Capitulo 34

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Ya estaba inscrita para tener mi habitación junto a dos chicas en el campus, el problema que tendría que recién vivir ahí en el siguiente año de universidad. Según me explicó la asesora, era para poder ordenar todo de mejor manera. Bueno… solo tendría que convivir un tiempo con mi hermano, su novia y el futuro bebé…...
-Bienvenidas a la nueva casa –dijo Samuel abriendo la puerta de su nuevo y enorme esfuerzo. Bien, era sumamente diferente a la ex casa estaba todo muy bien amueblado, seguramente fue Camille la que escogió los muebles- ________, por ahí –apuntó un pasillo- a la derecha está tu cuarto.-
- Ok.-

Caminé hasta el cuarto, entré y me sorprendí porque no tenía casi decoración como el resto de la casa…
-No conozco muy bien tus gustos –dijo a mi espalda la rubia ya con su estómago redondo- así que dejaré que lo decores como quieras pero ojalá que convine con la casa –me guiñó el ojo.-
- Si claro –dije.-
- Era una broma solamente –dijo y me sonrió alegre- ¿puedes acompañarme al centro comercial después? –esto era extraño ¿Por qué no se lo pedía a su novio?.-
- Eh… está bien – tenía que trabajar a las doce así que todo estaba bajo control- ¿ahora?.-
- Contra más temprano mejor. Después puedes ver la casa.-

Aun que Samuel insistió en llevarnos Camille llamó a un taxi y entramos al centro comercial…
-Quiero que me ayudes a ver ropa para el bebé –dijo Camille caminando lentamente.-
- ¿por qué yo? –pregunté de verdad desconcertada.-
- Porque también creo que debemos hablar –me sonrió de nuevo y caminamos a una tienda para infantes- no te alejes nunca de nosotros –soltó de repente mientras veía un pequeño pijama entero color celeste.-
- ¿Esto tiene que ver con que Samuel te dijo que viviría en el campus?.-
- No, no es eso. Sé que quieres tu espacio y eso está bien pero… nunca dejes de visitarnos. Para Samu eres un soporte importante.-
- Al principio solo quería irme y no sé, no saber nada más pero tal vez te agarré un poco de cariño y a ese pequeño que viene en camino. Nadie podrá alejarme de mi sobrino.-
- Escuché a Samu hablar con tu madre hace unos días, ella se escuchaba muy alegre.-
- Creo que nunca pensó que tendría nietos –bufé- pero esa mujer no estará cerca de mi otra vez.-
- No puedo negarle ver a su nieto y sé que el tonto de tu hermano me mataría pero espero que solo sea a veces.-
- Parece que tenemos cosas en común rubiecita-nos miramos y nos reimos, tomé una pequeña chaqueta tipo deportiva- Ok, esto se lo regalo a mi sobrino.-
- Está bien… pero el será un chico modelito, quiero que sea el príncipe de los juegos de niños.-
- Demente –dije y seguí mirando las cosas tamaño muñeco, me sentía sumamente gigante en esa tienda para bebés.-
- ¿De verdad que te irás al campus? Sabes que amo tenerte en la casa.-
- Recién inauguramos la casa pero ahora ustedes serán una familia y yo no estaré en el medio, algún día compraré un departamento o algo –la miré, parecía tan feliz mirando ropa para su hijo- ¿Ya tienen algún nombre en mente?.-
- Nada –dijo frustrada- los que me gustan a mi no le gustan a él, y al contrario.-
- Ya pensarán en algo, queda bastante aún.-
- Ojalá o se terminará llamando bizcocho –acarició su barriga.-
- Suena delicioso –dije divertida.-
- Me encanta este enterito –tomó uno pequeño a rayas blancas y azules- creo que con estas compras estamos bien por hoy. Estoy muy cansada.-
- Vamos mujer.-

Después de llegar a casa me puse a revisarlo todo, habían una o dos habitaciones sin una decoración definida, seguramente serían para visitas… o futuros niños. Me di una ducha y Samuel fue a dejarme al trabajo…
-Tomaré un taxi de vuelta, ve a descansar con tu mujer –le dije y el me sonrió.-
- ¿Segura?.-
- Si, ya ve a ver a Camille.-

Entré al restobar y fui directamente a cambiarme de ropa, me puse el uniforme y salí a atander las mesas. El lugar estaba sumamente lleno, incluso había una larga fila para poder entrar…
-Hola, bienvenidas –dije a un grupo de cuatro amigas sentadas riendo como locas- ¿Qué les sirvo?.-
- Eh hola –dijo una chica demasiado alta para mi gusto, sus tacones deberían tener al menos 15 centrímetros, se paró y se acercó a mi- queremos cuatro de las bebidas más caras del lugar –genial, le gustaba causar envidia, solo rodé los ojos- ya, muévete.-

Quería darle un puñetazo pero me giré sobre los talones y pedí los tragos a Fred, noté que estaba algo inquieto…
-¿Qué pasa?- le pregunté cuando casi rompe un vaso.-
- Melina vino con un chico –hizo que me girara- ¿es más guapo que yo?.-
- Creí que ya lo habían superado –dije y me giré nuevamente hacia él para tomar la bandeja- ¿no que habias conocido a alguien?.-
- Si, pero.-
- Es como un concurso de meadas ¿cierto? Quién mas lejos, que infantil amigo –tomé la bandeja y caminé donde mis clientas- aquí están sus bebidas –las dejé sobre la mesa, las cuatro chicas se acomodaron en el sillón, estaba a punto de darme vuelta para irme cuando sentí unos brazos en mi cintura rodeándome por atrás… ese perfume…- ¿qué haces acá tonto?.-
- Vine a ver a la chica más bella del Mundo –susurró a mi oído, lo tiré hacia el frente y lo besé.-
- Tengo que trabajar Louis –hice una mueca- no tuviste que haber venido.-
- ¡Oye guapo! –gritó la rubia con raíces castañas- Si ella no quiere puedes sentarte con nosotras –le sonrió y se mordió el labio inferior… cálma… cálma… .-
- No gracias –dijo mi novio. La chica tamaño monstruo se paró y caminó hacia nosotros, tocó el hombro de Louis.-
- Vamos guapo –una vez más que le digan guapo y no respondo- tenemos bebidas riquísimias, te pedimos una.-
- No gracias chicas –entrelacé nuestros dedos.-
- Acompáñame mi amor –dije marcando “amor” y lo llevé al otro lado de la pista de baile- esas gatas –me quejé- ¿qué se creen? Ni se te ocurra acompañarlas ni nada.-
- Solo venía a acompañarte –me dio una dulce sonrisa- y solo tengo ojos para ti.-
- Odio a las perras como esas, espero que esos tragos las afecten rápido y no se puedan ni parar.-
- Ya cálmate hermosa –besó suavemente mis labios, suspiré y nos separamos- me quedaré cerca del escenario y mejor ve a trabajar.-
- ¡Oh! ¡Cierto! –lo besé y salí corriendo en dirección que un chico que levantaba su mano y un vaso vacio- ¿Qué te sirvo?.-

Todos andaban con ganas de beber y tenía que moverme de un lado a otro, además de los chicos ebrios esparcidos en todas partes…
-Lindas piernas mi amor –dijo uno tocando mi brazo, lo removí rápidamente- ¿Qué pasa guapa?.-
- ¿Qué quieres? –me quejé, si no iba a ordenar nada. Me iba.-
- Una cerveza más –me guiñó el ojo y se tambaleó hacia atrás, un chico de lentes lo atrapó.-
- No, no se la traigas. Nos vamos y lamento si molestó.-

Odiaba a los chicos que creían que con decirte piropos ibas a caer a sus pies y al parecer esta noche estaba llena de ellos, la cara de mis compañeras lo comprobaban. Todas parecían aburridas y con ganas de decir: “Cállate imbécil” pero era mejor callarse o Melina te diría “Este es un local para beber, no esperarán que estén todos portándose como Santos” y luego diría “Ustedes decidieron trabajar aquí”…
-Lou –me acerqué a él- terminó mi turno, ¿me llevas a casa? Voy a cambiarme de ropa y nos vemos en cinco minutos a fuera ¿si?.-
- Te espero guapa.-

Corrí para cambiarme de ropa y ponerme lo de ántes, salí a la calle y el ya estaba en su auto. Abrí la puerta del copiloto y subí…
-¿Cómo va la nueva casa?.-
- Es linda… todo muy grande –sentí como comenzamos a movernos- ¿Por qué no te quedas? Mi cama es mucho más grande ahora.-
- Eso suena genial ¡Claro que si! –aceleró.-

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Bad Girl 2° Temporada TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora