Young & Beautiful || Timothée Chalamet

35.

Taylor Swift – Peace

«𝙸'𝚍 𝚐𝚒𝚟𝚎 𝚢𝚘𝚞 𝚖𝚢 𝚜𝚞𝚗𝚜𝚑𝚒𝚗𝚎, 𝚐𝚒𝚟𝚎 𝚢𝚘𝚞 𝚖𝚢 𝚋𝚎𝚜𝚝. 𝙱𝚞𝚝 𝚝𝚑𝚎 𝚛𝚊𝚒𝚗 𝚒𝚜 𝚊𝚕𝚠𝚊𝚢𝚜 𝚐𝚘𝚗𝚗𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚎 𝚒𝚏 𝚢𝚘𝚞'𝚛𝚎 𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚒𝚗𝚐 𝚠𝚒𝚝𝚑 𝚖𝚎»

Cuando acabaron, Florence se desplomó sin aliento a su lado sobre las sábanas, el sudor enfriándose poco a poco en su piel. Timothée la envolvió en sus brazos, llevándola hacia su pecho, dónde ella escuchó los latidos frenéticos de su corazón. Poco después, él se quedó dormido.

Y ella se quedó contemplando el techo.

La chispeante luz de las velas dibujaban extrañas siluetas alargadas, aparentando moverse. En el exterior, a no ser por los espeluznantes sonidos propios de un bosque salvaje y animal, reinaba una tranquilidad inquietante.

Al principio, Florence no supo dar con el origen de su desazón, y prefería tal vez no hallarlo. Sin embargo, avanzada la noche y hastiada al no conciliar el sueño, por fin se decidió a enfrentarlo. Pero deseó no haberlo hecho, porque enseguida comenzó a derramar un par de lágrimas. Se rebulló entre las sábanas, enfadada consigo misma, mientras sus pensamientos se le escapaban más allá de donde podía sujetarlos.

—¿En qué piensas? — Su voz ronca y baja, una vez más, le tomó por sorpresa.

—Creí que dormías.

—En eso estaba, pero te mueves demasiado.

—Lo siento.

Florence se ladeó hacia él y acarició su pecho, apoyando su mejilla en su hombro.

—Pensaba en mi padre — Murmuró luego de una larga pausa — En Beth, en Billy... — En Kyle, quiso agregar —En todos.

—¿Qué te preocupa?

—No lo sé.

—Desde que hablaste con Beth esta mañana te he notado inquieta — Señaló él.

—Si.

—En pocas horas estarás de regreso — Le recordó y la estrechó con fuerza a su lado y besó su mejilla, deseando suavizar su ansiedad.

—Pero sin ti — Masculló Florence.

—¿Crees que me quedaré aquí solo, extrañándote? — Inquirió él y sacudió la cabeza — Regresaré contigo.

Florence se incorporó en la cama,  una sonrisa le iluminaba el rostro.

—¿De verdad?

Timothée se irguió para alcanzar sus labios y depositó un suave beso en ellos.

—Ya lo he pensado —Le dijo —Volveré a Nueva York, a un apartamento que solía tener antes.

Una mirada cargada de intriga brilló en los ojos de Florence. Tuvo miedo de preguntarle.

—No volveré a irme — Él adivinó sus pensamientos — Sé que no me crees, pero me quedaré en Nueva York tanto como pueda. Y cuando tenga que viajar, vendrás conmigo. Claro, si quieres.

—Si quiero — Dijo ella, deseando no aferrarse demasiado a sus palabras.

Volvieron a recostarse y los minutos en silencio comenzaron a correr. Si bien ahora se sentía mucho mejor al saber que no regresaría sola a la ciudad, la preocupación sinsentido no permitió que la angustia en su pecho aminore demasiado.