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Me dañaste.

Te perdoné y lo volviste a hacer, jugaste conmigo como querías.

No me importó porque solo quería verte feliz.

Ahora estas ahí,

como si nada hubieras hecho,

como si nunca te hubiese entregado mi pequeño corazón débil y tú nunca lo hubieses  apretujado en tu mano volviéndolo nada y acabando conmigo.

Me dañaste, pero soy tan estúpida que dejaría que lo volvieras a hacer, aunque me cueste la vida.

Sólo por verte feliz.

Soltando mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora