EL SILENCIO DE MIS PALABRAS [✔️]

CAPÍTULO 12

*EDITADO*

ASHLEY

Quedé con Elena en nuestra cafetería favorita. Era una cafetería acogedora donde podías disfrutar de un buen café junto a una buena lectura. Lo bueno es que estaba ubicada al lado de la universidad entonces podía obtener mi café mañanero para poder empezar el día con energía. 

Acomodo bien el abrigo mientras voy andando hacia el lugar donde hemos quedado. Hoy el día estaba nublado por lo tanto hacía frío, lo bueno es que le había hecho caso a mamá y me puse una sudadera gris junto a unos jeans vaqueros y unas converse blanca.

Empuje la puerta de la cafetería y Elena ya estaba sentada en una mesa junto a dos café en la mesa. Hago con ella contacto visual y me acercó a donde está sentada. Llegó a la mesa y me siento, dejó el bolso en el asa de la silla. Elena me mira con una sonrisa y me tiende mi café favorito un macchiato caramel.

—Hola —dice Elena con una sonrisa.

—Hola  —le respondo desde el móvil —Gracias por el café.

—Te he citado hoy aquí porque tengo que contarte una cosa.

—¿Qué pasa?

—Me voy a ir dos meses a una universidad de intercambio a Alemania.

—¿Cómo?

—Sabes que estoy en una carrera de ciencias y una universidad de Munich ha apostado por mi por dos meses y he aceptado, se que nunca hemos estado separadas pero es una oportunidad increíble para mí. 

—¿Por qué no me lo has dicho antes?

—Sabía que te dolería el separarnos pero entiéndeme esto es una oportunidad inigualable.

—Te voy a extrañar mucho, me llamas todos los días.

—Esto es difícil pero lo superaremos juntas, es más son dos meses pasará el tiempo volando y cuando menos te lo espere estaré aquí de nuevo a tu lado.

Con Elena estuvimos media hora hablando sobre Alemania, lo bien que se lo iba a pasar y que incluso puede que se enamore de un alemán. Pagamos los café y salimos de la cafetería. Nos despedimos de un abrazo y empecé a caminar hacia la biblioteca. 

Entró a la biblioteca con los ojos llorosos por la noticia que me había dado mi mejor amiga. Caminó hacia las mesas y sin querer tropiezo con una chica pelirroja más alta que yo.

—¿Estás bien? —me pregunta la chica al ver que tengo los ojos llorosos, es la primera persona que me pregunta.

Niego con la cabeza y antes de que pueda volver a preguntarme, la esquivo y me dirijo a una mesa para poder desahogarme escribiendo algo en mi portátil. Cuando tengo emociones muy fuerte empiezo a escribir soltando toda mis frustraciones, rabias y penas. Como no puedo hablar, el escribir hace que sea una vía de escape.

Pierdo la noción del tiempo y cuando vuelvo a la realidad caigo en cuenta de que he escrito tres páginas enteras. Recién caigo en cuenta de que he tenido tanto que contar que escribirlo me ha relajado y ha hecho salir todo el peso que sentía en mi cuerpo. Me siento ahora mucho más ligera, vuelvo a mis cinco sentidos y me colocó el abrigo para salir de la biblioteca.

Sentí la vibración de un mensaje entrante del móvil en el bolsillo del abrigo y cuando lo sacó me fije que era Nick, con una sonrisa en mi cara le contesté el mensaje.

Para: Ashley

De: Nick

Hola, ¿qué haces?