A la mañana siguiente, quería tanto poder bañarme y cambiarme de ropa. No pude dormir, apenas cerré los ojos un par de horas.
7:00 am, estuvo él en el departamento y al verlo de inmediato me puse de pie.
-Así me gusta, que muestres respeto por tu futuro esposo. Si te comportas así tendremos un matrimonio bastante bueno--dijo y sentí rabia.
-Quiero cambiarme de ropa
-Toma--me lanzó hacia los pies un pequeño bolso. Me agaché para recogerlo y abrí. En su interior estaban algunas prendas mías.
-¿quien te dio esto?--dije
-Lo tomé
-¿cómo entraste a mi casa?--pregunté extrañada e inmediatamente me respondí--Tomaste mis llaves ¿no es así?
-Bañate!--ordenó y así lo hice, pero llevé mi ropa conmigo para no tener que cambiarme cerca de él.
Cuando salí, me miró fijamente a los ojos y se acercó a mí con un trapo. Como impulso retrocedí y él se enojó.
-Es hielo profesora, es hielo. Deja de ir por la vida temblando--comentó y en el trapo que sostenía había trozos de hielo y los puso sobre mis parpados.
-¿puedo hacerlo yo?--y me dio el trapo
-No te quemes con el frío, debes verte reluciente hoy. Pareces una rana con los ojos hinchados--dijo y me pareció grosero de su parte.
-Grosero--dije en voz alta y logró escuchar. Quise decir "lo siento" pero ya estoy harta de este miedo.
-¿qué dijiste?--se acercó a mí muy desafiante y me miró a los ojos, yo no bajé mi mirada
-Dije que eres grosero. No era necesario las comparaciones.
-Ni tú ni nadie me va a decir qué hacer ¿está claro?--dijo y no respondí pero tampoco bajé la mirada--Ahora termina de deshinchar tus ojos y date prisa que tenemos un desayuno en familia.
Fue al baño y con ayuda de un espejo traté de hacer lo que pidió y no funcionó mucho.
Luego de unos minutos, nos fuimos y esta vez no me tomó del brazo.
Subí en su auto y fuimos a una casa realmente grande. Era muy hermosa por fuera y le daba ganas a cualquiera de entrar y verla por dentro, pero a mi no. Lo unico que quería era salir de ahí corriendo.
-¿conoces el infierno?--me dijo antes de entrar
-¿ah?
-Pues, te lo presentaré--comentó y abrió la puerta.
Por dentro era hermosa la casa y el comedor era realmente grande. Vi muchas personas y sentí nervios.
-Oh Jacob hijo mío! Llegaste! Ven, come con nosotros. Julia sirve comida para Jacob y su amiga.--dijo una señora guapa.
-No es su amiga--dijo un hombre y era Nahum Doumet. Cuando lo vi, me sorprendí, ya había olvidado que él mató a un hombre.--Es su futura esposa ¿cuándo será la boda querido sobrino?
-¿es cierto hijo mio?
-Será hoy, por eso vine, quería que lo supieran. Diego y Adrián se van a ocupar de todo, quiero algo discreto, solo ustedes.
-Hijo pero a mi me gustaría tener otras cosas en tu boda, después de todo es mi primer hijo casándose.
-Deja los festejos de lado Jenny--le dijo Jacob a su propia madre--Ya dije que será discreto todo y así va a ser. Siéntate--me dijo a mi y me senté. Nos sirvieron frutas, pan, mermeladas y un montón de otras cosas que no me apetecían comer.
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A la Fuerza (Jacob Elordi y Tú)
Fiksi PenggemarEl miedo y el amor a su padre, la obliga a casarse con un mafioso de buen parecer. La idea de vivir cautiva con el tiempo la va enamorando al igual que su captor. Adaptación de "Amor en blanco y negro" novela turca.