Capítulo 26

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Se refugiaron en la ciudad subterránea del Paso de los Lobos, donde Sonya aplicó un hechizo para sanar heridas en la oreja de Flarium. Tras el fragor de la batalla, Alice solicitó a Jaku que le permitiera a ella y a sus amigos tomar un descanso antes de hacer el recuento de los caídos. Jaku aceptó y servicialmente condujo a la chica y a sus amigos hacia la parte más profunda de la ciudad subterránea. Se encontraba ahí un gigantesco cráter lleno de agua, Alice reconoció aquél sitio como aguas termales.

La chica se decepcionó al no recibir una reverencia, pero igualmente se unió a sus amigos que ya se estaban desnudando para entrar en el agua. Hubiera querido solicitar un baño privado, pero prefirió mantenerse callada y aceptar lo que había. Estaba tan agradecida de que sus amigos hubieran salido con vida que compartir el agua cálida le resultó de lo más agradable, a pesar de estar desnuda y acompañada de más personas en las mismas condiciones.

Aquél fue el baño más agradable que se había dado desde su llegada a aquél mágico sitio. El grupo permaneció en silencio mientras se encargaban de limpiar sus heridas y rasguños, Alice se alegró de que ninguno estuviera al borde de la muerte tras la batalla. La chica se preguntó entonces si Jaku y el resto de la manada también estaría tomando un baño.

Soltó un pesado suspiro y hundió un poco más en el agua intentando aclarar sus pensamientos. Tuvo que evitar divagar para concentrarse en hacer un recuento de los últimos eventos. Recordó entonces todo lo acontecido en el castillo: su encuentro con Lord Horus, las memorias de la Gran Reina Alicia, el mapa que conducía a los Campos de Stigya... La luz que había salido disparada de sus manos, ¿había sido magia?

Sacó sus manos del agua para mirar sus palmas, no había nada diferente en ellas a excepción de los cortes provocados por su falta de concentración al atrapar la daga.

—¿En qué piensas?

Sonya rompió el silencio con aquellas palabras. Todo el grupo parecía absorto en sus propios pensamientos, Flint comenzaba a cabecear y Flarium salió dándole una sacudida a su pelaje para eliminar el exceso de agua. La Nympha salió entonces del montón de ropa sucia que habían dejado en el suelo antes de entrar al agua y se quejó de que Flarium la había empapado. Alice se alegró de verla y ambas intercambiaron una sonrisa.

—Creo que utilicé la magia cuando Blum se interpuso entre Aythana y yo...

—Fue un hechizo cegador —corroboró Blum—. Sonya los hace todo el tiempo, sirven para ganar tiempo durante una batalla. El oponente queda aturdido por unos segundos y tú puedes aprovechar para atacarle.

—No sabía que yo pudiese hacer tal cosa —continuó Alice—. ¿Es parte de mi transformación?

—La Gran Reina Alicia era la más poderosa hechicera que existía en nuestro mundo —respondió Henna—. Si vas a convertirte en ella, es claro que tendrás sus mismas habilidades.

—Ahora que la mencionas, durante mi encuentro con Lord Horus ocurrió algo completamente extraño —comentó Alice en voz baja.

Se sintió estúpida al pronunciar esas palabras. Estaba desnuda, compartiendo con elfos desnudos las aguas termales que un lobo parlante le había ofrecido luego de entrar a un castillo hecho con cristal a robar un retrato... ¿Y lo extraño era su comportamiento para con su hermano perdido?

Esbozó una sonrisa y aceptó que había enloquecido. Intentó recordar con exactitud todo lo que había dicho y hecho en presencia de Lord Horus, pero tan sólo fue capaz de decir con un hilo de voz:

—Fue como si dejara de ser yo misma y fuera otra persona... Una persona que sentía mucho odio por Lord Horus... Incluso mi voz se escuchaba distinta...

Los Cuentos de AstariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora