados al final de sus días. ¿tu que opinas de eso?" Armando completamente encolerizado por lo comentarios del padre le agarro de la solapas de la ropa y le hablo en voz alta: Escúchame bien estúpido, te dije que no me hables de esos temas aburridos porque molestas a mis clientes, además te diré que no creo en esas tonterías... ¿el diablo? Jajá yo soy Dios y el diablo en este mundo así que lárguese de mi cantina a otra parte o lo sacare a patadas.
El padre a pesar de la situación empezó a sonreír y le responde: "No esperaba menos de ti Hijo, pero Es una pena que me expulses tan pronto, pues esperaba que pudieras atender a mis amigos, estoy seguro que no demoraran en llegar" uno de los delincuente que estaba en la cantina en son de burla dijo: ¿acaso vendrá el coro a cantar alabanzas padrecito?. Riendo todos en el local mientras el Padre sonriente y aun sostenido por armando decía: "si claro".En ese momento de las sombras que se proyectaban en la cantina ya sea de los rincones de las paredes o debajo de las mesas empezaron a salir brazos largos y negros que agarraban a las personas y cogiéndolos del cabellos o cualquier parte del cuerpo empezaban a desmembrar a los delincuentes que tuvieran más cerca. Armando asombrado miraba la escena sobrenatural como su local estaba invadido por largos brazos que sostenían las partes humanas de esos delincuentes mientras el padre sorbía el último trago de su cerveza.
Armando volteo a ver al padre y sorprendido le pregunto: "¿Quién eres tú?... si fueras un demonio se supone que me castigarías una vez que muriera llevándome al infierno". Mientras los brazos negros agarraban botellas y todos los objetos que tuvieran cerca para romper los focos y dejar en sombras el local para que pudieran salir mostrándose de cuerpo entero como entes oscuros de piel negro lustroso. El padre le respondió: "Es verdad, pero Hijo,... tu hiciste los méritos suficientes para que yo mismo te lleve en persona". Y mientras los demonios agarraban las botellas de aguardiente y los rompían derramando u contenido sobre todo el local el padre prosiguió: "tenía que estar seguro que eres de esas personas que no se arrepiente de sus malas acciones, que bueno es que aún existen personas que pesar de poder salvarse deciden hacer caso a sus más bajos instintos... hijo mío ...¿sabes? Siento mucho frio... ¿te parece si calentamos el ambiente un poco?" y diciendo esto puso sus manos en la barra desprendiendo un gran calor que termino por encender en llamas todo el local que estaba cubierto por licor quemándose Armando y todos sus clientes en medio de enormes llamas de fuego. Cuando los bomberos y la policía pregunto a las personas sobre el incidente solo atinaron a decir que de entre las llamas vieron la figura de un padre que salía caminando y se perdía en medio de la carretera, mientras oía como se reía a grandes carcajadas en medio de los ecos de la oscuridad de la noche como el peor de los lobos disfrazado de cordero que jamás se haya visto.