Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, me removí en la cama, estaba helada. Abrí lentamente los ojos y me di cuenta que no estaba en mi habitación. Me alarmé un segundo y me senté en la cama, no recordaba nada de la noche anterior. Miré alarmada todo el cuarto y luego miré a mi lado, Brandon… ...
Mi respiración se agitó y mi corazón empezó a latir muy rápido mientras imágenes aparecían en mi cabeza, tomé las sábanas y me di cuenta que estaba desnuda. Empecé a observar detenidamente el piso hasta que encontré mi ropa interior y me la puse lo más rápido que pude…
-Mmmmm –se quejó Brandon y abrió los ojos, se sentó y se puso una mano en la cabeza- Que noche –me miró- Buenos.-
- ¿Buenos? –le pregunté irritada, mientras buscaba el vestido y mis tacones.-
- Pero que gruñona, generalmente cuando a las chicas les dan duro aparecen de mejor humor –eso me irritó aun mas.-
- Solo dime que usaste condón.-
- SI lo usé –dijo apuntando a un basurero- ahí tienes la prueba.-
- Espero que sepas que eso solo fue sexo y por el alcohol.-
- Digo lo mismo –se mordió el labio inferior- si necesitas para otra vez a esta máquina –apuntó hacia su miembro cubierto por la sábana, rodé los ojos- solo dime.-
- Créeme, eso no va a pasar –me paré y tomé mi vestido, me lo puse mientras seguía buscando mis tacones.-
- Como quieras, hay hartas chicas mas –se acostó nuevamente en la cama- y si vas a acostarte con otros chicos –voltee a verlo- cuando grites, di el nombre de la persona, no Louis –cerré los ojos con furia, encontré mis tacones, me los puse y salí rápidamente de esa enorme casa.-
El problema no era olvidarme de ese chico, ya lo había hecho muchas veces antes y pensar en… en… bueno… ya ni recuerdo su nombre no era lo que hacía que no pudiera respirar y un sentimiento extraño se albergara en mi corazón, era como la traición. Era como que aun que Louis y yo hubieras terminado aun existía algo que nos unía y al haber hecho eso anoche me hacía sentir como una verdadera puta.
Ya no lloraba, por alguna razón, pero el sentimiento no desaparecía y cada día parecía aparecer mas fuerte, haciéndome poner perezosa.
Los días pasaban lentamente y cada vez mas lentos. Samuel casi ni me hablaba y me miraba como decepcionado. El correo llegó y mis solicitudes para las universidades estaban listas, necesitaba leerlas y decidir que haría con mi vida dependiendo si me aceptaban o no.
-Aquí vamos –dije, solté un suspiro y abrí los sobres dejando las caras sobre la mesa- rechazada –dije enojada al leer una sobre Manchester- rechazada –una universidad de Irlanda- ¡Rechaza! –grité enojada ahora una en Liverpool- aceptada –dije al fin feliz- pero su beca no a sido aceptada – dije enojada, arrugué todos los papeles y los tiré a la basura.-
- ¡__________! –gritó mi hermano, subió las escaleras y entró a mi cuarto- carta para ti.-
- Gracias –me paré, la tomé y la abrí. Mi última carta, literalmente, para la universidad. Leí el sobre, La Universidad de Londres… eso significaba que no podría huir de mis problemas.-
- ¿No vas a abrirla? –me preguntó.-
- Yo… -examiné el sobre- no sé –lo miré a los ojos y el se extrañó.-
- Pero… -se acercó a la basura- ¿no te aceptaron?.-
- Solo en una pero… sin beca –me senté en mi cama- eso significa que me quedaré –miré el suelo.-
- Creo que cambiaste un poco –se sentó a mi lado- ¿desde cuando huyes como una cobarde?.-
- Desde que no puedo controlar la situación, desde que no entiendo bien lo que pasa y desde que no soy la única involucrada.-
- ¿Cuándo te enseñé yo eso? –dijo mirándome, me giré y lo miré triste.-
- ¿Por qué ya ni me hablas? ¡Por qué mierda haces como que no existo! ¡¿Acaso no ves que eso me duele?! – le grité y volví a callarme para examinar otra vez el sobre.-
- Dame eso –me quitó el sobre y lo abrió- leelo –se paró y salió de mi cuarto.-
- Idiota… .-
Abrí lentamente y me fui directamente al final… “Aceptada”. Y ahora… debía leerla toda, era una carta bastante extensa pero me concentré en este párrafo…
“Señorita, hemos evaluado su informe y los resultados han sido notablemente altos, además de considerar su realidad social y económica por eso hemos decidido aceptar su beca en un 95%...”.
Comencé a gritar y saltar por todo mi cuarto, me habían aceptado y con una gran beca, iría a la universidad, podría estudiar lo que quiero pero no podría escapar de esta ciudad pero… ¡a la mierda! ¡seguramente el irá a otra y yo podré olvidarme completamente de el!.-
-¿Qué pasa? –dijo preocupado Samuel volviendo a entrar a mi cuarto.-
- ¡Me aceptaron! ¡me aceptaron! –corrí y lo abracé- ¡tengo beca!.-
- Que bien –nos separamos- ¿de cuánto es la beca?.-
- ¡Del 95%! –dije feliz y chillé- pero tranquilo, buscaré trabajo y me pagaré esto.-
- Ok, iré a casa de Camille.-
Odiaba que mi hermano fuera tan frio y lejano, prefiero mil peleas llenas de insultos que casi ni hablarnos, es como si dos desconocidos vivieran juntos. Tomé mi celular y llamé a mi mejor amigo…
LLAMADA TELEFÓNICA
-Hola deprimida –dijo el intentando parecer gracioso.-
- Pero que chistoso –dije molesta- ¿qué tenemos para el viernes?.-
- Tenemos algo bueno ¿qué dices de unas carreritas en moto? Voy a correr.-
- No bebas por favor –dije sincera- las cosas con Samu van cada vez peor y no quiero ni pedirle que me hable ni nada.-
- Ok, lo juro.-
- Adivina qué –dije muy alegre.-
- ¿Qué cosa?.-
- ¡Iré a la universidad! –grité- gané la beca.-
- ¡Genial enana! ¿a cuál? Por favor dime que no te irás.-
- A la de Londres, aquí, obvio.-
- ¡Geeeeeeeenial! Esto hay que celebrarlo.-
- Dejémoslo para otra vez –dije seria- necesito que me vengas a buscar y a dejar el viernes.-
- Ya mami –se burló- Quiero a mi amiga _________, de nuevo y no descansaré hasta tenerla de vuelta.-
- Adiós –me enojé- eso no era necesario.-
FIN DE LA LLAMADA
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