Louis quiere ser un suggar baby pero no tiene idea de cómo ser dulce o tierno; así que recurre a un suggar retirado de pelo teñido que ama la moda y el color rosa pero que odia su pasado.
*todos los derechos reservados.
*idea original.
*no copiar.
*...
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Capítulo 13. ♡
"Todos me decían que el amor era ciego, Entonces ví tu rostro y quedé sorprendida, Finalmente, esta vez tú y yo somos los afortunados..."
Lana del rey – luckyones.
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ADVERTENCIA⚠️ El siguiente capítulo contiene recuerdos de Harry los cuales serán narrados en letra cursiva para que no se me confundan. Gracias y disfruten 💛
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―¿Estás bien Louis?
La pregunta de Harry saca a Louis de su pequeño trance. No sabe cuánto tiempo estuvo perdido en sus pensamientos pero alza la mirada y lo mira. Los ojos y la expresión de Harry representan preocupación, ya no tiene la sonrisa de hace un instante.
―¿Te encuentras bien?―Vuelve a preguntar.
Louis traga saliva y asiente pero a Harry no le convence mucho aquella respuesta.
―Si no te sientes cómodo con todo esto podemos irnos bebé, no tengo problema con eso.
―Muy bien pero, si no te sientes a gusto puedes decirme y nos iremos.―Louis asiente con una débil sonrisa.
Agradece que las lágrimas de sus ojos ya no estén al alcance y así pueden caminar hacia aquel enorme edificio. Cuando por fin logran entrar los dos observan que es cómo un museo por dentro, hay estatuas, pinturas, fotografías, objetos antiguos pero todos y cada uno de aquellas cosas pertenecen al mundo del sadomasoquismo.
Algunas fotografías son en extremos explicitas y son cosas, posiciones que no ha experimentado con Harry aún y honestamente no quiere hacerlo, se ve demasiado doloroso y no cree aguantarlo. Harry observa todo a su alrededor, es como si estuviera volviendo el tiempo atrás, como si todo aquello ya lo hubiera vivido y es obvio que ya lo hizo, entonces lo que está de vuelta son sus recuerdos, sus memorias, está recordando algo.
―¡Pero si es Harry!
La alegría en una voz hizo que los dos voltearan a ver al responsable de aquello. Un señor más grande que Harry con canas en la mayoría de su cabello se dirigía hacia ellos, de su mano y al igual que Louis traía a una chica de no más de veinte años, tal vez veinticinco. O menos.
El hombre vestía un traje morado y la chica un vestido del mismo tono, los dos brillaban pero había algo en el rostro de la chica que no podía descifrar, una mirada triste y una sonrisa cansada.
