-Louis… -dijo Niall acercándose conmigo al chico más hermoso del Mundo, un nudo se instaló en mi garganta y el estómago se me revolvió, esta fue la peor idea- ________ necesita… .-
- Olvídalo –dije y me giré al momento, necesitaba escapar de ahí.-...
- ¿Qué necesita? –dijo el y me congelé en el momento.-
- Que la lleves al trabajo, es ese retobar nuevo de las chicas de animales.-
- Queda muy lejos –dijo frio- vamos, además es tarde.-
- Yo… -me callé y subí al auto después de ellos en la parte de atrás, apoyé mi cabeza en la ventana y lo único que intentaba era no mirarlo pero mis ojos necesitaban de su sonrisa, de su mirada intensa, de su cabello muchas veces desordenado y de todo de él, tragué saliva sonoramente y apreté con fuerza la puerta. La tensión era sumamente notoria y vi como Niall se removía incómodo en su asiento. Nuestras miradas se encontraron en un momento por el espejo, era como si nos estuviéramos gritando sin palabras.-
- ¿Qué tal si pasamos a comer donde trabaja ________? –Oh no, esto es un plan de Niall para unirnos de nuevo, pero las cosas no son tan simples. Lo lastimé, me lastimó, nos lastimamos- ¡Amigo despierta! –nuestras miradas se separaron y volví mi vista a la ventana- ¡Tengo hambre por favor!.-
- Bien-dijo y se estacionó.-
Abrí la puerta y bajé casi corriendo, entré apresurada a los vestidores y me cambié al uniforme. Ordene la cola de caballo de mi cabeza, estaba hecha un total desastre. Me sentía cansada, sumamente cansada y me dolían los músculos.
-_________ -dijo Melina sumamente seria entrando al vestidor- ¿te das cuenta de la hora que es?.-
- Lo siento –dije y guardé todas mis cosas en mi gaveta- de verdad, pero ya estoy aquí.-
- Vas a tener que quedarte hasta las una –dijo sumamente seria- y ahora ve a trabajar, por ti tuve que venir en mi hora libre.-
- Ok, ok, ok.-
- Y encárgate del restaurant un rato, faltan chicas ahí.-
Caminé hacia el restaurant y me acerqué a la mesa donde estaba Niall, al parecer Louis había desaparecido por un rato y eso me calmaba…
-¿Qué vas a comer Niall? –dije moviendo mi hombro.-
- Te vez horrible.-
- Tengo que trabajar rápido, ni ideas como me regañaron.-
- Tráenos dos especiales del día de hoy, una cerveza y una coca cola.-
- Bien.-
Cuando tuvieron lista las ordenes de los chicos, fui a su mesa. Louis aun no volvía. Dejé los platos y comencé a atender a los demás. Las luces y la música no me ayudaban a sentirme mejor, estaba algo mareada pero tenía que trabajar, estúpido trabajo. Al fin la fueron las unas y me fui a los vestidores, saqué mi bolso y caí pesadamente en el asiento. Llevé mis manos a la frente, estaba fatal.
-______- no, el no. No es momento, no quiero hablar con el, no quiero estar cerca de él, no quiero mirarle a los ojos y arrepentirme de todo.-
- Louis, por favor ahora no –escondí mi cara en las manos- dile a Niall que venga a buscarme.-
- ¿Hasta cuándo vamos a seguir comportándonos como niños pequeños? –dijo serio y cerró la puerta.-
- Creo que ya dije todo lo que tenía que decir.-
- Deja de esconderte ______ y deja de mentirme –se apoyó en la puerta- tu y yo sabemos que los sentimientos siguen ahí, no importa cuanto tiempo haya pasado, y no te dejaré salir de aquí hasta arreglar esto.-
- ¿Cómo arreglar algo que está totalmente roto?.-
- Da la cara, esta no es la chica que yo conozco –levanté la cara y lo miré a los ojos, un escalofrió me recorrió.-
- Créeme esto es sumamente difícil para mi pero lo estuve preparando con tiempo.-
- Me engañaste –le dije.-
- Jugaste conmigo –me respondió.-
- No me siento bien, por favor. No quiero hablar de esto.-
- ¿Y cuándo?- golpeó la puerta- escapas de mi. ¿Cuándo vas a querer afrontar la realidad?.-
- ¡Nada de esto estaría pasando si no hubieras sido un maldito imbécil! –me paré y le grité casi escupiendo las palabras- ¡Sabías lo que sentía, tomaste mi corazón y lo pisaste! ¡Para ti solo fui otra más! ¡Sabías cuánto te amaba¡ ¡y… mierda! ¡Cuánto te amo! –mis ojos se llenaron de lágrimas- todo el que me hace daño termina pagándomela, aun que me haga daño a mis misma ¡Aun que me destruya!.-
- ¡No quisiste escucharme! –me gritó el de vuelta, las piernas me flaquearon- ¡Estaba ebrio, demasiado! ¡Mareado y buscándote y me encontré con Eleanor!.-
- ¡No la nombres! ¡No me nombres a esa puta!.-
- ¡Empezamos a hablar! ¡Dijo que estaba confundida, recordamos viejos tiempos pero! ¿¡Sabes qué el dije?! ¡Que te amaba! ¡Que ella era genial pero nunca sería como tú! ¡Se acercó a mi y nos besamos! ¡Todo daba vueltas! ¡Y pasó! ¡Jamás quise dañarte y no sabía que hora, que día ni donde estaba!.-
- ¡No quiero escucharte! –le grité y me tapé los oídos, sabía que era sumamente infantil.-
- ¡Acéptalo! –tomó mis manos y las bajó- Acéptalo de una vez- comenzó a bajar la voz- todo este tiempo sufriendo no a servido para nada. Te amo –susurró- deja de huir de esto, sé que tienes miedo.-
- No tengo miedo –dije seria y con la voz firme.-
- Claro que si… -comenzó a soltar un poco su agarré y lo bajó hasta mis muñecas- no entiendes que sientes, ni que hacer. Todo esto, esto de gritarnos es una idiotez.-
- Esto es una idiotez –lo miré fijamente a los ojos pero no resistí y bajé la mirada- intentarlo de nuevo es una estupidez.-
- Claro que no –una de sus manos subió lentamente por mi brazo hasta mi mejilla- no puedo dejar que esto pase, no podría estar con alguien más aun pensando en ti como pienso siempre. No podría verte con alguien mas –tragó saliva- eso me mataría por dentro.-
- Esto no tiene sentido –lagrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas.-
- Claro que lo tiene ¿sabes por qué? –lo miré- porque te amo más que a nada.-
- Deja de ser tan imbécil… .-
Y no vi nada más, mis ojos se cerraron y todo era negro. Mi cuerpo cansado cayó rápido pero algo, más bien alguien, me sostenía fuerte. La cabeza seguía dándome vueltas.
