Young & Beautiful || Timothée Chalamet

20.

Things have changed – Bob Dylan

«𝙸 𝚞𝚜𝚎𝚍 𝚝𝚘 𝚌𝚊𝚛𝚎, 𝚋𝚞𝚝 𝚝𝚑𝚒𝚗𝚐𝚜 𝚑𝚊𝚟𝚎 𝚌𝚑𝚊𝚗𝚐𝚎𝚍. 𝚃𝚑𝚒𝚜 𝚙𝚕𝚊𝚌𝚎 𝚊𝚒𝚗'𝚝 𝚍𝚘𝚒𝚗𝚐 𝚖𝚎 𝚊𝚗𝚢 𝚐𝚘𝚘𝚍. 𝙸'𝚖 𝚒𝚗 𝚝𝚑𝚎 𝚠𝚛𝚘𝚗𝚐 𝚝𝚘𝚠𝚗, 𝙸 𝚜𝚑𝚘𝚞𝚕𝚍 𝚋𝚎 𝚒𝚗 𝙷𝚘𝚕𝚕𝚢𝚠𝚘𝚘𝚍»

Le Chambon-sur-Lignon era una pequeña localidad al Sur de Francia donde los hermanos habían pasado gran parte de su infancia y adolescencia, cuando tan solo eran Polly y Timmy, unos niños traviesos y curiosos que eran capaces de enloquecer a su pobre abuela Geraldine con sus disparatados juegos y ocurrencias.

Timothée conocía perfectamente bien las intenciones de su hermana al llevarle a la vieja casa de sus abuelos y en esos momentos no se sentía en condiciones de negarse. Secretamente, abrigaba la esperanza de volver a encontrar allí algo de la tranquilidad que había perdido.

La finca, ubicada al noreste de la comuna, había sido heredada por su padre y su tío cuando los abuelos paternos de Timothée fallecieron. Su tío Adrien entonces se había encargado de restaurar y acondicionar la vieja casa de los Chalamet, para que la familia pasara sus vacaciones allí cuando lo deseasen. Pauline, ni bien su hermano le dio la noticia de que pasaría una temporada junto a ella en Paris, se aseguró de tener la casa disponible algunos días solo para ellos, alejados de la gran ciudad y de la constante intrusión de la prensa.

A pesar de que las mejorías en la arquitectura del antiguo caserón eran palpables, para Timothée nada había cambiado; o al menos aquella había sido su primer impresión. La misma arcada de cemento — que siempre le recordaba a las antiguas construcciones romanas — les esperaba en la entrada principal, con las mismas enredaderas de glicinas violetas decorando la fachada de la estancia. El vestíbulo también se encontraba intacto: la decoración de finales del siglo XVIII, influenciado por los gustos de su abuela, había sido escasamente modificado. Solo faltaban los cómodos sillones que solían estar a un costado de las escaleras, cuyo tapiz él recordaba haber pintado con acuarelas cuando tenia cinco o seis años de edad.

Sonrió al pasar junto al lugar vacío, recordando aquel día. Su abuela había rezongado, disgustada al ver completamente arruinado su mueble favorito de toda la casa:

—¡Este niño será un gran artista o un criminal! — Había vociferado, provocando las risas de su abuelo.

El primer piso era otra historia. Habían agregado más habitaciones para los huéspedes, cuyo decorado era totalmente disonante con el resto de la casa, bastante más modernizado. Al final del corredor, se encontraba el cuarto que Timothée utilizaba cada vez que iba de visita. Él rogó para sus adentros que no hayan cambiado nada en él.

—¿Por qué agregaron tantas habitaciones? —Preguntó mientras recorrían los cuartos del segundo piso junto a Pauline.

—Creo que el tío Adrien quiere hacer un hospedaje para turistas —Pauline se encogió de hombros — Pero aún tiene que esperar por la decisión final de papá.

—No creo que papá acepte.

—De todos modos ya lo está haciendo —Repuso Pauline y suspiró con nostalgia.