Las Cartas de un Suicida

•7•

Era otra noche, dónde estaba sentado escribiendo la siguiente carta en el mismo tipo de papel, en el mismo escritorio, con la misma tinta...

Han pasado solo dos días desde que perdí la amistad de Dana...

En mi mente iba recordando lo mismo que estaba redactando...

... Intenté llamadas
... Intenté mensajes
... Intenté ir a su casa
... Pero nada ha sido posible

Después me vino a la mente algo que dijo Dana, una de las veces que fui a su casa

-¡Solo mírate! -Me grito en la puerta de su casa
-¿Que... Que tengo...? -Le pregunté mirándome a mi mismo
-No me siento bien contigo, es decir, hago cualquier cosa y te importa que vayan a decir las personas, te importa como aparentes, te importa todo, como si realmente... -Dijo y se detuvo antes de decir otra cosa -Vete de aquí -Continuo y cerro la puerta

Quiero que sepas, que yo no me iré de aquí, hasta que estemos bien tu y yo, mientras tanto, está carta seguirá guardada, por lo que al mismo tiempo, si lees esto, es por qué ya estamos bien...
Pero también, si hice todo lo posible, no me quiero quedar aquí a seguir con esta vida...
Atte. Andrés Robles López

Así fue como termine de escribir otra carta, la doble como las demás, y la metí a aquel cajón oscuro lleno de letras en papel...
Lleno de verdades...
Lleno de sentimientos que algún día quise decir...
Lleno de lágrimas que nunca derramé...

Me fui a acostar y como ya era de costumbre, observe en la ventana todas las estrellas...

Al día siguiente desperté, y con la rutina de siempre, me levanté, me di un baño, me vestí con el uniforme y me fui a desayunar

-Hijo, ¿Cómo te va con tu novia? ¿Cuánto llevan? Anoche tu tía llamo y pregunto por ti y no supe que responder -Menciono mi madre
-Ultimamente... Bueno y a ella ¿Que le importa? -Dije algo molesto
-Tranquilo Andrés, nadie había preguntado por ti hace tiempo, ¿Y ahora no quieres que sepan?
-No es de su incumbencia...
-Bien, ¿Por lo menos quieres contarme a mi?
-Tampoco es de tu incumbencia...
-No me tienes confianza ¿Eh?
-No es eso, solo que no me gusta contarle a nadie
-¿Entonces tienes problemas con ella?
-¡Ya! Ya no me preguntes. De hecho ya me voy -Agarre mi mochila y dejé el desayuno a la mitad, me fui a caminar en dirección a la preparatoria

Me pare frente a la preparatoria, era increíble como eran mis últimos días que cada vez, soltaba una que otra lágrima
Entre en la institución y al observar como todos entraban a sus respectivos grupos...
Decidí saltarme las clases. No iba a entrar a ninguna, pero no era solo porque no quiero ir, sino, que había una psicóloga en la escuela...
Nunca había ido con ella, solo sabía que atendía a todos si querían hablar con alguien...

Así que fui de camino a su oficina
Toque la puerta y de inmediato me abrió
-Buenos días, ¿Con la psicóloga Méndez? -Pregunté
-Buenos días, ¿En qué te puedo ayudar? -Respondio
-Quisiera tener una cita...
-Claro, puedo en estos momentos, pero ¿No tienes clases?
-No, de hecho no...
-Bueno, entonces pasa, ponte cómodo

Entre a su oficina y ella se sentó en una silla, enfrente de ella tenía su escritorio, me senté en un sillón que había ahí, era la típica consulta con el psicólogo

-Primero que nada, quiero que sepas que toda información que se hable aquí, se queda aquí, es confidencial, pero tomaré unos datos tuyos para tenerte en mi lista y si en dado caso, llegamos a continuar las citas, te puedo asignar mejor el horario ¿Esta bien?
-Si... Esta bien...
-Llena este formulario -Dandome una hoja con una lista de datos, un lapicero y un tablón para poder escribir
-Mientras llenas eso, puedes iniciar, ¿Que pasa...?
-Me siento raro...
-¿A qué te refieres con "raro"?
-Lo mismo quisiera saber...
-¿Puedes especificarme algo?
-En cualquier momento, a cualquier hora, está presente la tristeza, la oscuridad, de la nada me pongo mal, no se...
-¿Has vivido algunos momentos de depresión?
-Si...
-¿Estrés?
-Tambien...
-¿Tienes vida amorosa?
-Algo irregular pero si
-¿Han tenido problemas?
-No, bueno si, no, no es cierto, no hay problemas -Me empezaba a sentir incómodo
-¿Que golpe emocional te ha afectado recientemente?
-Mi mejor amiga se molestó conmigo
-¿Que ocurrió?
-Tengo novia, y ella me beso... Pero no quiero ser infiel...
-¿Entonces lastimaste sus sentimientos?
-Si, fue, muy repentino, no supe que hacer
-¿Entonces si fuiste infiel?
-¡No! Bueno si, pero yo no quería hacer algo así -Comenzaba a sentir que no me entendía
-¿Te arrepientes con eso?
-¡No!
-¿No?
-Es decir, si -No me gustaba estar ahí -¿Sabe que? Muchas gracias por la atención, disculpe la molestia, creo que mejor me iré -Agarre mi mochila y me fui de ahí sin dejar que me dijera algo más y el formulario lo rompí en pedazos

Me sentía solo, no sabia con quién ir, además de que ya intenté ver a Dana hasta su salón, no me ha dejado hablar con ella...
Paso el día como cualquier otro y me regresé a mi casa, tranquilamente me fui caminando, todo se estaba desmoronando a mi alrededor

Agarre mi celular del bolsillo y le marque a Jessica
-Hola, soy Jessica, deja tu mensaje en el buzón

Le volví a llamar unas cuantas veces y decía lo mismo
-Hola, soy Jessica, deja tu mensaje en el buzón
-Jess... ¿Crees que podríamos vernos? Te necesito conmigo por favor -Le deje el mensaje con pocas palabras que decían mucho

Tenía los ojos llorosos en esos momentos
Llegué a casa y estaba Daniel comiendo
-Hola Andrés -Dijo con la boca llena
-¿Que comes? -Pregunté caminando hacia el
-Comida
-Uhmm... Ya veo -dije cuando pase a lado de el y soltando la mochila a un lado
-Oye Andrés -Dijo levantándose de la silla
-¿Si? -Voltee a mirarlo
-Piensa rápido -Dijo en el mismo instante que me lanzó un par de llaves recién lijadas a la cara

No alcance ni a esquivarlos, ni a atraparlos, las llaves fueron proyectadas a mi cara, justo en la mejilla izquierda, las llaves habían sido lijadas antes, por los que estaban muy filosas...
Me cortó una de las llaves en toda la mejilla, la herida era algo profunda...

-¡Imbecil! -Le grité con la mano tapando la sangre
-¿No escuchaste? Piensa. Rápido -Me repitió
-¿Por qué hiciste eso? -Le pregunté
-¿Que? ¿Ya vas a llorar? -Me molesto

No pude controlarme y le quise dar un golpe con mi mano en puño.
El me vio y reacciono rápido, por lo que no le pude dar, y al contrario, el me hizo más daño aún.
-Me quisiste golpear ¿Ah? -Dijo y soltandome un golpe en las piernas, obligándome a hincarme
-Lo siento... -Dije con mucho dolor
-¿Que dijiste? -Me pregunto y me aventó otro golpe al estómago, dejándome en el suelo
-Por favor... -Dije suplicando
-¿Por favor que? -Dijo y soltandome otro golpe a puño en la cara
-¡Defiendete! -Me grito Saúl observándome desde la cocina

Ya estaba en el suelo y lo voltee a ver...

-Ayudame... -Dije hacia Saúl sin fuerza en la voz
-¡Vamos! ¡¡¡Defiendete!!! -Me grito aún más fuerte

Lo volví a voltear a Daniel y estaba apunto de darme un último golpe

-¿Que te hice...? -Le dije llorando

Solo me observo y no dudo en darme otro golpe más en el rostro...
Se levantó y se fue de ahí, dejándome en el suelo...

No tenía fuerzas para moverme, me había hecho mucho daño, solo me podia arrastrar un poco, así que no dude en ir más que a mí habitación

Entre arrastrándome por el suelo y me pude levantar a la cama con mucho esfuerzo

Quise dormir ahí mismo, no tenía fuerzas de nada, ni si quiera de lamentar...

Me dormí en instantes
Me metí en un sueño terrible

Aquel sueño estaba solo en una cama, sin nada alrededor, solo era negro todo, sin color, sin luz, solo yo...

-¡Tan solo mírate! -Dijo la voz de Dana
-¿Que? ¿Que fue eso? -Dije mirando a todos lados sentado en la cama
-Eres un maldito estorbo Andrés -Dijo la voz de Jessica
-¡No les haré caso! -Grite a la nada tapándome los oídos
-¿Entonces fuiste infiel? -Dijo la voz de la psicóloga
-¡Déjenme en paz! -Grité sentándome en el suelo asustado
-Oye Andrés... -Se escucho una voz suave y silenciosa
-¿¡Quién eres!? -Me quite todo de encima y camine hacia adelante
-Ven aquí... -Se escuchó
-¿Que es esto? -Pregunte a aquella voz
-Solo. Ven. Aquí -Dijo esa voz

Continúe caminando un buen rato...
Y me encontré en esa habitación sin color ni luz, a mi mismo

-Hola Andrés... -Dijo mi otro yo
-¿Pero que? -Me asuste
-¿No estás cansado de todo? -Me pregunto con una mirada tentadora
-¿Que? -Pregunte de nuevo
-¿No crees que este mundo está mejor sin ti?
Permanecí en silencio
-Ven... Toma mi mano -Dijo estirándome su brazo
-Quise tomar su mano cuando de pronto todo se apagó, todo era oscuridad...

Oscuridad a todo alrededor, en todas direcciones solo era oscuridad...
Así continuo ese sueño... En oscuridad...