*EDITADO*
ASHLEY
Me desperté a las doce en punto intenté, sin éxito, moverme lejos de Nick. Tenía mi cabeza en su pecho y la pierna encima de su entrepierna, lo cual estaba llena de "gloria matutina". Él tenía su mano en mi rodilla, fijando mi pierna ahí, y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de la cintura. Cuando traté de moverlo, apretó su agarre, murmurando algo en sueño sobre ya no querer ir más a la universidad.
Moví el brazo y toqué su estómago.
—Nick —dije desde el móvil, tocándolo de nuevo cuando no abrió sus ojos.
Él gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que quedé completamente encima de él. Podía sentir su erección presionando entre las piernas. Jadeé con la sensación, era extraño pero en verdad se sintió bien. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar sentir placer en el cuerpo.
Él abrió sus ojos de golpe y me miró, impactado. Su expresión rápidamente cambió a su sonrisa de marca, la cual quería golpear fuera de su rostro.
—Buenos días, princesa —ronroneó, alzando sus cejas, su sonrisa de asombro.
—¿Me soltarías por amor de Dios? —le grité poniendo ese modo en el móvil.
Él alzó sus manos a modo de rendición y rápidamente rodé de encima de él.
—¿Qué hora es?
—Son las doce en punto.
—Está bien —dijo mientras me daba un beso en la frente.
Nos levantamos de la cama y arreglamos su cuarto para dejarlo como nuevo. Luego bajamos a la cocina y empezamos a cocinar para así poder almorzar porque desayunar ya no podíamos. Preparamos unos espaguetis a la boloñesa riquísimos. Después fue a su cuarto a cambiarse de ropa y cuando ya estaba listo nos montamos en su coche. Me volví a mirarlo mientras conducía, tenía una pequeña sonrisa en su rostro. No estaba prestando atención a dónde íbamos pero al final me di cuenta que estábamos en el centro comercial. Nick aparcó el coche en el estacionamiento del parking. Él sonrió y se levantó, y yo le seguí con el ceño fruncido. Me cogió de la mano y me llevó a la pista de hielo que se encontraba en la tercera planta del centro comercial.
—¿Qué estamos haciendo aquí? —le pregunté mientras me agarraba la mano y me llevaba dentro.
—Hola, por favor, dos —dijo a la señora detrás del mostrador, entregándole el dinero.
Di un grito ahogado, cuando me di cuenta de que íbamos a patinar, entonces eso quería decir que esta era nuestra cita.
—¿Sí queréis patinar tenéis que alquilar patines? —preguntó la señora con una sonrisa amigable
—Sí, un doce y un cinco por favor —respondió, guiñándome un ojo.
Le pasó dos juegos de patines y él sonrió de nuevo, tomó mi mano y me arrastró a los bancos. Nos cambiamos a nuestros patines y nos dirigimos hacia el hielo. No había nadie más allí, probablemente debido a que era sólo justo después de las nueve de la mañana.
—¿Por qué estamos haciendo esto? Sabes que no sé patinar. —Hice una mueca, mirando el hielo, comenzando a entrar en pánico.
Él se rió y tiró de mí hacia el hielo.
—Lo sé. No te preocupes, te ayudaré.
Nick jugaba hockey sobre hielo para él ya era coser y cantar pero para mí esto era un obstáculo de la vida, no quería que me viera haciendo el ridículo.
ESTÁS LEYENDO
EL SILENCIO DE MIS PALABRAS [✔️]
Fiksi RemajaAshley Miller fue golpeada por la tragedia con tan solo seis años. Desde ese momento, Ashley perdió su voz y nunca más supo como recuperarla. Nick Jhonson apostó con sus amigos que haría lo que fuera por hacerla hablar a cambio de mantener su orgul...