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La duda se abría espacio en la punta de la lengua

De las miradas cómplices del silencio provocado.

Noches largas de suspiros pausados,

Rompen labios agrietados sumidos en salvajes peleas.

Ásperos callos de manos inquietas,

Llenas suaves caricias de pasión en su entrega.

Miraba tus ojos con guerras mientras manejabas por la carretera,

Temiendo que ese día el ultimo fuera.

Pedía a gritos al universo que un día más me diera,

Para acomodar, lo que quedaría de mí, cuando te fueras.



Soltando mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora