Yo estoy en la carpa de la belleza ...
Mi trabajo es la poderosa magia de los arquetipos ...
Tiengo escorpiones a mis pies ...
Tened cuidado todos ustedes ... si son injustos !!!
Porque las sombras de la muerte
pueden venir rapido
con mi toque punzante....
O puede ser lenta
como un veneno persistente
bajo el sol del mediodía ... ..
Pero ustedes no saben que no soy solo
miedo ... y muerte ...
Mi aliento lleva a una nueva vida, tanto
depende si ustedes se lo merecen ...
Recuerda que tu post-existencia será brillante
De una luz deslumbrante....
Y a todos los mortales, y a todos los dioses
solo puedo decir que mi protección
durará toda la vida ... en la muerte y más allá ...
Descubren los secretos de mis criaturas:
son mi mano derecha, y en ellos ustedes percibirán toda la arena de mi desierto ...
Los seis guerreros, en los que habían despertado los dioses egipcios asociados con ellos, entraron en el bosque cercano al Santuario, tomando diferentes caminos en relación con su procedencia como casa del zodiaco, para llegar al Stargate * que se abría en el corazón más negro de la verde vegetación del lugar selvático.
Milo se había convertido ahora completamente en la divina Selket*, dama del desierto, y cruzó con su pequeña bebé en su hombro la brecha dimensional, que en ese instante se convirtió en una deslumbrante pared de luz.
Se vio catapultada en un intrincado bosque pantanoso y rico de juncos y palmeras, inmerso en un apacible silencio nocturno: solo el sonido del fluir de las aguas de un gran río hacía de fondo de esta atmósfera mágica de mudez surrealista. El aire aún se encontraba lo suficientemente cálido, pero las temperaturas definitivamente iban a bajar poco después, considerando que justo afuera de la selva que rodeaba el río de las oscuras aguas, color profundo viridian, se encontraba inmediatamente el desierto, donde la amplitud térmica entre el día y la noche era muy fuerte: por lo tanto, era necesario apresurarse para llegar al lugar designado para el evento, y así evitar la congelación.
Sin embargo la señora de todos los escorpiones todavía quería disfrutar de un agradable paseo nocturno bordeando el gran Nilo, dejándose llevar por la nostalgia, redescubriendo los aromas de su tierra, que le faltaba desde hace 250 años; recuerdos muy lejanos, antiguos de 7000 años giraban dentro de su mente en ese momento, cuando aún adolescente iba a visitar a su padre Khnemu*, guardián de las distantes fuentes del Nilo, y a menudo navegaba por el mismo río por voluntad de su amo, el señor del Nilo, que era un ser de repugnante fealdad: un gnomo hermafrodita y obeso, con la piel siempre sudada color alabastro, salpicada de raras venas azules, y un cabello compuesto de algas aguamarinas apestosas.
Este hombre era inaccesible simplemente por el pútrido olor que emanaba, sin tener en cuenta todo lo demás, sin embargo era la divinidad más generosa de todas, porque alimentaba a todo un país, hacía prosperar a una civilización entera por su cuenta sin la ayuda de nadie, de echo toda la naturaleza, la gente, los faraones de cada época, los dioses existentes amaban, veneraban y celebraban al dios Hapy *, y el dios del Nilo adoraba cada seres vivos que existían en esta tierra, cuidaba de cada brizna de hierba que crecía en el suelo egipcio, como un gran padre cariñoso, y constantemente daba clases al padre de la diosa de cómo ocuparse de las fuentes del río, del agua, y cómo explotar, dirigir mejor las inundaciones que el dios gnomo de pelo viridian provocaba, utilizando como herramienta un ánfora colma de agua, así los campos y cultivos se regaban bien a partir de junio (con el comienzo de las crecidas llamadas "ola verde") hasta septiembre( la máxima crecida del delta, llamada "agua roja"). Estas aguas eran tan sagradas, y el dios del Nilo era tan tomado en consideración que Osiris* le había permitido ejecutar al amanecer a cualquiera que tuviera la osadía de profanar el río contaminándolo de alguna manera, por ejemplo arrojando en las olas cadáveres de animales o de seres humanos.
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SCARLET TEARS - MILO COMING OUT?
Fanfiction"Siempre he tenido una tal opiníon acerca de mi mismo como ser humano: un valiente caballero que estaba feliz con su obligatión de proteger y luchar por su diosa, a quien había jurado lealtad. Me gustaban las mujeres, el buen vino tinto, los chiste...
