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Aún en el sueño oscuro...
-¿Andrés...? -Dijo Jessica y de fondo se escuchaba a Dana llorando
-Aquí tiene su plato, le daré de comer -Se escucho una voz de mujer que no reconocí
-Si, esta bien -Dijo la voz de mi mamá

De pronto se escuchaban pasos
-¿Estás confundido, cierto? -me dijo mi otro yo
-¿Que está pasando...?

No puedo decirte, pero te puedo asegurar que vas por buen camino

Sentí un golpe en la cabeza de la parte de atrás y desperté con el dolor en la misma zona

Me fijé en el reloj que tenía en mi celular, a un lado, y eran las cuatro de la mañana

Me quise volver a dormir pero era inevitable pensar en ese sueño, era aterrador verme a mi mismo sin necesidad de un espejo, era confuso escuchar voces extrañas, todo me llamaba la atención pero al mismo tiempo no daba esa atención que necesitaba para mirar mejor...

Me levanté de la cama y me asome por la ventana, las estrellas brillaban, la calle estaba tan sola que la luz de los focos en las farolas llegaba de esquina a esquina

Camine al baño a lavarme las manos, puede que sea algo que casi nadie haga en la noche pero lavarme las manos en la noche me da un poco de tranquilidad

Entre y en el lavabo enjuague mis manos, mire al espejo enfrente y estaba Saúl mirándome fijamente

-¿Saúl? -Dije volteando atrás de mi
Claramente no estaba, por lo que salí del baño y en la oscuridad no se vería nada

Me regresé a mi habitación y quise volver a dormir, al principio comenzaba a dormir que volví a soñar con ello

-Hijo... Si tan solo no hubiera hecho eso... -Dijo la voz de mi papá en este sueño tétrico

El sueño... La habitación paso de ser oscuridad a luz, después en el fondo se mostraba un árbol grande, reluciente y frondoso

Me acerque lentamente y estuve muy sigiloso, pude observar que detrás de dicho árbol estaba un desconocido sentado debajo del árbol leyendo un libro extenso visualmente

-Oh, aquí estás -Dijo en voz alta mirando el libro pero dirigiéndose a mi

-Veo que te has estado sentido mal, y todo esto Andrés -Dijo sin dejar de ver el libro

Era raro como no me estaba observando pero se dirigía hacia mi

Se levantó de dónde estaba sentado...
-Momento de irnos Andrés... -Dijo mirándome fijamente a los ojos

-¿Irnos? -Dije preocupado

Me recargo su mano en el hombro y me hizo ver toda mi vida...
Desde que nací, empecé a caminar, desde que aprendí mis primeras palabras, cuando empecé a andar en bici, de cuando conocí a Jessica, cuando conocí a Dana... Cuando... Tuve el accidente con mi hermano...

-Viviste una buena vida, lástima que fuera algo corta -Dijo después de quitarme la mano

-Me voy a morir... -Dije con una mirada triste
-Vas a descansar... -Me dijo

No podía morir, tenía que dejar algunas cosas en claro con Dana, con Jessica, aún no debía morir...

-No te resistas -Dijo mi otro yo que apareció de la nada atrás de mi -Se que estarás mejor allá -Añadio

Me aparte de ellos dos caminando hacia atrás
-¿A donde vas...? -Dijo mi otro yo
-¡Ven aquí! -Me grito el señor y camino hasta a mi deprisa

No supe que hacer por lo que solo salí corriendo de ahí, el sueño dejo de ser luz a volver a ser oscuridad...

Continúe corriendo al parecer en un camino infinito, cuando me di cuenta no había más suelo, parecía estar cayendo en un precipicio, el fin de aquel pozo se aproximaba cada vez más

Las Cartas de un SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora