Me desperté al día siguiente aun con un dolor de cabeza pero esta vez no era por el alcohol sino por haber llorado toda la noche. Nunca creí que pudiera llorar así y menos por alguien. Me levanté y decidí que debía continuar y dejar todo atrás. Entré al baño, me di una rápida ducha y me puse esto:(multimedia).
Caminé hacia la puerta y cuando ab...rí la puerta la rabia volvió a apoderarse de mi, estaba lloviendo muy fuerte y eso significaba adiós skate, la única manera que tengo para calmarme. Cerré la puerta, giré sobre mi misma y me quité la chaqueta para lanzarme al sofá…
-Veo que te levantaste por fin –dijo Samuel sentándose a mi lado- creo que rompiste un record las 5 de la tarde –dijo intentado alegrarme.-
- ¿Y Cami? –pregunté.-
- Le dije que tenía que cuidarte –lo miré venenosa.-
- No necesito que nadie me cuide, ya estoy bien.-
- Eso dices –rodó los ojos- pedí pizza ¿quieres?.-
- No tengo hambre.-
- Tienes que comer –dijo como todo un hombre maduro.-
- Quiero estar sola –dije sintiendo mi voz quebrarse otra vez ¡Vamos! ¡Louis no terminó con la vieja ________!- en serio, ve a casa de Camille, quiero estar sola.-
- ¿Segura? –me preguntó- Puedo verla cualquier otro día.-
- Segura –dije intentado ocultar mi estado de ánimo.-
- Bien, pero volveré a las 7 ¿ok? Así no estarás tanto rato sola y no salgas de casa.-
- No puedo con esta puta lluvia.-
Se levantó y en 10 segundos ya estaba afuera de casa y andando en su auto. En la noche me había dedicado a borrar cada foto de Louis de mi celular, una por una, primero la observa, comenzaba a llorar y luego las eliminaba para siempre. Después busqué la ropa que el me había ayudado a escoger y cosas que me había regalado y las guardé en una caja la cual luego amarré en cinta adhesiva y pedí a Samuel que la escondiera donde el creía mejor. Si estaba quemada, por mi estaba bien.
Caminé hacia el microondas y vi que ahí estaba el pedazo de pizza, lo calenté y lo comí. Debía avanzar y volver a mi rutina diaria era lo mejor. Mas encima que debía ir preparando todo para ingresar a una universidad, y ojalá una que me alejara de todo esto pero que estuviera incluida alguna beca. Samuel debía pagar su universidad con el dinero que ganaba y el de mi mamá, quiero a mi hermano pero el no es un muy buen estudiante y jamás podría lograr una beca pero yo, podía y debía ganar una.
Terminé de comer y me volví a tirar al sofá pero sin encender la televisión, no quería ver nada que tuviera que ver con amor y parejas felices, eso me destrozaría aun mas.
Mi ligera calma se vio interrumpida por el sonido de la puerta, seguramente era Samuel que tal vez se le habían olvidado las llaves o quería cuidar o incluso Perrie. Me levanté a regañadientes y abrí la puerta pero… no era ninguno de ellos. Mi respiración se aceleró y mis ojos se llenaron de lágrimas, apreté mis puños con fuerza y lo ví, tenía los ojos rojos, seguramente lloró… bastante, se veía cansado, decaído, triste y sucio. La lluvia lo tenía empapado y me dieron ganas de abrazarlo y calentarlo con la fricción de nuestros cuerpos…
-______ -dijo mirándome a los ojos, en seguida corrí la mirada.-
- Te dije que no te me acerques mas –dije controlándome para no romper en llanto frente a el, sonó casi como un susurro.-
- Por favor, déjame explicarte –me miró e intentó acercarse a mi.-
- ¡No te vuelvas a acercarme! –grité y le cerré la puerta en la cara, apoyé mi espalda y me deslicé lentamente y escondí mi cara en mis rodillas para comenzar un desolado llanto, grité con fuerza mientras un gemido ahogado salía de mi garganta. Me sentí tan mal por haberle hecho eso pero el había roto mi corazón algo que juré, jamás iba a pasarme. Sentía un fuerte dolor en el pecho y el llanto se hizo cada vez mas fuerte, no podía levantarme ya que sentía que abriría esa puerta y lo abrazaría perdonándole todo pero por mi corazón y sobre todo mi orgullo, eso era imposible.
Quería esconderme, las lágrimas caían por mis mejillas y no había forma de detenerlas. Golpeé el suelo con mi mano una y otra vez hasta sentir que ya no tenía sensibilidad en mi mano. De pronto sentí que me empujaron, habían abierto la puerta y caí hacia adelante…
-______ ¿qué pasó? –dijo mi hermano, ayudándome a levantarme y cuando me di cuenta Niall estaba con él ¡mierda!- Eh… -hizo un intento de recordar su nombre- Neil, creo que no es muy afortunada tu visita.-
- Déjalo –dije al fin de pie.-
- ¿Qué pasó? –me dijo Niall, y me abrazó- vamos amiga, respira y cálmate.-
- Esto es una mierda –dije y lo abracé mas fuerte- una gran y verdadera mierda –me separé de el y limpié mis lágrimas con la manga.-
- Ahora, explícame por que estabas llorando en el piso.-
- El vino –dije incapaz de decir su nombre.-
- A ese maldito le sacaré la… -dijo mi hermano, miró a Niall y se calmó. Seguramente habían hablado y sabía que Niall y Louis eran amigos- ¿qué te hizo?.-
- Solo vino –cerré mis ojos para no seguir llorando- dijo mi nombre –tragué saliva- y le cerré la puerta en la cara.-
- ¿Cómo pudo pasar esto? –dijo Niall, mas para si mismo- ________ ¿quieres hablar?.-
- Amigo –dijo mi hermano- tal vez… .-
- Si –dije.-
Lo tomé del brazo y lo llevé hacia mi cuarto, me senté en la silla de mi escritorio dejando que Niall se sentara en mi cara…
-Louis… -lo miré asesina.-
- Por favor –le dije- no vuelvas a nombrarlo –cerré mis ojos y una lágrima se deslizó por mi mejilla, la limpié rápidamente con mi manga.-
- Bueno… el señor X –rió y me contagió un poco su risa- me contó lo que sucedió y creo que deberían hablar, no sé, arreglar todo y olvidar.-
- No perdoné a la mujer que me dio la vida y ¿crees que lo perdonaré? –le dije seria- Niall, nunca había estado así, nunca, me siento tan destrozada y lo único que quiero hacer es… no volver a mirarlo, alejarme de él.-
- Lo siento tanto ________, jamás pensé verte así –se acercó a mi y me abrazó- y perdón, fue idea mia que el viniera aquí.-
- Tranquilo, tu solo querías ayudar –me separé un poco de él y lo mire- dile un mensaje de mi parte.-
- Dime.-
- Que no me busque mas, que no vuelva a hablarme y si me ve por la calle que finja que no existo porque eso voy a hacer.-
- Se lo diré –suspiró- pero tu y yo sabemos que no nos hará caso.-
- Ojalá esto nunca hubiera pasado.-
- Tu y yo sabemos que eso no es lo que quieres.-
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