LVII

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Tarde me di cuenta, que no estaba enamorada de ti.

Solo la idea perfecta en mi cabeza que tenía sobre ti.

De eso si estaba enamorada.

De la manera tan linda en la que mi cabeza te describía.

De las cosas que solo me permitía creer de ti, de las que me inventaba.

Estaba perdidamente enamorada de los escenarios que creaba en mis tiempos libres. Cosas que no sucedían y no sucederían. Ilusiones de ti que me dejaban tan perpleja que por momentos solo repetía y repetía y repetía esa versión de ti que me creía.

Estaba tan ida, que cuando me topé con tu versión real, fue cómo si me dieran un golpe que me hizo despertar. Pero el eco de tu versión creada por mí seguía ahí.

Y sique aquí. Hablándome, diciéndome cosas que nunca dirías. Acompañándome, y a veces hiriéndome.

Tarde me di cuenta que no estaba enamorada de ti. Si no de la perfecta versión que yo misma creé en caso de que un día de repente ya no estuvieras.

Soltando mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora