Experimento #22: Not feelings | Larry Stylinson |

VII

—Empecemos por lo más fácil, sé que no mentirás porque vamos a ser amigos —Aseguró Louis con una risa pequeña mientras le echaba condimento a su pedazo de pizza y Harry tomaba del jugo que habían ordenado— ¿Cómo te sientes?

—Usado —Replicó instantáneamente Harry sin más ni menos como si su hubiese sido ensayada previamente y Louis frunció el ceño dando una que otra expresión de lástima.

—Es por culpa de mi padre, ¿Verdad? —Interrogó Louis, si se planteaba ser amigo de Harry, dejando de lado la apuesta que ni siquiera le importó en este momento, debería empezar de rebuscar dentro de él, de su personalidad, sus debilidades, sus fortalezas.

—Por parte, Louis, no es fácil pensar que he tenido una sola vida y me la tenga que pasar así —Dijo mientras daba un sorbo de su bebida, impregnando los ojos verdes con destellos en los azules fuertes como el océano. El dueño de los últimos se estremeció al tener una mirada así examinándolo.

—Yo no soy como mi padre —Vocalizó e impuso un silencio—  Jamás sería como mi padre —Expresó en un susurro casi inaudible pero fue todo lo contrario en los oídos de Harry.

—Él no es malo, Louis —Dijo Harry mientras alcanzó la mano de su acompañante dándole un ligero tocamiento dando a demostrar su apoyo.

—¿En serio piensas eso? —Mostró una mueca de confusión y expuso una risa un poco tímida pero en el fondo con algo de melancolía— Él nunca estuvo para mí, yo necesitaba una mano y él no estaba para ofrecérmela, entonces empecé a conformarme en estar solo, cuando no debió ser así. Yo había tenido una pérdida indispensable en mi vida y él no me dio el apoyo correcto. Es como que después de que haya muerto mi mamá yo haya muerto junto a ella y no existiese más para él. Yo quería que me llevase a partidos de fútbol y el jamás estaba disponible porque se la vivía en ese laboratorio de mierda, que ya debes de conocer —Concluyó Louis y se escuchó el hilo de su voz, se iba a romper.

—No hablemos de esto, ¿Sí? Hablemos de cosas que te gusten, que me gusten, que nos gusten —Dijo y el chico con rulos hizo una mueca muy graciosa ganándose el cambio de expresión de Louis.

—No me gusta nada —Hablo casi en silencio Louis— No he vivido la vida como hubiese tenido que hacerlo. Adolescentes de 14 años han vivido más que yo —afirmó Louis.

—Haz tenido que tener novias, follado, no sé —Supuso Harry con timidez.

—Eso no es vida, Harry, follar no lo es todo a veces, a veces ni así consigues felicidad —Dijo con cierta tristeza Louis— Las he tenido, las he follado también y mírame aquí, soy miserable, con ellas o sin ellas.

—Hay veces que tenemos que buscar nuestra felicidad —Expresó Harry dando ciegamente unas esperanzas a Louis pero estas fueron derrumbadas con los pensamientos refundidos.

—La mía está bajo tres tumbas y es imposible escavarlas.

*

Media hora después, de conversar y expresar sobre las cosas, música, hobbys, y libros favoritos (y haber tenido una discusión por el libro de “50 Sombras de Grey” el cual le gustaba a Louis y Harry expresaba que era uno de los libros más machista por dejar a la mujer como un objeto y Louis refutándolo que el sexo no era todo, sino su “historia de amor”) llego la hora en donde empezaron a retirarse gran grupo de personas dejando a unos 4 grupos sentados por la hora. En eso, Louis empieza a buscar su billetera la cual no encontraba, no estaba en ni una parte y estaba seguro de que él la había puesto en su bolsillo izquierdo junto su celular pero solamente permanecía el celular. Harry se percató de sus gestos y muecas y expuso una pregunta.

—¿Algo pasa, Louis? —Dijo y Louis parecía no prestarle atención mientras se desesperaba ya que dudaba que Harry tendría dinero ya que se fueron rápido.

—No. Está. Mi. Billetera —Dijo, dejando en claro los espacios entre las palabras mientras seguía inquietándose por no encontrar su accesorio el cual mantiene el dinero— Joder.

—Yo… no traigo dinero —Expresó Harry con sonrojo y vergüenza — ¡Sabía que debía traer! Pero me olvidé terriblemente.

—No era tu responsabilidad tampoco, joder… Mira —Mediante un susurro empezó a hablar su compañero— A la cuenta de 3 yo le tiraré algo al trabajador de ahí que anda cobrando a las mesas —Dijo mientras su vista señalaba a un joven con uniforme color blanco y rojo— y corres afuera mientras yo veo cómo salir —Era una idea loca, odiosa y sobretodo peligrosa pero era la única manera y se odiaba terriblemente por poner a Harry en ese punto.

—¿Y si me paran? —Dijo Harry aceptando hacerlo, sin discusiones.

—Estoy seguro de que no. Vamos, ponte en el sitio de adelante y cuando le tire sales. ¿Bien? Ponte atento.

Y así hizo Harry, hizo movimientos rápidos e impredecibles, invisibles para los demás. Ya andaba en el asiento de adelante y en eso vió como Louis le tiraba el recipiente donde mantenía los condimentos al costado del joven y Harry no hizo más que correr hasta ponerse atrás del carro de Louis. Mientras que el señor que fue atacado volteó, miro de forma mala a todos buscando al culpable pero no se dio cuenta así que procedió, sin quitar su ceño fruncido. En eso, hizo que iba al baño y tenía que buscar una salida, la mínima para hacerlo y gracias a todos los cielos encontró una ventana que estaba seguro que pasaría su cuerpo, entonces empezó a quitarla lo cual fue fácil porque el vidrio estaba sobrepuesto y en un dos por tres ya no había una ventana, solamente un espacio para entrar, entonces empezó a subir y llegó a entrar mitad de cuerpo con facilidad hasta que tuvo un gran problema: Sus caderas. Sus jodidas caderas eran un poco más grandes que la estructura de su cuerpo y andaba atracándose a más no poder. En eso sintió que alguien entró al baño y se escuchó un claro “¿Qué mierda estás haciendo, mocoso?” por parte de una voz varonil y mayor, del dueño mejor dicho. Louis ahí hizo lo más posible, no sabía que más hacer para que pase su cuerpo y en eso pensó en quitarse el pantalón pero recordó que tenía el celular en el bolsillo así que vio donde estaba el bolsillo y ahí andaba, mitad para afuera y mitad para adentro apretándose y tal vez haciendo que su teléfono esté haciéndose rayaduras o rompimientos.

En ese jodido momento sintió que unas manos lo estaban intentando rozar los pies y llegaba a tocar por ratos. Así que asumió peso, inhalo fuertemente e hizo un movimiento inclinado para pasar y así fue, se sintió aliviado y se agarró de la ventana aun haciendo que sus piernas se voltense para que él pueda caer de pie, nunca en su vida se había sentido así.

Salió y empezó a correr, a mas no poder, agarró su llave y apretó el botón de abrir el carro mientras veía a Harry escondido detrás del carro, este vió a Louis corriendo con su expresión y no sabía si reír o llorar por el hecho de que andaba arañado y con el pantalón con unos huecos. Al escuchar el sonidito peculiar del carro Harry primero que Louis abrió la puerta del capiloto y entró en una milésima de segundo seguido por Louis que se reía a mas no poder mientras arrancaba de todas las maneras posibles el carro con la puerta abierta de su asiento y cerrándola al viendo que un carro venía en posición contraria por el otro lado de la autopista.

Los dos se vieron y se rieron.

Olvidando que no estaban posados en sus problemas, sino, en la risa ajena.

Olvidando que fueron rotos algún día.

¡Holaaaa! Aquí escribiendo este capítulo, actualizaré con más frecuencia, menos el día 14 jaja, ese día es mi cumpleaños.

Si, nací un jodido 14 de febrero.

¡Diviertanse!